Encíclica Papal Verde "LAUDATO SI". Boletín 614 de la RALLT

Idioma Español

En homenaje a San Francisco de Asís, el Papa Francisco lanzó una encíclica holística, "Alabado Sea", en la cual asocia la degradación ambiental y el aumento de la pobreza mundial. El texto constituye un llamamiento urgente a la humanidad para salir de la "espiral de autodestrucción".

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BOLETÍN 614

Contenido

- ENCÍCLICA VERDE

- TRANSGÉNICOS EN LA ENCÍCLICA PAPAL VERDE "LAUDATO SI "

- DE FE Y FÓSILES La encíclica del Papa Francisco cuestiona la industria de los combustibles fósiles y mucho más

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ENCÍCLICA VERDE

Frei Betto

En homenaje a San Francisco de Asís, el Papa Francisco lanzó una encíclica holística, "Alabado Sea", en la cual asocia la degradación ambiental y el aumento de la pobreza mundial. El texto constituye un llamamiento urgente a la humanidad para salir de la "espiral de autodestrucción".

El jefe de la Iglesia Católica condena el actual modelo de desarrollo centrado en el consumismo y en la obtención del lucro inmediato. Denuncia "la incoherencia de quien lucha contra el tráfico de animales en riesgo de extinción, pero permanece completamente indiferente ante la trata de personas, se desentiende de los pobres o se empeña en destruir a otro ser humano que le desagrada".

Salvar el Planeta es salvar a los pobres, clama Francisco. Ellos son las principales víctimas de las secuelas dejadas por invasiones de tierras indígenas, destrucción de los bosques, contaminación de ríos y mares, por uso excesivo de agrotóxicos y de energía fósil.

El texto rescata la interacción bíblica entre el ser humano y la naturaleza y hace mea culpa en cuanto al modo en que la Iglesia interpreta el mandato divino de "dominar” la Tierra. También amplía el significado de “No matarás”: “Un veinte por ciento de la población mundial consume recursos en tal medida que roba a las naciones pobres y a las futuras generaciones lo que necesitan para sobrevivir”.

No hay desarrollo social positivo y el progreso científico positivos, advierte el Papa, sin el respaldo de la ética y la centralidad del bien común en todo lo que se investiga y planifica.

El combate a la idolatría del mercado es enfático, al señalar que el hambre y la miseria no van a terminar simplemente con el crecimiento del mercado. “El mercado por sí mismo no garantiza el desarrollo humano integral y la inclusión social”.

Más allá de criticar como inocuas todas las reuniones importantes de la cumbre sobre el tema del medio ambiente, ya que las buenas intenciones no salen del papel, Francisco amplía el concepto de la ecología para resaltar la "ecología integral", la "ecología cultural" y la "ecología de la vida cotidiana".

Ninguna otra encíclica contiene tanta poesía. Francisco destaca que “Todo el universo material es un lenguaje del amor de Dios... El suelo, el agua, las montañas, todo es caricia de Dios”.

Y, por primera vez, una encíclica valora la contribución de la obra de Teilhard de Chardin, censurado por Roma durante toda la primera mitad del siglo pasado. (Traducción: ALAI)

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TRANSGÉNICOS EN LA ENCÍCLICA PAPAL VERDE "LAUDATO SI "

RALLT

La Encíclica Papal Laudato Si, en relación a los organismos transgénicos o Genéticamente Modificados, , si bien no adopta una posición determinante sobre lo que consideramos la real existencia de un riesgo de daño grave e irreparable, brinda, no obstante, aporta con conceptos muy valiosos, acertados y criteriosos sobre la necesidad de una discusión amplia, sincera y abierta en la materia, y señala los impactos indirectos de estos cultivos a los pueblos fumigados, los trabajadores rurales, etc.

