Argentina: Comer veneno

Idioma Español
País Argentina

"Cuando Soledad Barruti y Agustina Muñoz comienzan a hablar, lo hacen apelando al público como consumidor de estos fetiches procesados que chorrean azúcar. Ellas traducen en la escena parte de sus charlas y de la investigación que realizó Barruti en su libro Malcomidos para discutir la mesa cotidiana".

La identificación sucede ante esos productos amontonados en una larga mesa, como una réplica moderna de la última cena, tan fatal como el relato bíblico porque lo que allí se esconde entre colores y cajitas simpáticas, entre polvos y líquidos recargados de colorante, es una nueva forma de veneno, gustosa y aceptada, a la que nos sometemos cada día.

Detrás, una pantalla corona una publicidad que declama precios bajos y un éxtasis al momento de comprar que se sustrae del más indudable realismo.

Cuando Soledad Barruti y Agustina Muñoz comienzan a hablar, lo hacen apelando al público como consumidor de estos fetiches procesados que chorrean azúcar. Ellas traducen en la escena parte de sus charlas y de la investigación que realizó Barruti en su libro Malcomidos para discutir la mesa cotidiana, los supuestos alimentos que se ingieren como saludables, la mentira en la lista de ingredientes que hay que leer con lupa.

El disfraz que convierte a la harina en fruta, gracias a un saborizante químico, no deja de ser una herramienta más que la mercancía envuelve para instaurar su ilusión pero aquí la farsa se queda guardada en nuestro cuerpo. Construir un discurso sobre los modos de alimentarse que se sustentan en la compra en supermercados, implica establecer una tensión con un hábito de vida y con una mecánica de producción que une la esclavitud animal con la humana, que achicharra los suelos, que expulsa a miles de personas del trabajo y que genera más hambre.

El procedimiento de la conferencia performática se convierte en una acción que alienta una revolución de las cosas inofensivas, esas en las que es difícil anticipar un estado de revuelta. Al identificar las costumbres domésticas como variables políticas, una parte de esa economía que parece tan inabarcable para los sujetos puede resquebrajarse en silencio. Si en cada casa se recupera la tarea de plantar y cocinar, si se fortalecen modos de producción cooperativos, si las personas se liberan de las marcas como la encarnación más fantasiosa del capital, la utopía de la soberanía alimentaria tendrá su ejército de resistencia.

Desde una dimensión escénica se transmite información a partir de una estructura pedagógica que reconoce conflictos en el plano de lo real y necesita de la teatralidad para volverlos visibles. Pero el resultado performativo pide concretarse en las vidas que conforman la platea. Por eso Barruti y Muñoz reparten al final de su presentación una suerte de panfleto donde proponen alternativas para buscar y adquirir alimentos. El otro extremo de esta exposición es el hambre que funciona como una imagen de lo agónico, del despojo de los recursos y las herramientas para construir soluciones solidarias de alimentación.

Toda la puesta podría entenderse como una redefinición del género del manifiesto, afirmada en datos que las intérpretes buscan poner en primer plano como el armado mismo de su textualidad pero sin escatimar una lectura política que provoque en lxs espectadorxs una opinión y una mirada extrañada sobre lo ya conocido.

El acto de comer implica hoy una complicidad mansa con tecnologías de matadero y tortura, con una sofisticación intensa de lo biológico para aniquilar la naturaleza y con una trama publicitaria que sustenta el monocultivo donde la harina se convierte en una suerte de significante vacío sobre el que se puede inyectar sabores.

Compartir los interrogantes que recorren Extinción en un espacio público como el Teatro Cervantes implica pensar la escena como un soporte que puede asumir los conflictos sociales y convertirlos en una materia política entretenida y, al mismo tiempo, incómoda en todo aquello que interpela y llama a la transformación. ,

Extinción se presenta los martes de abril a las 20 en el Teatro Cervantes.

Fuente y foto: Página 12

Temas: Sistema alimentario mundial

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