Declaración de los movimientos sociales de la agricultura familiar, campesina e indígena ante los gobiernos del G20

"Frente al alarmante aumento internacional de los precios de los alimentos, en gran parte debido a la crisis desatada en 2008 y que continúa impactando a los pueblos del mundo, nosotros, movimientos sociales rurales de los países de América del Sur, les hacemos llegar nuestra enorme preocupación por los resultados de la especulación en los precios de las commodities e les instamos a tomar medidas urgente."

Declaración de los movimientos sociales de la agricultura familiar, campesina e indígena ante los gobiernos del G20

Mensaje de los movimientos sociales de la agricultura familiar, campesina e indígena a los gobiernos de UNASUR

Compañeras y compañeros:

 

Estamos junto a otras Organizaciones de nuestra América vinculados a la agricultura familiar y la soberanía alimentaria en una campaña debido al la fuerte suba del precio de los alimentos a nivel mundial.

 

Frente al alarmante aumento internacional de los precios de los alimentos, en gran parte debido a la crisis desatada en 2008 y que continua impactando a los pueblos del mundo, nosotros, movimientos sociales rurales de los países de América del Sur, les hacemos llegar nuestra enorme preocupación por los resultados de la especulación en los precios de las commodities y les instamos a tomar medidas urgentes que lleven en consideración los siguientes puntos, entre otros aspectos importantes sobre la regulación de los mercados financieros y del accionar sin límites de los capitales.

 

Haremos llegar esta preocupación desde los diferentes países a los gobiernos de los distintos países integrantes de UNASUR y del G 20.

 

En el caso que quieran adherir a la presentación de la nota, les pedimos que nos envíen un correo a moc.liamg@larurairotacovnoc.

 

Las dos cartas se presentarán a mediados de noviembre en la Cancillería de nuestro país.

 

Les envío un fraternal abrazo.

 

Lucas
ULTERA
moc.liamg@larurairotacovnoc

Declaración de los movimientos sociales de la agricultura familiar, campesina e indígena ante los gobiernos del G20

 

Frente al alarmante aumento internacional de los precios de los alimentos, en gran parte debido a la crisis desatada en 2008 y que continua impactando a los pueblos del mundo, nosotros, movimientos sociales rurales de los países de América del Sur, les hacemos llegar nuestra enorme preocupación por los resultados de la especulación en los precios de las commodities e les instamos a tomar medidas urgentes que lleven en consideración los siguientes puntos, entre otros aspectos importantes sobre la regulación de los mercados financieros y del accionar sin límites de los capitales:

 

1- A partir del reconocimiento del impacto sobre el precio de los alimentos de esa especulación en los mercados a futuro de commodities, es necesario garantizar mecanismos de transparencia y regulación de los mercados de derivados, incluyendo supervisión, registro y limitaciones a las transacciones de commodities agrícolas y controles a la manipulación de pocos grupos o personas sobre ese mercado.

 

2- Necesidad urgente de impulso y soporte a la implementación de políticas y programas públicos de desarrollo rural y agrícola y de compras públicas de alimentos basadas en el estímulo y fortalecimiento de la agricultura familiar, campesina e indígena con control de sus semillas y en la producción agro-ecológica y sustentable de alimentos con calidad nutricional.

 

3- Promoción de políticas de reservas nacionales y regionales de alimentos que permitan garantizar la soberanía y seguridad alimentaria y nutricional y la estabilidad de los precios, con transparencia de estas reservas públicas y privadas.

 

4- Apoyar mecanismos y soluciones en ámbitos regionales que permitan acortar las distancias entre los productores y consumidores, facilitando los mercados locales, la economía solidaria y otras formas tradicionales de garantizar la calidad en la alimentación de los pueblos del mundo.

 

5- Tomar medidas que eviten la especulación con las tierras agropecuarias en los mercados internacionales, así como la alta concentración de su propiedad.

 

6- Proteger las tierras agrícolas y pecuarias frente a otras actividades que como la minería, pueden reducir o deteriorar los suelos y el agua requeridos para producir alimentos.

 

Combatir el hambre y la pobreza en el mundo es un imperativo que no puede ser dejado a la especulación de los mercados, es preciso decir basta al juego especulativo del mercado de alimentos.

 

¡Por la garantía del Derecho a una alimentación saludable, que no este basada en losl Agro-Negocios y sí en la Agri-Cultura desarrollada durante siglos por campesinos y campesinas del mundo!!!