Añade además que este tipo de cultivos propicia los oligopolios en el comercio global de granos (que está en manos de 4 empresas, siendo la principal Cargill; y aunque habla de “granos”, el concepto podría extenderse a quienes monopolizan la semilla, en este caso, la empresas Monsanto.

A continuación se incluye el texto exacto de la Encíclica sobre el tema

133. Es difícil emitir un juicio general sobre el desarrollo de organismos genéticamente modificados (OMG), vegetales o animales, médicos o agropecuarios, ya que pueden ser muy diversos entre sí y requerir distintas consideraciones. Por otra parte, los riesgos no siempre se atribuyen a la técnica misma sino a su aplicación inadecuada o excesiva.

En realidad, las mutaciones genéticas muchas veces fueron y son producidas por la misma naturaleza. Ni siquiera aquellas provocadas por la intervención humana son un fenómeno moderno. La domesticación de animales, el cruzamiento de especies y otras prácticas antiguas y universalmente aceptadas pueden incluirse en estas consideraciones. Cabe recordar que el inicio de los desarrollos científicos de cereales transgénicos estuvo en la observación de una bacteria que natural y espontáneamente producía una modificación en el genoma de un vegetal. Pero en la naturaleza estos procesos tienen un ritmo lento, que no se compara con la velocidad que imponen los avances tecnológicos actuales, aun cuando estos avances tengan detrás un desarrollo científico de varios siglos.

134. Si bien no hay comprobación contundente acerca del daño que podrían causar los cereales transgénicos a los seres humanos, y en algunas regiones su utilización ha provocado un crecimiento económico que ayudó a resolver problemas, hay dificultades importantes que no deben ser relativizadas. En muchos lugares, tras la introducción de estos cultivos, se constata una concentración de tierras productivas en manos de pocos debido a «la progresiva desaparición de pequeños productores que, como consecuencia de la pérdida de las tierras explotadas, se han visto obligados a retirarse de la producción directa». Los más frágiles se convierten en trabajadores precarios, y muchos empleados rurales terminan migrando a miserables asentamientos de las ciudades. La expansión de la frontera de estos cultivos arrasa con el complejo entramado de los ecosistemas, disminuye la diversidad productiva y afecta el presente y el futuro de las economías regionales. En varios países se advierte una tendencia al desarrollo de oligopolios en la producción de granos y de otros productos necesarios para su cultivo, y la dependencia se agrava si se piensa en la producción de granos estériles que terminaría obligando a los campesinos a comprarlos a las empresas productoras.

135. Sin duda hace falta una atención constante, que lleve a considerar todos los aspectos éticos implicados. Para eso hay que asegurar una discusión científica y social que sea responsable y amplia, capaz de considerar toda la información disponible y de llamar a las cosas por su nombre. A veces no se pone sobre la mesa la totalidad de la información, que se selecciona de acuerdo con los propios intereses, sean políticos, económicos o ideológicos. Esto vuelve difícil desarrollar un juicio equilibrado y prudente sobre las diversas cuestiones, considerando todas las variables atinentes. Es preciso contar con espacios de discusión donde todos aquellos que de algún modo se pudieran ver directa o indirectamente afectados (agricultores, consumidores, autoridades, científicos, semilleras, poblaciones vecinas a los campos fumigados y otros) puedan exponer sus problemáticas o acceder a información amplia y fidedigna para tomar decisiones tendientes al bien común presente y futuro. Es una cuestión ambiental de carácter complejo, por lo cual su tratamiento exige una mirada integral de todos sus aspectos, y esto requeriría al menos un mayor esfuerzo para financiar diversas líneas de investigación libre e interdisciplinaria que puedan aportar nueva luz.

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DE FE Y FÓSILES

La encíclica del Papa Francisco cuestiona la industria de los combustibles fósiles y mucho más

Boletín de prensa – Grupo ETC

19 de junio de2105

¿Teología de la liberación o “tecnología de la liberación”?

