La relación entre las políticas públicas del agua en México y la Soberanía Alimentaria nacional

"El agua debe estar al servicio de las agriculturas que coadyuvan a la construcción de una verdadera soberanía alimentaria, y no de empresas que solo rompen con esta, como las transnacionales Nestlé, Pepsico o Coca Cola a través de la extracción y venta de agua, Monsanto o Bayer, a traves de una agricultura de contrato con paquetes tecnológicos específicos, o Amsa con el uso intensivo del agua en la agroindustria del café, entre otras, que dan como resultado la contaminación de estas fuentes de agua."

Por Conde Molina Yamilet Estefany, González Ramírez Alejandro, Hernández García Luis Javier.

 

¿QUÉ ES SOBERANÍA ALIMENTARIA?

 

Coadyuvando al entendimiento del tema en nuestro país, y después de haber realizado algunos estudios sobre el tema dentro de la materia de Soberanía Alimentaria que se imparte en la Licenciatura en Redes Agroalimentarias de la Universidad Autónoma Chapingo, aportamos la siguiente definición.

 

Soberanía alimentaria es: << El derecho de un grupo humano de definir sus propias formas de organización para la producción agrícola, el transporte, la transformación, la distribución de alimentos, así como también el intercambio de los mismos, formado a traves de una construcción social de relaciones horizontales, donde las relaciones verticales garanticen la apropiación de sus recursos naturales, como el agua, la tierra, los bosques, el aire, los mares, los minerales, los combustibles fósiles; así como la apropiación del esfuerzo laboral puesto en el manejo de estos, donde el valor apropiado ofrezca los recursos que desarrollen los conocimientos con los que pueda generar un entorno político, económico y ecológico que les garantice ser respetados y también respetar la diferenciación cultural, tener la tecnología culturalmente apropiada para la producción, el transporte, la transformación, la distribución y el consumo, así como también los conocimientos para garantizarla (eficientemente), tener una preparación para enfrentar nuevas lógicas y si así se cree pertinente construir dentro del mismo proyecto ya planteado, nuevas visiones, hechas desde un carácter social y aplicando formas de economía alternativas (solidarias); además de tomar en cuenta la capacidad de la naturaleza para prevenir riesgo aplicando el uso de conocimientos y saberes que fomenten el desarrollo sustentable, que se den a través de la creación y la implementación de políticas públicas que permitan que lo anterior se cumpla.

 

Por lo tanto es necesario construir relaciones sociales para acceder y apropiarse de los recursos, además de desarrollar nuevas políticas de intercambio, no implicando que las relaciones comerciales hacia el exterior se cierren, sino creando y formulando políticas comerciales que promuevan y protejan la producción y reproducción del propio grupo por encima de los externos. >>

 

¿PORQUÉ DEBE DE SER UN DERECHO EL AGUA?

 

Es indiscutible que el agua es la base fundamental de todo proceso vital, es tan importante que no debe ser sujeto a mercancía, es más que solo un recurso natural que se puede aprovechar y del cual nos podemos beneficiar económicamente; el agua es vida, ya que todo ser debe tener acceso al agua para poder vivir, un claro ejemplo de dicha afirmación es que este liquido vital compone el 70% del cuerpo humano y si dejáramos de tomarla moriríamos en pocos días, además de que el agua es muy importante para todas nuestras actividades pero en especial para la agricultura y por lo tanto también es importante para la producción de alimentos e incluso para la soberanía alimentaria; el agua es imprescindible ya que hacemos uso de ella en todas nuestras actividades cotidianas.

 

Por lo tanto es necesaria para todos los seres y no hay vida sin agua, ni producción, ni actividades económicas, es decir nada, por lo tanto no debe de ser convertida en una mercancía ni debe ser tratada como tal, el agua es un derecho por ello nosotros trataremos el tema en torno al agua.

 

En el marco de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Ambiente y el Desarrollo (UNCED) celebrada en Río de Janeiro, Brasil, del 3 al 14 de junio de 1992, representantes de diferentes países acordaron que el agua es un asunto de interés prioritario, tanto a escala local como global para el crecimiento y desarrollo de los habitantes de cada país, por lo que se tiene que hacer valer el uso de este recurso de una manera más sustentable para una mayor recuperación y cuidado (FAO 1992).

 

En la década siguiente diferentes países, otorgaron concesiones a empresas privadas con el objetivo de llevar a cabo las obras para reducir la proporción de la población que no tiene acceso al agua potable y servicios básicos de saneamiento, esto como una de las metas derivadas de la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible, celebrada en 2002 en Johannesburgo, convirtiendo así el agua en una mercancía, ya que dichas empresas privadas ven la oportunidad de generar más riquezas a traves de dicho negocio al aprovechar esta coyuntura política.

 

POLÍTICAS MEXICANAS SOBRE EL AGUA

 

En México desde 1855 los ayuntamientos de diferentes municipios del país optaron por ceder sus derechos en torno al agua al contratar el servicio de distribución y saneamiento del agua potable a empresas privadas, donde en los contratos con dichas empresas cedieron el control de las fuentes de abastecimiento del agua.