 

Firman:

 

ASC – Alianza Social Continental.

 

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Mensaje de los movimientos sociales de la agricultura familiar, campesina e indígena a los gobiernos de UNASUR

 

Los pueblos del mundo sufren en estos momentos la alarmante subida internacional del precio de los alimentos. El número de personas con hambre ha crecido. Nosotros, movimientos sociales rurales de los países de América del Sur, reunidos en Lima los días 12 –14 de octubre en el Seminario: ”Soberanía Alimentaria Regional y Nueva Arquitectura Financiera Regional” les hacemos llegar nuestra enorme preocupación con los efectos de la especulación en el mercado de alimentos, llevada al extremo con los precios de las llamadas commodities y los negocios a futuro y les llamamos a que de acuerdo con la responsabilidad que tienen como gobiernos de la región, tomen medidas urgentes que protejan la producción de alimentos y regulen su comercialización y los mercados financieros, detengan la especulación y frenen accionar sin limites de los capitales, de manera que se concreten las siguientes políticas:

 

1- Apoyar programas y mecanismos regionales que protejan efectivamente la producción nacional y local de alimentos y permitan acortar las distancias entre los productores y consumidores, facilitando los mercados locales, tejan circuitos económicos propios e impulsen la economía solidaria y las formas propias de garantía de calidad en la alimentación de los pueblos del mundo.

 

2- Establecer programas públicos de desarrollo rural y agrícola y de compras estatales de alimentos basadas en el estímulo y fortalecimiento de la agricultura familiar, campesina e indígena y en la producción agro-ecológica y sustentable de alimentos con calidad nutricional.

 

2- Regular los mercados de alimentos, los márgenes de intermediación y especialmente de los derivativos, incluyendo supervisión, registro y limitaciones a las transacciones sobre commodities agropecuarios y de alimentos y control a los grupos o personas que intervienen sobre ese mercado.

 

3- Promover políticas de estoques nacionales y regionales de alimentos financiados por el Banco del Sur, que permitan garantizar la soberanía y seguridad alimentaria y nutricional, la justa retribución al productor, los precios asequibles para todos los consumidores y la estabilidad de los precios, con transparencia de estoques públicos y privados.

 

5- Detener la especulación con las tierras agropecuarias en los mercados internacionales, así como revertir la alta concentración de su propiedad.

 

6- Definir la producción de alimentos como prioridad de UNASUR y de cada uno de los países miembros y en consecuencia proteger con normas concretas las tierras aptas para las labores agrícolas y pecuarias, frente a otras actividades que como la minería, pueden reducir o deteriorar los suelos y el agua requeridos para producir alimentos.

 

7- Garantizar el derecho de los agricultores al control de sus semillas y revertir todas las normas que tratan de obstaculizar la producción, comercialización o procesamiento de los productos de la agricultura familiar o de imponer el control privado de los grandes inversionistas sobre los procesos agropecuarios o la producción y la comercialización de alimentos.

 

Combatir el hambre y la pobreza en el mundo es un imperativo que no puede ser dejado a las meras leyes de la oferta y la demanda y la especulación de los mercados. Es preciso dar un basta al juego especulativo del mercado de alimentos. Hace ya 73 años que el economista norteamericano Mordecai Ezequiel demostró que las leyes de la oferta y la demanda no estabilizan por sí mismas el mercado de alimentos y que en varios productos agropecuarios ocurre que el funcionamiento del mercado sin regulaciones implica una volatilidad creciente y lleva cada vez a mayor inestabilidad en los precios y la producción, conduciendo a la ruina de los productores y al hambre de millones de personas. Él denominó ese descubrimiento “teorema de la telaraña”. Hoy el mundo está atrapado por la telaraña de la especulación con los alimentos, las tierras y las semillas. Precia que ustedes actúen para liberar nuestros países de esa trampa.

 

¡Por la garantía del Derecho a una alimentación saludable, construyamos un sector agropecuario que no este basado en el lucro del gran capital y sus Agro-Negocios y sí en la Agri-Cultura desarrollada durante siglos por los pueblos originarios, los campesinos y las campesinas del mundo para alimentar a toda la gente!

 

Firman:

 

ASC – Alianza Social Continental.

 

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Temas: Agricultura campesina y prácticas tradicionales, Agronegocio, Sistema alimentario mundial

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