Encuentro europeo: "Soberanía alimentaria, una respuesta a la crisis"

Idioma Español
País Europa

"Sin denunciar las causas de la inseguridad alimentaria en Europa, la Alianza por la Soberanía Alimentaria se limita a la solidaridad con los campesinos europeos o con otros pueblos, pero no promueve aquí y ahora, la necesaria auto-organización de la ciudadanía en defensa de su derecho a una alimentación saludable, agroecológica y a precios justos, no sólo para los agricultores sino también asequibles para los consumidores."

 

“SOBERANÍA ALIMENTARIA, UNA RESPUESTA A LA CRISIS”

 

Durante los días 16 a 21 de agosto, la ciudad de Kreims (Austria) ha acogido al Foro Europeo por la Soberanía Alimentaria “Nyeleni Europa 2011”. Este Foro recoge el nombre y el mandato del Foro Mundial de Nyeleni (Malí-2007), de construir alianzas por la Soberanía Alimentaria. El encuentro mundial de 2007 fue organizado por la Vía Campesina, la Coordinadora de Organizaciones Campesinas de Malí (CNOP), la Red de Organizaciones Campesinas y de Productores de África del Oeste (ROPPA), el Comité de Planificación Internacional para la Soberanía Alimentaria con sede en Roma (IPC), el Foro Mundial de Pescadores y Trabajadores de la Pesca (WFF), el Foro Mundial de Pueblos Pescadores (WFFP), la Marcha Mundial de Mujeres, Amigos de la Tierra y la Red para la Soberanía Alimentaria (Ver www.nyeleni.org). El Foro Europeo “Nyeleni 2011” ha sido impulsado inicialmente por la Coordinadora Europea de Vía Campesina, Amigos de la Tierra Europa, Attac Europa, la Marcha Mundial de Mujeres y el Comité Internacional de Planificación para la Soberanía Alimentaria, es decir, las organizaciones europeas o mundiales con sede en Europa que promovieron el encuentro en Malí a las que se añade Attac.

 

En Kreims se han congregado 400 personas procedentes de 34 países, representando a 120 organizaciones e individuos de la sociedad civil y los movimientos sociales. De España han participado 22 personas representantes de organizaciones agrarias, ecologistas, de consumidores y de cooperación agrupadas en la Plataforma Rural. Han debatido por grupos de trabajo repartidos en cinco grandes áreas temáticas: a) modelos de producción (agroecología, energía, clima, transgénicos, dependencia de las proteínas, biodiversidad…); b) mercados y organización de las cadenas y las redes alimentarias (dominación corporativa de la cadena alimentaria, mercados locales, especulación alimentaria, transparencia, criminalización, solidaridad…); c) condiciones de trabajo y aspectos sociales (trabajadores agrícolas, inmigrantes, renta, salud, acceso a los alimentos); d) acceso a la tierra y otros recursos (primera instalación, financiación, energías renovables, agua, semillas…); y e) políticas públicas (PAC y Desarrollo Rural, políticas de pesca, energía, comercio, …). Los debates se organizaron por regiones y por sectores (agricultor@s, consumidor@s, ONGs ecologistas y de desarrollo, trabajador@s) que luego se llevaron a plenarios concluyendo en una declaración final.

 

El comunicado de apertura del Foro marcaba como objetivo principal del encuentro “articular un plan europeo para la soberanía alimentaria basado en los derechos de la población, el potencial y las limitaciones de los territorios europeos y la necesidad de enfriar el planeta y restablecer su regeneración ecológica”.

 

La declaración final denuncia dos grandes fracasos. 1) el fracaso del sistema del alimentario actual -basado en un “modelo de agricultura industrializada y controlado por un pequeño grupo de multinacionales y grandes superficies de la distribución (…) diseñado para obtener beneficios en lugar de centrarse en la producción de alimentos sanos, justos y buenos para los pueblos”; un sistema alimentario “dependiente de energías fósiles finitas, que no reconoce la limitación de recursos naturales y se aleja de una relación armoniosa con la naturaleza”; b) el fracaso de las políticas agrarias, alimentarias, financieras, energéticas y comerciales tanto estatales, como europeas e internacionales que lo sustentan.

