Apoyo a lucha contra transgénicos en Kenia

Idioma Español
País África

Organizaciones amigas de Kenia nos han contactado pidiéndonos apoyo internacional en oposición a una Ley de Bioseguridad que abriría las puertas de Kenia a los transgénicos. Guiados por la Red Africana de Bienestar Animal (Africa Animal Welfare Network) y la Coalición por la Biodiversidad de Kenia (Kenya Biodiversity Coalition), hemos redactado una carta en tal sentido dirigida al Presidente de Kenia, que los invitamos a firmar en apoyo y solidaridad con l@s compañer@s que están luchando contra los transgénicos en Kenia

Básicamente, la Ley de Bioseguridad propuesta crea una estructura muy débil para la regulación de los transgénicos en ese país, que está muy sesgada hacia la autorización de nuevos eventos transgénicos y el "manejo de los riesgos" que supone su introducción. La carta exhorta al Presidente a negarle su apoyo a esa Ley de Bioseguridad y a que se reexamine el tema de manera más cautelosa.

La Coalición por la Biodiversidad en Kenia obtuvo ayer una victoria al haberse disuelto el Parlamento con motivo de la celebración de las elecciones presidenciales. Si bien eso significa que la polémica Ley de Bioseguridad que promueve los transgénicos no será aprobada este año, la lucha está lejos de haber terminado. Ese proyecto de Ley volverá a ser introducido en enero de 2008 para aprobación parlamentaria. L@s compañer@s en Kenia utilizarán esta carta al Presidente con nuestras adhesiones como una herramienta organizativa de preparación para la reintroducción del proyecto de ley el próximo año –por ejemplo, publicándola en los periódicos y medios locales.

Por favor envíen la adhesión de sus organizaciones a esta carta, a gro.hctawwf@rednaxelasa más tardar el 14 de noviembre.

Ver aquí por información adicional sobre la polémica en torno al proyecto de Ley de Bioseguridad.

Abajo encontrarán la carta al Presidente de Kenia.

Gracias por su apoyo,

Sarah Alexander
Food&Water WatchSenior Food Organizer
Food & Water Watch

1400 16th Street NW, Suite 225
Washington, DC 20036
(202) 797-6555
gro.hctawwf@rednaxelas
www.foodandwaterwatch.org
Octubre 26, 2007

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Honorable Excelencia, Sr. Mwai Kibaki
Presidente de la República de Kenia
Oficina del Presidente, Harambee House
P.O. Box 30510
Nairobi
Kenia

Su Excelencia,

Las organizaciones abajo firmantes representamos a una amplia gama de sectores sociales en todo el mundo, y nos dirigimos a usted para pedirle que se oponga a la futura aprobación de cualquier legislación basada en el proyecto de Ley de Bioseguridad de 2007. Este proyecto que habría abierto las puertas de Kenia a los organismos genéticamente modificados (OGM o transgénicos), no contempla cláusulas de seguridad adecuadas ni una autoridad regulatoria que maneje –o siquiera considere exhaustivamente—los riesgos muy reales que implica esta polémica tecnología.

Un número creciente de estudios demuestran que los cultivos transgénicos pueden constituir graves riesgos para los seres humanos, los animales de cría, la flora y la fauna silvestres y el medioambiente. Los efectos sobre la salud humana pueden incluir, entre otros, mayores riegos de toxicidad, alergias, resistencia a los antibióticos, inhibición del sistema inmune y cáncer. Los cultivos transgénicos implican un riesgo potencial de contaminación de los cultivos convencionales y otras plantas. De otra parte, la aplicación de patentes y el cobro de derechos de licencia para los cultivos transgénicos altera la estructura agraria y de dominio de la agricultura poniendo en desventaja a los pequeños agricultores independientes, que quedan sometidos a las empresas de agronegocios que controlan los mercados de semillas.

