Colombia - Líder social huilense: “Para que hagan más represas el Gobierno va tener que matarnos a todos”

Idioma Español
País Colombia

Las comunidades campesinas en el departamento del Huila se encuentran preocupadas por el proyecto hidroeléctrico de la empresa Emgesa en el municipio de Oporapa. Este proyecto, aunque no tiene una fecha exacta de inicio, empezaría luego de concluir la hidroeléctrica de El Quimbo, en Neiva.

Para aprovechar el Río Magdalena en el Huila, el Gobierno colombiano adelanta, junto a los países de China e Italia, el Plan de Aprovechamiento del Río Magdalena. Este proyecto afectará el ecosistema, la productividad, la economía y el tejido campesino en más de seis municipios. Aquí dos entrevistas realizadas a dos campesinos de la región, uno de ellos es líder social.

El campesinado exige que se respete su derecho al trabajo, tradicionalmente en la tierra, garantizando que las transnacionales no los desplacen a la fuerza. La comunidad siente una clara incertidumbre frente a lo que pueda pasar ya que ha sido testigo de la represa El Quimbo, donde los campesinos fueron engañados, desplazados, asesinados, reprimidos, estigmatizados e invisivilizados por defender sus territorios.

Hoy los habitantes del municipio de Oporapa y sus alrededores, unen fuerzas para exigir reconocimiento del pueblo de Oporapa como una potencia agrónoma colombiana. Así el apoyo a los proyectos productivos de economía propia, la soberanía alimentaria y la defensa de los territorios, serán un compromiso para el Gobierno.

El 14 de marzo es el día mundial contra las represas y por ello, un encuentro campesino lo conmemorará. Habitantes de diferentes veredas del sur del Huila y del país estarán alzando su voz contra la proyección de nueve represas más en el territorio huilense y reclamarán que se les consulte popularmente si desean o no que sus territorios sean explotados.

C.I.: ¿Cuál es la problemática si se construye la represa en Oporapa?

Aquí en este pueblo, en mi pueblo Oporapa, nos vemos muy afectados por el problema de esta represa que piensan hacernos y la cual no queremos. No vamos a dejar hacerla pues si nos hacen esta represa nos van a inundar nuestras tierras, nuestros cultivos, nuestras casas. La economía va a bajar porque si no tenemos de dónde echar mano a nuestros cultivos, nuestro pueblito se acaba. Es un pueblito caliente y con la represa más se va a calentar.

C.I.: ¿Cuáles son los argumentos del gobierno para construir esta represa?

El argumento es que, primero, nuestro pueblo no existe para ellos, este pueblo ni en el mapa está. Ellos dicen que esto es baldío, que no hay nada y pueden completamente utilizarlo y explotar sus riquezas porque esto no tiene dueño. Nosotros no existimos para el Gobierno. Si existiéramos al menos se darían cuenta que vivimos de esto. Pero a ellos no les importa si acaban con nosotros o acaban con nuestras tierras.

C.I.: ¿Quién está liderando el proyecto de la represa?

Según se ha dicho, aquí en nuestro pueblo el proyecto es de los chinos. Los chinos han venido varias veces a estudiar nuestro río, como lo hacen todos los años. El río está vendido a ellos, el Magdalena, y ya lo han estudiado varias veces antes. Gracias a Dios en nuestro pueblo luchamos por no dejar hacer esta represa.

C.I.: ¿ Cómo los afectó la represa de El Quimbo?

A nosotros no nos afectó tanto, pero porque estamos retirados, eso es por los lados de Neiva. La gente de allá sí fue afectada. Pueblos que quedaron inundados. Pasaron por encima de lo que fuera, templos, capillas y de todo. El obispo se opuso pero así fue, se llenó de agua e inundaron y pare de contar, como dicen, eso es de ellos [multinacionales]. En El Quimbo hubo personas muertas, no importó y pasó por encima de lo que fuera. Acá es incierto, se sigue luchando pero después de El Quimbo sigue la represa de aquí, el Guineo Oporapa.

C.I.: ¿Qué alimentos se siembran en estas tierras?

Esta tierra es demasiado fértil, aquí se da la yuca, el plátano, el banano, la arracacha, el café, todo lo que sea del agro se da aquí. En nuestro pueblo producimos y se da todo, es muy buena tierra. Se da todo lo que usted siembre.

C.I.: ¿Cuántos pueblos se afectarían si construyen la represa?

Se verían afectados La Argentina, El Salado, Blanco, Isnos, Maito, Mesa de Elías, Timaná, hay muchísimos pueblos que ahora no me acuerdo, pero son muchos. En todos los pueblos están luchando y cuando hay manifestaciones de la gente de todos los pueblos llegamos y los líderes dicen “bueno vamos a defender”, se convoca, y de todos los pueblos llegamos.

C.I.: ¿Cuál es el contexto de la problemática de los habitantes de Oporapa frente a la hidroeléctrica?

Desde el 2012 la empresa Emgesa envió una solicitud a la Agencia Nacional de Licencias Ambientales -ANLA- para que se pronunciara sobre si debe o no debe hacer un diagnóstico ambiental de alternativas para el proyecto hidroeléctrica Oporapa. Con esta nota también envió un estudio piloto con información recogida por la empresa respecto del territorio. Todo lo que tiene que ver con el río, donde ellos pudieron investigar, menos los censos que se habían echo acá en el año 2005, por ejemplo.