 

Los delegados responsabilizan de los daños ecológicos y sociales al sistema alimentario y a las políticas públicas: “pérdidas de biodiversidad y fertilidad de la tierra, contribución al cambio climático, empeoramiento de condiciones laborales de agricultores y trabajadores, pobreza rural en el Planeta y hambre para más de 1000 millones de habitantes a la vez que produce un superávit de alimentos que se desperdician o exportan dentro y fuera de Europa compitiendo brutalmente con las producciones locales”.

 

Las conclusiones del Foro “Nyeleni Europa 2011” comienzan denunciando los ajustes estructurales de los gobiernos europeos para “salvar el capitalismo y a sus grandes beneficiarios (banca privada, grupos inversores y grandes corporaciones”, constatando que están surgiendo movilizaciones generales “para denunciar los sistemas económicos y de gobernanza que han conducido a la crisis”. El Foro Nyeleni Europa 2011 se reclama “movimiento de resistencia y transformación en el terreno de los movimiento sociales preocupados por un modelo de agricultura global reflejo del modelo capitalista que la dirige”. Los valores compartidos por las organizaciones y personas participantes en el Foro de Nyeleni son: “respeto a los derechos humanos; libre movimiento de personas pero no de circulación de mercancías y capital porque destruye los medios de vida de las personas; cooperación y solidaridad frente a la competitividad; apuesta por la construcción de sistemas y procesos democráticos libres de la violencia e influencia de las corporaciones y basados en la igualdad de derechos e igualdad de género que contribuirán a la abolición del patriarcado”.

 

El Foro apuesta por un “cambio en la dirección del sistema alimentario basado en los principios de la Soberanía Alimentaria a través de la reorientación de las políticas y prácticas agrícolas y alimentarias”... como “el primer paso, no sólo para el cambio de los sistemas agrícolas y alimentarios sino también para cambiar el interior de nuestras sociedades”.

 

La Declaración destaca entre los participantes del Foro, a los “jóvenes que representan sus luchas y el futuro de la sociedad” porque van a “volcar sus energías y creatividad en hacer más fuerte este movimiento. Para ello deben ser “capaces de proporcionar alimentos e integrarse en las estructuras y los espacios de decisión”.

 

Los participantes en el Foro se comprometen a “tomar en sus propias manos la responsabilidad del sistema alimentario” mediante:

 

a) Un trabajo dirigido hacia un sistema alimentario sostenible ecológicamente y socialmente justo de producción y consumos basados en la producción agraria de pequeña escala y en el procesamiento y la distribución alternativos, locales y de temporada, reduciendo el consumo de carne y derivados en la dieta europea mediante educación alimentaria.

 

b) La descentralización del sistema de distribución de alimentos y acortamiento de la cadena alimentaria entre productores y consumidores.

 

c) La mejora de las condiciones laborales y sociales, en particular en el terreno de la alimentación y la agricultura.

 

d) La democratización de la toma de decisiones sobre el uso de los bienes comunes y el patrimonio (tierra, agua, aire, conocimiento tradicional, semillas y razas ganaderas, etc) frente a la mercantilización y las patentes sobre estos bienes comunes.

 

e) La lucha para conseguir que las políticas públicas garanticen la vitalidad de las áreas rurales, promoviendo prácticas agroecológicas, precios justos para los productores y alimentos seguros y libres de transgénicos para todos.

 

Concluyen refiriéndose a las políticas públicas. Estas “deben prohibir la especulación alimentaria y el ‘dumping’ (entrada de alimentos a precio inferior a la producción local)”. En la Unión Europea se debe promover “una Política Agraria y Alimentaria diferente y eliminar la Directiva Europea sobre agrocombustibles”. Con respecto al comercio agrícola internacional apuestan por una “gobernanza global radicada en la FAO y no en la OMC”. Finaliza la declaración haciendo un “llamamiento a los movimientos sociales para sumarse en la lucha por controlar nuestros sistemas alimentarios y construir el Movimiento por la Soberanía Alimentaria en Europa”.