Las simpatías del Papa Francisco por la Teología de la Liberación ‹el mensaje radical de la iglesia católica en América Latina, que entre las décadas de los sesenta y setenta llamó al cambio social‹ han cuando menos sido inciertas. Él era un joven sacerdote cuando la Teología de la Liberación estaba en su apogeo y no dijo nada cuando ésta perdió el favor de la jerarquía católica. En 2014 y nuevamente este año, sin embargo, el Papa Francisco se reunió con movimientos sociales y organizaciones civiles (incluido el Grupo ETC) y volverán a dialogar nuevamente en Bolivia en pocas semanas, para discutir lo que algunos han descrito como un nuevo capítulo de la Teología de la Liberación.

La nueva encíclica del Pontífice, Laudato Si', hace eco de esa teología que ha hecho énfasis en la justicia social.

Enfocándose en el cambio climático y en la necesidad de emprender una acción revolucionaria para proteger a la “Hermana Tierra” (párrafo 53) y a la humanidad, el Papa se refiere con dureza a la industria de los combustibles fósiles, demandando una retirada urgente de los combustibles fósiles (párrafo 26) y rechazando el entusiasmo de la industria por el mercado de créditos de carbono, por considerarlo una distracción peligrosa, que incluso justifica el consumismo. (Párrafo 171).

Pero va más allá de los combustibles fósiles, a la confrontación directa con el poder de las corporaciones y llama a terminar con el dominio del sector privado por encima de los gobiernos nacionales. El Papa Francisco pide un sistema multilateral más fuerte (párrafo 175) en el que los gobiernos recuperen su papel político y en el que se promueva la participación popular (párrafos 14 y 135).

El Papa Francisco critica el control de las corporaciones con las tecnologías en general y advierte repetidamente que los movimientos y la “confianza ciega” de la industria en los remiendos tecnológicos es muy peligrosa. (Párrafo 14).

Un capítulo entero de la encíclica se enfoca en las promesas y las amenazas de la tecnología y el riesgo que implican para la humanidad muchas tecnologías no evaluadas. (Párrafo 112). Haciendo eco de su mentor, el Papa Juan XXIII a principios de los sesenta, Francisco da prioridad a las soluciones socioeconómicas a los problemas sociales tal como plantea la Teología de la Liberación y no mediante la “tecnología para la liberación”, que asume traicioneramente que la humanidad puede permitir que la industria invente respuestas tecnológicas para todos nuestros asuntos económicos, ambientales y de equidad. La encíclica llama enfáticamente a realizar una amplia evaluación social de las tecnologías y aplicar el Principio de Precaución (párrafos 135, 177, 186 y 188).

Es un mensaje claro a los negociadores de cambio climático que estarán en París a final de este año. Claramente, Francisco no confía en las aseveraciones del G7 y de las grandes empresas petroleras, en el sentido de que una combinación de reducciones voluntarias junto con la invención de tecnologías “mágicas” permitirán que las compañías sigan extrayendo sus billones de dólares en activos y aún así lograr emisiones “netas cero” para el 2100.

Al Papa se han unido varios líderes ambientalistas y economistas ‹incluidos comentaristas del Financial Times‹ en reconocer que las conclusiones que se están elaborando hacia París harán que los niveles de CO2 se incrementen, de los actuales 400 ppm a 700 ppm para el 2100 y que las temperaturas aumenten mucho más de 2oC (que es el compromiso del G7) a por lo menos 3.5 oC.

Aunque la encíclica no se refiere a la geoingeniería del clima o, más específicamente, a la amenaza que implican los arreglos técnicos de escala planetaria como el manejo de la radiación solar (disparar sulfatos a la estratósfera para reducir la luz del sol y bajar las temperaturas) o las técnicas conocidas como BECCS (captura y almacenamiento de carbono con bioenergía, almacenando el CO2 en los mares o en los suelos) su tono deja poca duda de que Francisco no aceptará que una élite tecnológica controle el termostato de La Tierra.