Además de los riegos que en conjunto representan los cultivos transgénicos, la Ley de Bioseguridad que estuvo a consideración del Parlamento este año incluye varias disposiciones inquietantes.

No se atiene al principio precautorio: La ley propuesta no refleja el espíritu del Principio Precautorio. El principio precautorio es un componente esencial del concepto de bioseguridad que le da el nombre a la ley. Pero en lugar de incorporar el precepto de que no se deben adoptar nuevas tecnologías hasta que no se haya probado que son seguras e inocuas, el enfoque de la ley está puesto en el manejo de los riesgos que suponen los transgénicos. Un abordaje más adecuado del asunto exigiría en cambio una evaluación exhaustiva que determine si realmente es necesario asumir esos riesgos.

Se basa en la experiencia de otros países: La ley propuesta establece como precedente y fundamento justificativo para la aprobación de transgénicos en Kenia, la experiencia que ya existe con los OGM en otros países. Este enfoque hace caso omiso del hecho que el comportamiento de los transgénicos o cualquier otra tecnología viva es distinto en cada región, y por consiguiente, que debería ser evaluado en ese contexto. Descansarse en que los transgénicos ya han sido aprobados en otras partes significa ignorar los daños potenciales que podría acarrear la adopción de una tecnología con impactos tan profundos en la estructura agraria y de dominio de la agricultura, sobre el medioambiente y la biodiversidad locales, las semillas autóctonas, la seguridad alimentaria y otros factores socioeconómicos y culturales.

Estructura regulatoria defectuosa: La ley propuesta crearía una nueva Autoridad Nacional de Bioseguridad orientada a la aprobación y fomento de los transgénicos, en lugar que dedicada a evaluarlos minuciosamente y regularlos. La Autoridad Nacional de Bioseguridad crearía una agencia encargada tanto de la investigación como del desarrollo de esta tecnología, que además sería responsable de reglamentar su uso seguro. Eso implica un conflicto intrínseco de intereses que pondría inevitablemente en tela de juicio la capacidad del organismo para actuar independientemente en defensa de la población. Ese conflicto de intereses socava la posibilidad de cerrarle las puertas al ingreso de tecnologías riesgosas.

Falta participación pública: El proceso para la aprobación de nuevos eventos transgénicos que establece la ley propuesta padece gravemente de falta de participación pública. Aunque el uso de OGM afectará la vida de todos los habitantes de Kenia, el proceso de autorización previsto por la ley no incluye disposiciones que garanticen el derecho de acceso público a la información sobre los nuevos eventos transgénicos que se propone aprobar –la única posibilidad de intervención pública es cuando se trata de liberaciones al ambiente, quedando ésta descartada para otros tipos de permisos.

Lo exhortamos a que tenga en cuenta lo que ha ocurrido en países como Estados Unidos donde ya se han aprobado transgénicos. Las normas laxas y el sesgo proclive a la aprobación de nuevos eventos transgénicos sin consideración adecuada de los riesgos, no han obrado en beneficio de los agricultores, los consumidores y el medioambiente estadounidenses. El ejemplo más reciente del fracaso del sistema regulatorio de Estados Unidos para los transgénicos, fue la contaminación generalizada de las existencias de arroz estadounidense con una variedad transgénica no autorizada, y la consiguiente incapacidad del gobierno para imponerle acciones a la empresa responsable. La contaminación les trastornó la siembra y las ventas de arroz a los cultivadores del grano en todo el país, y significó una pérdida de mercados de exportación para el arroz estadounidense. Kenia tiene ahora la oportunidad de no repetir los mismos errores cometidos en Estados Unidos en lo que hace a la regulación de esta tecnología.

Por todos estos motivos, lo exhortamos a rechazar la introducción de transgénicos a Kenia y a negarle su apoyo a cualquier legislación futura que esté basada en este proyecto de Ley de Bioseguridad de 2007.

Sinceramente,

Food & Water Watch
(+ sus firmas de adhesión)

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