Audio - Costa Rica: Comunidades bribris manifiestan su rechazo a REDD+ ante autoridades estatales

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"Estas selvas no tienen precio". El pasado viernes 29 de agosto alrededor de 300 indígenas bribri se reunieron para fortalecer la resistencia en contra del proyecto Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación de Bosques conocido como REDD+.

Pobladoras y pobladores manifestaron al unísono “ya basta, no queremos REDD+ en nuestro territorio” ante representantes del Ministerio de Ambiente Energía y Mares (MINAE).

En el marco de esta reunión se pudo constatar que el Territorio Indígena de Talamanca –situado en el caribe sur costarricense- se encuentra amenazado por nuevos mecanismos neoliberales de mercantilización de la naturaleza y de sus bienes comunes.

 

Según los pobladores -en los últimos seis años- las profundas selvas de Talamanca se encuentran en la mira del Banco Mundial y las Naciones Unidas para ejecutar el proyecto REDD+, el cual desde el 2008 cuenta con el impulso del gobierno de Costa Rica, la cooperación internacional y organismos financieros internacionales.

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Según los promotores de REDD+ este proyecto reduciría las emisiones de contaminación producidas por la deforestación y degradación de los bosques, mediante el pago a las comunidades para que “no toquen” más el bosque. Estos fondos provienen de gobiernos y empresas que desempeñan actividades altamente contaminantes generalmente en países industrializados, los cuales pretenden compensar los daños ocasionados mediante bonos y pagos por servicios ambientales. Pero comunidades y organizaciones denuncian que detrás de esta fachada verde se esconden perversos mecanismos para despojarles de sus tierras y bosques.

Año con año en la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP) ha ido dejando de ser un espacio de debate sobre medio ambiente para pasar a convertirse en un foro sobre comercio de bienes y servicios de la naturaleza. La gran parte de la diplomacia internacional junto las empresas internacionales han configurado un nuevo mercado basados en la “captura” de carbono como bien intercambiable y comerciable. Es así como la contaminación ha entrado en el mercado internacional creando todo tipo de productos bursátiles que especulan con los bosques.

 

Alonso Ramírez, investigador del Institute of Social Studies en Erasmus University Rotterdam, señala que uno de los intereses del gobierno de Costa Rica en el tema de REDD+ recae en captar más fondos, pues los ya recaudados por el impuesto al combustible y otras donaciones de corporaciones nacionales, no son suficientes para hacer crecer el sistema de conservación nacional basado en Pagos de Servicios Ambientales, que financia tanto bosques primarios, secundarios, como grandes plantaciones maderables para la industria; todos emprendimientos privados.

 

Por otra parte, Ramírez recuerda que los gobiernos de corte neoliberal están apostando por un nuevo mercado internacional de contaminación basados en REDD+, para cubrir sus grandes gastos en conservación, invertir en la industria de la madera, y al mismo tiempo controlar cómo se cuida el boque y a quién lo hace.

 

En contrapunto con la -aún existente- política tributaria del impuesto al combustible, la cual busca reducir la contaminación por uso de hidrocarburos y mantener protegidas las zonas boscosas ya existentes.

 

Este neoliberalimo de la conservación se posiciona como el nuevo modelo de negocios verdes, el cual elimina los topes de emisión de gases de efecto invernadero -causantes de la Crisis Climática- desplazando la posibilidad de que Costa Rica elija una manera propia de mantener sus áreas silvestres protegidas.

 

Un aspecto que salta a la vista es que ni las políticas actuales de conservación, ni las que quieren implementar con REDD+, han sido producto de consultas previas, libres o informadas. Nunca a las comunidades en su totalidad se les ha preguntado cómo mantienen su relación con sus bosques, o si necesitan o no una política de conservación. Este accionar gubernamental violenta el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para los pueblos indígenas, y menos precia los derechos de miles de comunidades campesinas que cotidianamente también conviven con sus bosques.

 

En este contexto, casi 300 personas se reunieron para expresar al gabinete del MINAE su inconformidad con el proyecto REDD+ por tratarse de formas de racismo ambiental implementado tanto por gobiernos, como por empresas.

 

Telar Comunicaciones fue testigo de este encuentro entre autoridades y miembros de comunidades bribris, por esta razón invitamos a mirar el presente fotoreportaje que contiene las sabias voces de un pueblo que ya sabe cuidar sus bosques y se indigna quien desea mercantilizarlo, impidiendo su uso tradicional.

 

Imagen: Telar Comunicaciones

 

(CC) 2014 Radio Mundo Real 10 años

Temas: Economía verde

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