Pronunciamiento del III Encuentro Nacional frente al Cambio Climático - Organizaciones indígenas de Perú

Idioma Español
País Perú

"Los pueblos originarios contribuimos y podemos seguir contribuyendo a frenar el calentamiento global porque desde tiempos inmemoriales desarrollamos conocimientos, sabiduría y formas de vida armónicas y equilibradas con la Madre Tierra."

PRONUNCIAMIENTO FRENTE AL CAMBIO CLIMÁTICO

 

Las organizaciones del Pacto de Unidad, CNA, CCP, CUNARC-P, FENMUCARINAP, ONAMIAP y UNCA, llevamos a cabo el III Encuentro Nacional: “Territorio, Cambio Climático y Autodeterminación de los Pueblos Indígenas”, los días 8, 9 y 10 de diciembre de 2014 como parte de las actividades auto-gestionadas de la Cumbre de los Pueblos frente al Cambio Climático, suscribimos el siguiente pronunciamiento:

 

CONSIDERACIONES

  1. NOS REAFIRMAMOS COMO PUEBLOS ORIGINARIOS, con libre determinación, descendientes de pueblos milenarios que pre-existimos al Estado; tenemos nuestras propias instituciones sociales, económicas, culturales y espirituales, y nos reconocemos como hijos de la PACHA MAMA o MADRE TIERRA, a la que debemos respetar y cuidar, pues de esta depende nuestra existencia y buen vivir. Esto nos otorga una serie de derechos colectivos irrenunciables y que deben ser garantizados por el Estado peruano, producto de la ratificación del Convenio 169 de la OIT.
  2. SOMOS CONSCIENTES que desde los procesos de colonización europea, pasando por las políticas republicanas y neoliberales, hasta la actualidad -donde predominan los grandes intereses capitalistas transnacionales-, seguimos sufriendo una continua y sistemática invasión de nuestros territorios, depredación de nuestros bienes naturales y explotación de diversa índole, lo que vulnera nuestra autodeterminación y dignidad como pueblos y personas, nuestra cosmovisión y provoca la destrucción de nuestra Madre Tierra, sin proteger y garantizar nuestros derechos por parte del Estado, que legisla y direcciona las políticas en contra de nuestros legítimos intereses.
  3. SOMOS CONSCIENTES QUE EL CAMBIO CLIMÁTICO Y EL CALENTAMIENTO GLOBAL tienen como una de sus principales causas el modelo de industrialización capitalista y el consumismo irresponsable, alimentado por una economía primario-exportadora a través de actividades extractivas, agroindustriales, los monocultivos y los llamados “proyectos de desarrollo”, altamente contaminantes y consumidores de combustibles fósiles, que secan y destruyen nuestros sistemas hídricos, bosques, suelos, aire y hábitats enteros y que tratan de privatizar y patentar nuestro patrimonio natural y genético, conocimientos tradicionales y biodiversidad. Todo esto amenaza con destruir nuestra Madre Tierra o Pacha Mama, pone en riesgo nuestros derechos económicos, sociales, culturales y ambientales y la existencia y forma de vida de los pueblos originarios y de toda la humanidad.

La visión mercantil de los bienes naturales, que los prioriza como recursos y fuentes de ganancia a través de su privatización, contrasta con nuestra visión holística de la naturaleza, donde los bienes comunes son elementos básicos para la vida y sustento de nuestros derechos fundamentales, como el acceso al agua, a la alimentación y a la soberanía alimentaria o la práctica de la agricultura sostenible campesina indígena como forma de vida integral que permite el desarrollo de todos nuestros derechos, no solo los económicos.

  1. LOS PUEBLOS ORIGINARIOS CONTRIBUIMOS Y PODEMOS SEGUIR CONTRIBUYENDO A FRENAR EL CALENTAMIENTO GLOBAL porque desde tiempos inmemoriales desarrollamos conocimientos, sabiduría y formas de vida armónicas y equilibradas con la Madre Tierra. Sin embargo, y a pesar de no haber contribuido al cambio climático, somos los más perjudicados por los efectos del mismo. Por esta razón rechazamos las falsas soluciones que mercantilizan y pretenden despojarnos y dejarnos fuera de la gestión sobre nuestros territorios y recursos, y proponemos la adaptación comunitaria como respuesta integral y realista al cambio climático, que revalore y potencie el comprobado rol y aporte de las comunidades al desafío climático.

