Efectos de las fumigaciones con glifosato en la frontera norte de Ecuador (II)

Para entender en profundidad el porqué de las constantes denuncias, no sólo hay que acudir al hecho, ya objetable, de que las avionetas fumigaran dentro de un territorio extrafronterizo, si no que hay que acudir a los efectos que las sustancias vertidas sobre el territorio parecen haber producido en las poblaciones demandantes.

De acuerdo con diferentes informes como son los volcados por OIPAZ en 2004 o Acción Ecológica en 2001.

“Las consecuencias transnacionales consisten en aguas contaminadas, pérdidas de cosechas y de la flora y fauna en general, enfermedades no naturales y hasta un incremento de la mortalidad. No obstante, todavía quedan muchas preguntas que son esenciales para que se resuelva satisfactoriamente la pregunta hasta qué medida el glifosato y sus coadyuvantes tienden a derramarse y de qué manera afectan precisamente al territorio ecuatoriano. Según los estudios realizados, todo apunta a que el arrastre del viento, así como la dispersión a través de las fuentes de agua constituyen las principales causas para que sus impactos se hagan sentir más allá del área sujeta a la aspersión aérea”. [1]

Además de estos informes otros grupos de investigación [2]. y profesionales médicos han hecho diversas declaraciones e informes indicando el carácter nocivo de la fórmula química utilizada en las fumigaciones.

“Desde 1994, varios estudios han mostrado impactos del Roundup (…) En 2005, científicos franceses liderados por Gilles-Eric Seralin aseveraron que unas horas de exposición al Roundup, a una concentración 10 veces más baja que la hallada en el uso agrícola, eran tóxicas para células de la placenta humana. En mayo de 2007, Seralin reportó nuevos hallazgos” [3].

En este sentido también nos podemos encontrar con un informe realizado por el Boletín denominado Enlace, perteneciente a la Red de Acción de Plaguicidas de Latinoamérica, en el año 2000 en que se afirmaba que“el glifosato es tóxico y que causa problemas en la piel, la nariz, los ojos, náusea, vómito, daños en el hígado, entre otros males. Los efectos dependen de la cantidad que se emplee” [4].

Asimismo en el año 2003, el médico Adolfo Maldonado de la ONG ecuatoriana Acción Ecológica realizó su propio estudio en la población de Sucumbíos que reafirmó su teoría sobre los daños nocivos en personas. [5]

Por otro lado nos podemos encontrar con otras investigaciones como la realizada en el año 2005 por en la Universidad Nacional de Colombia y el Instituto de Estudios Ambientales (IDEA). “El grupo encabezado por Tomás León Sicard reconoció el carácter nocivo del glifosato sobre suelos, agua, seres vivos y puso en evidencia la falta de rigurosidad del informe realizado, meses atrás, por la Comisión Interamericana para el Control de Abuso de Drogas -CICAD-, división de la Organización de Estados Americanos –OEA-, que defendía la no existencia de efectos negativos del Round-up, sobre organismos” [6].

En el 2003, el entonces embajador de Estados Unidos en Colombia, William Word habló en el artículo “Los agroquímicos más dañinos que el glifosato” publicado el 26 de noviembre, en el periódico El Tiempo, sobre el carácter no nocivo del herbicida en el medio ambiente y los seres humanos.

A diferencia de William Word, queremos destacar las siguientes conclusiones de Jeremy Bigwood, científico investigador norteamericano, realizó un estudio del glifosato, para el Ministerio del Ambiente del Ecuador.

“Concluyó que este era dañino para las tierras no objetivo y altamente toxico para toda vida acuática. Los suelos no cultivables y las aguas contaminadas estropean la salud y la cadena alimenticia de hombres y animales. Además desde el punto de vista ecológico, es entendida como una amenaza para los “hotspots” o espacios más sensibles de biodiversidad, en los que se encuentran los bosques húmedos tropicales del Putumayo”. [7]

Y es cierto que todos estos elementos se encuentran en investigación en la Corte Internacional de Justicia en estos momentos y se está a la espera de que tras la memoria presentada por Ecuador en abril de 2009. Colombia, por su parte presentó su contra- demanda en marzo de 2010, por lo que no podemos hablar de una resolución definitiva, sino que señalamos esta problemática porque así ha sido destacada desde los sujetos de nuestra investigación.

Ante esto sin embargo, sí que podemos encontrarnos ya con estudios y declaraciones de distintas fuentes que nos hablan ya de lo nocivo de la mezcla que fue empleada en las fumigaciones, que aunque desde los Tribunales Internacionales aún no se han pronunciado, son de notable interés y prestigio y que están siendo tenidos en cuenta por estos mismos tribunales.

Es por este motivo que muchas de las denuncias hayan partido de la fórmula química de las sustancias, ya que en ella se han basado las mismas.

“El glifosato es el herbicida que actualmente se utiliza para las fumigaciones de los cultivos ilícitos en Colombia, no selectivo de amplio espectro, desarrollado para la eliminación de hierbas y arbustos. Se absorbe a través de las hojas, lo que permite la fumigación aérea de grandes extensiones de tierra. Estas características de glifosato convierten la estrategia de fumigación en un problema para el país, dado que no sólo se eliminan cultivos ilícitos, sino que también cultivos tradicionales y se afectan las fuentes de agua dulce, el suelo además de generar daño a la propia población, dada la alta toxicidad (máxima en la escala I a IV) de la mezcla empleada en Colombia (Glifosato- Cosmo Flux 411F)”. [8]

Como ya hemos dicho no hay una declaración oficial por parte de una organización internacional, del cariz de las Naciones Unidas o la Organización de Estados Americanos, que de forma definitiva declare el carácter nocivo de las sustancias usadas en las fumigaciones, pero sí hay múltiples investigaciones que merecen ser mencionadas, ya que han sido la base de la denuncia de Ecuador ante el Tribunal Internacional. “…aunque hay que tener en cuenta que todavía no existe evidencia científica concluyente sobre el impacto preciso y las maneras por las cuales se dispersan el glifosato y sus coadyuvantes”. [9]

Segunda parte del informe sobre fumigaciones en el norte de Ecuador de la Red de Comunicación de Frontera de Colombia y Ecuador.

Su página web es http://www.periodismodefrontera.org/

Ver aquí Efectos de las fumigaciones con glifosato en la frontera norte de Ecuador (I).

Ver aquí Efectos de las fumigaciones con glifosato en la frontera norte de Ecuador (III)

Notas

[1] LAURET, Sander: op.cit. p.135

[2] En este sentido por ejemplo la FORCCOFES ha exigido que el gobierno ecuatoriano asuma una posición clara frente al problema y demanda: la suspensión de las fumigaciones y la aplicación de un corredor de amortiguamiento de diez kilómetros al norte del río San Miguel, en territorio colombiano y otras indemnizaciones

[3] EAHY, Stephen: COLOMBIA-ECUADOR: Nuevos estudios exponen daños del glifosato [en línea]: ver aquí, última consulta: 22 de diciembre de 2009.

[4] [en línea]: ver aquí, última consulta: 20 de diciembre de 2009.

[5] Leer el informe completo en: ver aquí, última consulta: 21 de diciembre de 2009.

[6] [en línea]: ver aquí, última consulta: 10 de enero de 2010.

[7] [en línea]: ver aquí, última consulta: 15 de enero de 2010.

[8] SARÁ ESPINOSA, op.cit, p.33

[9] LAURET, Sander, op. cit, p.145

Fuente: Revista Pueblos

Temas: Agrotóxicos

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