La crítica del Papa al poder corporativo también se refiere a los oligopolios de la cadena alimentaria. (Párrafo 134). En un pasaje que nos recuerda casi literalmente a nuestra publicación En el caos climático, ¿quién nos alimentará? Francisco argumenta que los campesinos protegen la mundo, con poca tierra y recursos escasos. Llama a que como mínimo haya un diálogo abierto, participativo, incluyendo a los más afectados, sobre los transgénicos (párrafo 135); advierte sobre la manipulación de la información y de la investigación que “no pone todos los elementos sobre la mesa” y “no llama las cosas por su nombre² y explícitamente rechaza la introducción de semillas “infértiles” (párrafo 134), es decir, la tecnología Terminator o de semillas suicidas, que mueren luego de cosechadas. Esta advertencia es particularmente relevante cuando el Congreso de Brasil podría aceptar la legislación para comercializar Terminator, a pesar de que existe una moratoria de Naciones Unidas contra el uso de esta tecnología.

El mensaje de Francisco también es válido para la discusión de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y para los negociadores que sesionan ahora mismo en Nueva York y que pronto se reunirán en Etiopía, a mitad de julio, para decidir sobre la financiación necesaria para las estrategias nacionales de desarrollo y los presupuestos de ayuda internacional hasta el 2030. Naciones Unidas adoptará 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible ‹incluyendo 169 metas que dependen en gran medida del uso de nuevas tecnologías para enfrentar las necesidades sociales y ambientales. A pesar de que afirma esta dependencia de tecnologías para lograr los objetivos propuestos, los estados de la OCDE combaten la propuesta del G-77 y China‹promovida especialmente por Brasil, India y Egipto, luego de ser aprobada en la conferencia de Río+20‹ para establecer un Mecanismo de Facilitación de Tecnologías que no solamente considere temas como la transferencia, sino también la evaluación de esas tecnologías. Aunque 18 estados de la Unión Europea así como la comisión de la Unión en Bruselas tienen oficinas independientes para la evaluación de las tecnologías, Reino Unido y Estados Unidos se oponen ferozmente a que exista un foro de ³alerta temprana² sobre tecnologías en Naciones Unidas.

Para ser claros, el Papa no se opone a la ciencia y la tecnología. De hecho, apuesta por la ciencia independiente que informa al IPCC y apoya fuertemente el papel de la ciencia para entender y enfrentar al cambio climático y muchos otros temas que conciernen a toda la sociedad. Teniendo en cuenta la experiencia de la iglesia con Galileo y Copérnico, el Papa está claramente del lado de la ciencia, pero no de la creación de tecnologías dirigida por la industria para acrecentar sus ganancias, que conllevan ocasionar daños directos o colaterales a la Hermana Tierra y sus ciudadanos.

Esta encíclica influirá con toda certeza las negociaciones en París pero también será recordada por su amplia crítica del control de las corporaciones sobre los gobiernos y sobre la tecnología. También será recordada por su llamado a la renovación del sistema multilateral, que sea nuevamente guiado por los gobiernos y con amplia participación de la sociedad civil. Así como advirtió el Foro Social Mundial este año, la COP21 (la 21a sesión de la Conferencia de las Partes del Convenio Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático) que ocurrirá en París en diciembre 2015 no debe encaminarse a una COP22 si no es capaz de cumplir las demandas de la gente, que ahora también expresa el Papa. En su lugar deberíamos sustituirla por la CoP1, un 1er Congreso de los Pueblos, que también marque un nuevo comienzo y profunda revitalización de Naciones Unidas. Y, en Etiopía, en Julio, la ONU debería establecer sin demora una oficina para la evaluación de tecnologías y dando así el primer paso para liberar la tecnología de los oligopolios corporativos.

Más información:

gro.puorgcte@cteopurg

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Fuente: RALLT

Temas: Ecología política

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