 

Como primer indicio de que las políticas públicas en materia del agua no beneficiaban al pueblo mexicano se da el 20 de Julio de 1855 cuando se dio la primera concesión a una compañía poblana; otro ejemplo es que en mayo de 1887 el ayuntamiento de Culiacán, con autorización del gobernador, el general Francisco Cañedo, firmó un contrato con Guillermo Harpe para introducir agua del río Humaya a la ciudad, Harpe formó su compañía con la razón social de Empresas de Aguas de Sinaloa, S. A., además de que el gobierno del estado y el ayuntamiento acordaron subvencionar a la empresa con cinco mil pesos para la instalación de la cañería de fierro. Otro claro ejemplo de otra concesión dada a una empresa privada es la que ocurrió en Villa Cecilia, Tamaulipas en 1929, en donde los contratos firmados estipulaban condiciones ventajosas para los empresarios, es decir, contratos que obligaban a los ayuntamientos a ceder el control del agua de la ciudad, pero además se contemplaba el otorgamiento de recursos del erario público para la construcción del nuevo sistema; desde esa época en México los únicos beneficiados eran las empresas privadas, Birrichaga, G., D., (1998: 199- 204).

 

Por otra parte y siguiendo con la temática del otorgamiento de beneficios económicos a empresas privadas, se da con las políticas públicas en materia de agua que se establecieron en México en 1940, en donde se ponían vedas que afectaron a la población, y ayudaban al desarrollo industrial, por lo que sólo benefició al sector privado, porque se dejó de invertir en sistemas de potabilización, drenaje y saneamiento en la mayoría del territorio mexicano y se privilegiaron con dichas políticas sólo las ciudades y las agroindustrias.

 

La Actual Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en su Título Primero, Capítulo I De los Derechos Humanos y sus Garantías, Artículo 4, le fue adicionado un párrafo el 8 de febrero de 2012 que a la letra dice “Toda persona tiene derecho al acceso, disposición y saneamiento de agua para consumo personal y doméstico en forma suficiente, salubre, aceptable y asequible. El Estado garantizará este derecho y la ley definirá las bases, apoyos y modalidades para el acceso y uso equitativo y sustentable de los recursos hídricos, estableciendo la participación de la Federación, las entidades federativas y los municipios, así como la participación de la ciudadanía para la consecución de dichos fines” (Diario Oficial de la Federación 2015), sin embargo seguiremos hablando más adelante de lo que se gesta en la actualidad.

 

SITUACIÓN ACTUAL

 

En el caso de México ya se tienen indicios de estar gestando las puestas en línea sobre la privatización de agua en diferentes formas, con el declaratorio avance en cuanto a la privatización de los servicios públicos de agua potable y su distribución, drenaje y saneamiento, lo cual indica que no es una privatización por completo sino que va por partes.

 

Como en otros lados, el acceso al agua en México es un derecho constitucional, por lo tanto el actual contexto político de esta se encuentra actualmente en discusión.

 

Desde nuestra perspectiva creemos que la imprescindible necesidad del agua para la producción de alimentos, así como su procesamiento doméstico y agroindustrial la hace susceptible de ser una condicionante para lograr la soberanía alimentaria. Un claro ejemplo: Es la concesión que el gobierno mexicano le acaba de dar a el consorcio trasnacional Nestlé –Nestlé Waters– quien se apropio de manantiales de agua que nace del volcán Iztaccíhuatl, que son propiedad de la nación para el rentable negocio de la venta de agua embotellada, al tiempo que en el mismo espacio campesinos de las comunidades y ejidos del municipio poblano de Tlahuapan tienen restringido el aprovechamiento de agua para consumo humano y es vedado su uso para la producción agrícola (La Jornada, 2011). ¿Cómo es posible que en México las políticas no ayuden al pueblo mexicano?

 

Otro claro ejemplo es el que se enfrenta la población de Jalcomulco, municipio que se encuentra ubicado en la zona central del estado de Veracruz, México, en la región llamada Capital, situado a las orillas del río Los Pescados, perteneciente a la cuenca de La Antigua (Enciclopedia de los municipios de México 2015), ya que el 10 de octubre de 2013, la Comisión Reguladora de Energía “CRE” (organismo regulador encargado de otorgar permisos para la operación de centrales hidroeléctricas que no son consideradas de servicio público) otorgó a la empresa brasileña “Odebrecht” el Título de Permiso de Pequeña Producción de Energía Eléctrica, de acuerdo con la resolución res/1041/2013 para el desarrollo energético “La Antigua”, para que realice una presa para la instalación de una planta hidroeléctrica, con los consecuentes riesgos de inundaciones en los poblados vecinos a la afluente del río Jalcomulco, pudiendo dejar así a mucha gente sin hogar, (Forbes México, 2014).