 

COMENTARIOS A LAS CONCLUSIONES DEL FORO DE “NYELENI EUROPA 2011”

 

Compartimos las conclusiones que hemos tratado de resumir. Recogen los problemas del mundo rural y la agricultura familiar y expresan la necesidad de solidaridad y apoyo hacia ellos, precisamente en una coyuntura de crisis a la que contribuye la reforma de la Política Agraria Común (PAC). Por eso, hace un año, las organizaciones iniciadoras de este Foro con la Coordinadora Europea de la Vía Campesina a la cabeza (ECVC), impulsaron una Alianza Europea por una PAC desde la Soberanía Alimentaria –FoodsovCAP en inglés- cuyo referente es la Declaración “Por una Política Agrícola y Alimentaria Común sana, sostenible, justa y solidaria” (ver aquí). A esta declaración se han adherido 3 organizaciones de ámbito mundial, 12 organizaciones de ámbito europeo y 150 organizaciones pertenecientes a los estados miembros de la UE. La organización europea más activa, después de la ECVC –se han adherido 16 organizaciones campesinas-, ha sido Attac, con la adhesión de 8 delegaciones de países europeos. El objetivo de la Alianza Europea “FoodsovCAP” era conseguir un amplio apoyo de ONGs para presionar a los gobiernos de los países miembros, a la Comisión y al Parlamento Europeos ante la reforma inminente de la PAC con el fin de defender la explotación familiar, en franco retroceso con las políticas agrarias y alimentarias globalizadoras a favor de las multinacionales y de la producción industrial de alimentos.

 

Este manifiesto no ha sido apoyado por las organizaciones agrarias pertenecientes a la Confederación de Organizaciones Profesionales Agrarias (patronal agraria europea COPA) porque no quieren un reparto social de las subvenciones agrarias ni que se cuestione el modelo de agricultura industrial ya que ambos benefician a las grandes explotaciones. Pero tampoco tiene la firma explícita de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) que, aunque es un miembro activo de la Via Campesina en Europa –en cualquier comparecencia de Vía Campesina Europa siempre hay un portavoz de COAG- es la única organización agraria europea que pertenece simultáneamente a la Coordinadora Europea Vía Campesina y al COPA. ¿Por qué la COAG sigue en el COPA si está claro que el modelo de PAC que defienden el COPA y la ECVC son contrarios? ( aquí) ¿Por qué la COAG mantiene esta doble pertenencia cuando el COPA comparte con la patronal agraria española la defensa de los transgénicos, mientras que COAG lidera la oposición a los mismos en España y la Vía Campesina Europa pide expresamente la prohibición de patentes y transgénicos? ( ver nota de prensa de constitución de la ECVC) ¿Qué ventajas aporta para la COAG la pertenencia al COPA cuando éste organismo defiende los presupuestos de la gran patronal agraria europea?

 

Las conclusiones del Foro Europeo Nyeleni 2011 destacan la pobreza y el hambre que causan la alimentación industrializada, mercantilizada y global en la población mundial, pero no hay una sola línea sobre los daños en la salud causados por esa misma alimentación global en las poblaciones de los países “desarrollados”: obesidad, diabetes, cáncer, enfermedades autoinmunes, muchas de ellas sustentadas por unos hábitos alimentarios enfermantes inducidos por la publicidad y las multinacionales de la alimentación. Ambas dimensiones de la inseguridad alimentaria son las dos caras de la misma moneda.

 

Sin denunciar las causas de la inseguridad alimentaria en Europa, la Alianza por la Soberanía Alimentaria se limita a la solidaridad con los campesinos europeos o con otros pueblos, pero no promueve aquí y ahora, la necesaria auto-organización de la ciudadanía en defensa de su derecho a una alimentación saludable, agroecológica y a precios justos, no sólo para los agricultores sino también asequibles para los consumidores. Sin poner el centro de gravedad en la igualdad, reciprocidad y apoyo mutuo de consumidores responsables y agricultores agroecológicos, no podrá construirse un verdadero Movimiento por la Soberanía Alimentaria en Europa.

 

Quienes trabajamos desde hace 16 años en la construcción del consumo responsable agroecológico, autogestionado y popular en nuestros barrios y pueblos, en relación directa con campesinos agroecológicos que apuestan por la autoorganización de sus propias redes, sabemos las dificultades que tiene cooperar desde la autonomía de cada parte sin dejar de preocuparse por las necesidades de la otra. Un ejemplo ha sido la campaña que este verano hemos hecho entre los grupos y consumidores de los GAKs y La Garbancita Ecológica para conciliar las vacaciones de los consumidores (en el tiempo que se iban fuera) con el mantenimiento, también necesario, de la compra de alimentos de huerta en la época en que más produce. La logística de La Garbancita no ha tomado vacaciones y, aunque el volumen de compra ha caído al 50%, hemos podido mantener las demandas a 4 agricultores productores de frutas y hortalizas en julio y 3 en agosto, frente a 2 y 1 respectivamente del año anterior. No estamos satisfechos con el resultado, aunque sí con el modesto avance y la forma participativa de conseguirlo.