El tema de la tierra fue con las oficinas de las alcaldías y la poca información que reúnen, porque el trabajo no está bien hecho en ninguno de los municipios. Son estudios que tienen información cartográfica del año 1976, la única cartografía que hay en el Instituto Geográfico Agustin Codazzi -IGAC-. Una información desactualizada que no contempla que hoy la población es diferente y los caseríos aumentaron.

Fui a la ANLA y luego de solicitar la información, en el proyecto aparecen unos mapas también que están tan mal hechos que reconocen poblados que quedarían debajo del embalse. Pero hay poblados que no los reconocen, como si supieran que están ahí. No entiendo porqué hicieron eso tan mal.

C.I.: ¿Cómo va la ejecución del proyecto de la hidroeléctrica?

Hace menos de un mes estuvo un compañero en la ANLA y está aún la misma carpeta con el mismo proyecto que conocemos. Desde el 2012 no han vuelto a presentar ninguna otra clase de documentación, no han entregado el estudio ambiental de alternativas. Sin embargo, las camionetas aparecen por acá con personas desconocidas, gente incluso de otros países. La amenaza es constante, es latente, pero la gente está muy pendiente.

C.I.: ¿Cuántas personas se verían afectadas por la construcción de la hidroeléctrica?

Al hacer una represa el área de influencia directa, según EMGESA, abarca unos 30 kilómetros. Los municipios de Tarquí, Elías, Oporapa, Pitalito, Salado Blanco e Isnos, serían afectados por el embalse, por las construcciones, por las vías, por los lugares donde van a hacer las canteras para sacar el material. Ahora, el área de influencia indirecta afectaría al municipio de Timaná. La población afectada es enorme pues solo en Oporapa hay 13.500 habitantes.

C.I.: ¿Quiénes están detrás de la ejecución del proyecto de la hidroeléctrica Oporapa?

El proyecto está en el ‘Plan Máster’, que tiene como objetivo el aprovechamiento del Río Magdalena. Este estudio lo hizo Hidrochina, contratada por el gobierno del expresidente Álvaro Uribe Vélez [2002-2008]. La empresa Emgesa, que pertenece a la ENER de Italia, es la que pretende implementar el proyecto hidroeléctrico en Oporapa, así como lo hizo en El Quimbo. Finalmente son un grupo de personas de otros países que conforman una transnacional.

C.I.: ¿Cuáles son las preocupaciones de la comunidad frente a lo que se pueda presentar?

La situación es gravísima. Hay personas que buscan oportunidad en comprar las tierras muy baratas porque la gente tiene miedo. Aprovechan el miedo de las personas, generado por la experiencia en El Quimbo, para comprar sus tierras muy baratas y después venderlas a Emgesa. La violencia que usó el Estado contra la gente que se opuso al proyecto de El Quimbo fue brutal, y la realizó el Esmad [Escuadrón Móvil Antidisturbios]. Hay gente que está diciendo ¿Para dónde nos vamos? Y es que la proyección dice que habrá 150 hidroeléctricas más en Colombia.

Los cultivos a la ladera del río fueron totalmente afectados. La gente ya no quiere sembrar para no perder su trabajo en la tierra. Ahora, por la organización, nosotros hemos venido trabajando mucho con la gente y le hemos dicho que recuperen su tierra y así va recuperándose la situación. La noticia de que Emgesa, que hizo esa destrucción en el centro del Huila, venía para el sur y fue devastadora sociológicamente.

Desórdenes climáticos tan graves nunca los habíamos vivido. Luego de construir la hidroeléctrica El Quimbo, el año pasado por ejemplo, el verano duró más de tres meses y las personas perdieron sus cosechas, nuestro café tuvo que arrancarse y volverse a sembrar. El Quimbo reconoce hasta cierto punto la zona de afectación directa en indirecta, pero la verdad es que llega mucho más allá.

La vereda del Paraguay, del municipio de Oporapa, estaba catalogada como ‘Parque regional Serranía de las Minas’, pero la CAAM [Corporación Autónoma del Alto Magdalena] decidió separar y hacer que la frontera agrícola subiera mucho más en la montaña. Todo esto es por la proyección de la hidroeléctrica. Nuestra vereda, que la mayor parte estaba reconocida como Parque Natural, ahora no lo es gracias al Gobierno. La prioridad no la tiene el Parque Natural de nosotros, la tienen las transnacionales que vienen solo a destruir.

C.I.: ¿Qué mensaje le envía al resto del país?

El 14 de marzo del año pasado más de 12 mil personas estuvimos en un plantón en Altamira. Así conmemoramos el día mundial en contra de las represas. Este martes 14 de marzo tenemos un aniversario y vamos a estar de nuevo en el cruce del municipio de Altamira y creo que vamos a duplicar ese número de personas. Vamos a ser muy fuertes esta vez, será una especie de Consulta Popular en la cual el pueblo es el protagonista.

En el Huila no habrá una represa más, ha sido muy claro desde aquí. Todos estos proyectos, de acuerdo a la sentencia 445 de la Corte Constitucional, tienen que consultarse primero con el pueblo. Para que hagan más represas en el Huila el Gobierno va tener que matar a todos los huilenses.


*La siguiente entrevista se realizó con el testimonio de un habitante de Oporapa que prefirió ocultar su nombre para proteger su vida.
Fotografías realizadas por Mauricio Mejía Muñóz

13 de marzo, 2017

Fuente: Resumen Latinoamericano

Temas: Megaproyectos

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