 

CONCLUSIÓN:

 

Las políticas en México están encaminadas a que el pueblo no genere procesos de apropiación de sus recursos con el fin de que otras empresas inviertan y sean ellas las que se apropien de los recursos del país, a cambio de que dichas empresas generen riquezas y que una pequeña parte de las riquezas generadas se queden el país para que este tenga “un crecimiento económico”.

 

El agua debe estar al servicio de las agriculturas que coadyuvan a la construcción de una verdadera soberanía alimentaria, y no de empresas que solo rompen con esta, como las transnacionales Nestlé, Pepsico o Coca Cola a través de la extracción y venta de agua, Monsanto o Bayer, a traves de una agricultura de contrato con paquetes tecnológicos específicos, o Amsa con el uso intensivo del agua en la agroindustria del café, entre otras, que dan como resultado la contaminación de estas fuentes de agua.

 

En México para que haya una Soberanía Alimentaria las políticas públicas deben de estar encaminadas al bienestar de la población y no al bienestar de las transnacionales; lo más importante debe de ser la gente y no generar riquezas que solo se queden en manos de unos cuantos, el crecimiento de un país en mi opinión personal debe de darse en cuanto a la población que lo habita, el bienestar de esta en cuanto a alimentación, vivienda, salud, es decir se debe de ver reflejado en un contexto de buen vivir.

 

La defensa de las aguas por parte del pueblo mexicano, conlleva grandes sacrificios; ya que por más que se habla de espacios de participación, no hay espacio serios de diálogo ciudadano, y con ello este sector se enfrenta al fracaso de sus proyectos por parte de los que tienen el poder, quienes constantemente buscan nuevas formas para desarticular la resistencia de los pueblos y ciudadanos a las políticas privatizadoras actuales.

 

El gobierno debe garantizar que estas políticas se cumplan través de normas que lleven al cumplimiento que se puede dar a través de proyectos integradores.

 

Debemos entender que el agua solo se percibe como un bien económico y es ésta razón de la fuerte obsesión privatizadora actual. Por tanto es necesario crear políticas que garanticen que este recurso sea un derecho, y con ello crear normas para su acceso y control que verdaderamente cumplan con lo citado en el artículo 4° constitucional.

 

Una de las excusas por las cuales el agua y otros recursos naturales importantes para México se encuentren en un contexto de privatización, es debido a la “ineficiencia” con la que el Estado lo ha manejado, dando como resultado que se otorgen concesiones a empresas privadas que además de hacer que el número de personas que tienen acceso a este recurso sea cada vez menor, también crean incentivos como el mencionado en el diario La jornada 2011 del “costo evitado” que es el que asumiría la Comisión Federal de electricidad “CFE” al producir energía en una de sus plan tasquemando combustóleo, lo cual puede generar especulación económica por parte de los mismos funcionarios por medio de una negociación tras mostrador con las empresas privadas que recibirán este subsidio.

 

Por lo tanto las políticas publicas en materia del agua en México sólo benefician al sector privado, afectando así al pueblo mexicano y más a las personas más vulnerables; ya que muchos de los mexicanos no tienen acceso a este liquido vital ya que solo tienen acceso a coca cola, jugos y refrescos que la verdad no nutren ni quitan la sed porque en muchas de las comunidades no llega el agua potable pero si estos productos, y otra parte de la población no tiene opciones en cuanto al consumo del agua.

 

FUENTES:

  • Arreguín Et. Al. 2007, El agua en México. una visión institucional, ver aquí, consultado el día 01 de junio de 2015
  • Diario Oficial de la Federación 2015, Constitución política de los Estados Unidos Mexicanos, ver aquí, consultado el día 05 de junio de 2015.
  • Enciclopedia de los municipios de México 2015, Jalcomulco, ver aquí, consultado el día 02 de junio de 2015
  • FAO 1992, Conferencia de las naciones unidas sobre medio ambiente y desarrollo (UNCED), y convenio marco sobre la biodiversidad, ver aquí, consultado el día 05 de junio de 2015.
  • Forbes México 2014, Odebrecht: una amenaza que corre por el río, ver aquí, consultado el día 02 de junio de 2015
  • Google Libros 2015, Las Empresas de agua en México, ver aquí, consultado el día 4 de junio de 2015
  • Instituto de Investigaciones sociales-UNAM 2012, Crisis del agua y políticas: El agua ¿para quienes y para que?, ver aquí, consultado el día 01 de junio de 2015
  • Investigaciones Geográficas, Boletín del Instituto de Geografía UNAM 2007, Una perspectiva social de la problemática del agua, ver aquí, consultado el día 04 de junio de 2015
  • La Jornada 2011, Nestlé: apropiación privada de agua de la Iztaccíhuatl, ver aquí, consultado el día 02 de junio de 2015
  • Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal 2009, Participación y gobernanza. El modelo de gobierno del agua en México, ver aquí, consultada el día 03 de junio de 2015.
  • Suárez, C., B., E. 1998, Historia de los usos del agua en México: Oligarquías, empresas y ayuntamientos (1840- 1940), editorial CIESAS; IMTA, 1998 Ciudad de México.
Temas: Agua, Soberanía alimentaria

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