Afectados por represas en Latinoamérica discuten futuras estrategias de acción

Un centenar de representantes de poblaciones afectadas por represas, organizaciones no gubernamentales, académicos, productores rurales, religiosos y grupos sociales iniciaron hoy la tercera Reunión de la Red Latinoamericana contra las Represas, por los Ríos, sus Comunidades y el Agua, que continuará hasta el sábado.

El encuentro está organizado por la Red de Asociaciones Ecologistas de Misiones (RAE), el Movimiento de Afectados por Represas del Brasil (MAB) y la Coalición Ríos Vivos, con el propósito de compartir las experiencias de los principales movimientos de oposición a las represas en América Latina, articular acciones y promover alternativas energéticas limpias y renovables.

 

En la apertura, el representante del MAB, Marco Antonio, dijo que "la sociedad necesita más información sobre los impactos sociales y ambientales de las grandes represas y una organización que le permita defender sus derechos y oponerse a nuevos proyectos destructivos". "Debemos construir un modelo social, económico y energético sustentable", aseguró. Salvador Zúniga, del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras, destacó que "las represas son parte de iniciativas neocoloniales y de las políticas del Banco Mundial, a quienes no interesan la sustentabilidad, ni el medio ambiente, ni la gente".

 

Raúl Bregagnolo, de la RAE, llamó la atención sobre el proyecto hidroeléctrico Corpus al recordar que "hay quienes persisten en el intento de desconocer la voluntad del pueblo misionero, que se expresó con una negativa contundente en el plebiscito de 1996". Elba Stancich, del Taller Ecologista, de Rosario, dijo que "a los constructores de represas no les interesa la opinión ni tienen en cuenta la cultura de las comunidades locales".

 

Por su parte, Fabio Montiel, de la Coalición de Afectados por Yacyretá con sede en Encarnación, Paraguay, dijo que "hoy la dictadura sigue vigente dentro de la EBY (Entidad Binacional Yacyretá), ya que a los damnificados se le cierran las puertas". "El prometido desarrollo es una gran mentira; productores y trabajadores hoy mendigan el pan para su familia y no pueden mandar sus hijos a la escuela, cuando antes de la represa tenían trabajo, salud y educación". Elías Díaz Peña, de Sobrevivencia - Amigos de la Tierra, Paraguay, recordó que "Yacyretá iba a costar 1.500 millones de dólares, pero a veinte años del Tratado cuesta 12.000 millones de dólares y continúa generando deudas". "La EBY no es binacional, es ´supra-nacional´ ya que se pone por encima de los Estados y las legislaciones", subrayó el especialista.

 

Celio Bermann, profesor de la Universidad de San Pablo, Brasil, explicó que "somos países exportadores de productos de bajo valor agregado y alto requerimiento energético; los ríos al represarse están siendo usados para atender necesidades privadas en vez de destinarse al servicio público. Quienes dicen que las represas producen energía barata no incluyen los altísimos costos sociales y ambientales que éstas provocan".-

 

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