 

Compartimos con los participantes del Foro “Nyeleni Europa 2011”, la preocupación por los estragos que causan las políticas de comercio global de alimentos de la OMC con la que finalizan su Declaración. También la propuesta de impedir que la OMC controle la producción y la circulación de los alimentos. Sin embargo, la Organización Mundial para la Agricultora y Alimentación (FAO), a la que se le atribuye la defensa de la seguridad alimentaria, aún dependiente de Naciones Unidas, no es una institución ajena a las estrategias del “libre comercio” de alimentos de la OMC, sino la pieza “técnica” que lo hace posible. Desde su creación en 1947, la FAO ha sido y sigue siendo el instrumento para la mercantilización de la agricultura y la alimentación con la penetración de la agricultura industrial y el comercio global de alimentos en los países “subdesarrollados” y con dificultades para soportar las embestidas del capitalismo global y alimentar a su población. Todas las políticas de transformación agraria de la FAO acaban condicionadas a los compromisos impuestos por el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional para pagar las deudas contraídas por acceder a tal modernización.

 

En octubre de 2008, redes de consumidores y productores ecológicos del Estado Español iniciamos la campaña “EN DEFENSA DE LA SEGURIDAD Y LA SOBERANÍA ALIMENTARIA. LUCHA CONTRA EL HAMBRE. LA FAO, ¿SOLUCIÓN O PROBLEMA? COEXISTENCIA CON TRANSGÉNICOS, NO, NO Y NO. NI PRODUCIDOS, NI IMPORTADOS, NI CONSUMIDOS. PROHIBICIÓN”. Se trataba de problematizar la reunión que la FAO iba a tener en enero de 2009 en Madrid, impulsada por la ONU y el gobierno español y denunciar la responsabilidad de la propia FAO y otras instituciones internacionales (OMC, BM, FMI, etc.) en el hambre y la crisis alimentaria. Entre otras acciones, la campaña consistió en la publicación de 17 artículos elaborados por colectivos y redes de agricultores y de consumidores sobre el papel de estas instituciones internacionales (Ver Campañas aquí).

 

Probablemente, postular a la FAO como solución y no cuestionar el papel contradictorio de dicha agencia en el sistema alimentario global, tiene que ver con la relación institucional que mantienen algunas organizaciones impulsoras del Foro “Nyeleni 2007” y de “Nyeleni Europa 2011”. El Comité Internacional de Planificación para la Soberanía Alimentaria -mediador entre las organizaciones campesinas, las ONGs y la FAO- se felicita en su web por los buenos acuerdos a los que han llegado con la FAO desde enero de 2003 para hacer un seguimiento -con la participación de las organizaciones sociales-, sobre la consecución del derecho a la alimentación, los enfoques agroecológicos para la producción de alimentos, el acceso local y el control de los recursos naturales y la incorporación de la soberanía alimentaria en el comercio agrícola. (Ver www.foodsovereignty.org).

 

Estas ambigüedades nos conducen a formular una pregunta: ¿Cuánto hay en el Foro “Nyeleni Europa 2011” de movimientos locales de agricultores y consumidores que luchan por el consumo responsable agroecológico, el comercio local y la soberanía alimentaria y cuánto de la necesidad de las ONGs en consolidar su papel de mediadoras con las instituciones internacionales?

 

El Foro, en un ejercicio de transparencia, informa de la procedencia de la financiación de este encuentro aunque no de su cuantía ni del peso de las subvenciones institucionales. Junto a 19 organizaciones europeas (entre ellas Attac-Francia, Amigos de la Tierra-España y Entrepueblos -ONG española-) y 16 organizaciones austríacas, participa la Dirección General de Agricultura de la UE.

 

Un encuentro europeo de organizaciones sociales para cuestionar el sistema alimentario global, las políticas públicas y proponer la implicación de los movimientos sociales en poner límites a este sistema, es una buena noticia. Sin embargo, las contradicciones señaladas apuntan a un peligro. No está claro que dicho encuentro sirva para impulsar un movimiento por la soberanía alimentaria autónomo de unas instituciones claramente subordinadas a la globalización alimentaria y cómplices de la inseguridad alimentaria general. Es necesario trabajar por los objetivos de este movimiento a escala local y vigilar la evolución de estas ambigüedades.

 

Pilar Galindo

Temas: Soberanía alimentaria

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