POR ELLO ACORDAMOS

  1. Reafirmar nuestra identidad como pueblos originarios con libre determinación; la descolonización integral de las relaciones entre los pueblos indígenas, el Estado y la sociedad; la descolonización de las relaciones entre los seres humanos y la Madre Tierra, para no verla como un objeto o simple “recurso natural” y fuente de riqueza de algunos, sino como a nuestra Madre, fuente y origen de la vida con la que tenemos que convivir en armonía.
  2. Trabajar por nuestra reconstitución y fortalecimiento como pueblos originarios, de nuestros territorios colectivos y una forma de vida en armonía con la Madre Tierra, como parte de una propuesta de Buen Vivir no sólo para los pueblos indígenas sino para toda la humanidad.
  3. Elaborar una nueva Constitución Plurinacional donde todos los pueblos originarios participemos como sujetos constituyentes de un Estado plurinacional que reconozca la pre-existencia de los pueblos indígenas y su territorio ancestral integral; que respete la igual dignidad de todos los pueblos y culturas, y de todas las personas, hombres y mujeres; que reconozca y garantice los derechos de los pueblos, personas y la Madre Tierra, para el Buen Vivir; con participación y cuota de pueblos originarios, jóvenes y mujeres.
  4. Establecer nuevas relaciones entre los Estados, que terminen la imposición de modelos de desarrollo del Norte al Sur y que son causa de opresión y destrucción de la Madre Tierra.

EXIGIMOS AL ESTADO PERUANO:

 

1. Que cumpla de buena fe, con responsabilidad y voluntad política con el reconocimiento y aplicación de los derechos de los pueblos indígenas a las naciones o nacionalidades que se reconocen como originarias, indígenas, ancestrales o tradicionales, pueblos autónomos (pueblos indígenas en aislamiento voluntario y contacto inicial), comunidades campesinas de la sierra y costa, comunidades nativas, rondas campesinas, así como a nuestras organizaciones locales, regionales y nacionales representativas y de autogobierno. Para esto debe cumplir con las obligaciones establecidas en el Convenio 169 de la OIT e implementar las medidas necesarias para adecuar al Estado a dichas obligaciones a fin de materializar los derechos reconocidos a los pueblos indígenas.

 

De forma específica, establecer adecuados procesos de consulta previa, conforme a las garantías que establece la normativa internacional y nacional, en el caso de normas, leyes e instrumentos administrativos de carácter nacional que afecten o puedan afectar al desarrollo y bienestar de los pueblos indígenas. Asimismo, establecer procesos realmente participativos y de cogestión con los pueblos indígenas para todas las fases de proyectos y programas que nos impliquen, influencien, intervengan o afecten nuestros territorios y recursos.

 

2. Autogobierno y participación de pueblos indígenas a todo nivel, así como un sistema de cuotas en todas las instituciones representativas del Estado.

  1. Titulación y titularidad colectiva de la propiedad del territorio ancestral integral de los pueblos indígenas, incluyendo todo el hábitat, recursos naturales, bosques, aguas, flora y fauna.

Derogatoria de la Ley 30230 que atenta contra los derechos de los pueblos indígenas, pues fomenta la parcelación y el despojo de los derechos sobre la tierra y el territorio por parte del Estado, amparándose en el propio incumplimiento del Estado con la deuda de la formalización de la propiedad colectiva.

 

Eliminación de la figura de “cesión en uso” de los bosques.

  1. Garantía a nivel constitucional de la inalienabilidad, inembargabilidad e imprescriptibilidad de los territorios, sin parcelación individual de los mismos.
  2. Ordenamiento territorial con base en la visión del buen vivir de los pueblos.
  3. Anulación de todo tipo de concesiones (mineras, hidrocarburíferas, forestales) otorgadas dentro de los territorios de los pueblos originarios sin consulta ni consentimiento previo, libre e informado.
  4. Prohibición de la destrucción de los sistemas hídricos, bosques, cuencas; la minería a tajo abierto y por socavones; y el uso de mercurio y metales pesados.
  5. Aprobación e implementación del Programa Nacional de Adaptación Climática Comunitaria (PRONACC) con plena participación de los pueblos originarios, con presupuesto e indicadores medibles.
  6. Garantía de reparaciones, restitución, remediación de suelos y aguas destruidos o contaminados por las actividades extractivas; y pago de compensaciones y beneficios, cuando corresponda.

Declaratoria en emergencia del lago Titicaca, lago de los Incas.

  1. No a la represión de líderes indígenas cuando defienden nuestros derechos territoriales; y no a la impunidad de quienes han usado la violencia contra los pueblos.

Derogatoria de la Ley 30151 que libra de responsabilidad a militares y policías por muertes de terceros en acción de servicio.

  1. Derogatoria o modificación, en su caso, de normas secundarias que no respetan los derechos de pueblos indígenas o los pueden poner en riesgo, y adecuación de las mismas y plena participación de los pueblos indígenas en su elaboración, como la Ley de Hidrocarburos (26221), Ley de los Recursos Naturales, Ley de Tierras, Minería, Consulta Previa, Comunidades Nativas, privatización de recursos naturales, propiedad intelectual y patentes, transgénicos, reglamento de ley forestal, ley de cambio climático, ley de recursos hídricos etc.

12. Aprobación y real implementación de marcos normativos favorables para los pueblos indígenas, como la Ley de Agricultura Familiar, Ley de Protección de Cabeceras de Cuenca, Ley de Ordenamiento Territorial, etc.

 

Lima, diciembre de 2014

 

http://pactodeunidadperu.org/

Temas: Crisis climática, Pueblos indígenas

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