Argentina: Se desarrolló en Monte Maíz, Córdoba el campamento de salud socio-ambiental
Desde el 15 al 19 de octubre, se realizo en la localidad de Monte Maíz -ubicada a 300 Kms de Córdoba Capital-, un campamento de salud socio-ambiental, cuyo principal objetivo fue recoger información epidemiológica y muestreos de tierra, agua y aire para avanzar en la evidencia que demuestre el impacto de las fumigaciones con agrotóxicos en la salud de nuestra población.
Esta iniciativa fue impulsada por profesionales y estudiantes de Facultades de Ciencias Médicas, Ciencias de la Información, Filosofía, Psicología y Agronomía de la Universidad Nacional de Córdoba y docentes de la Universidad Nacional de La Plata.
La población de Monte Maíz, al igual que la mayoría de las localidades de las zonas donde se planta soja, maíz y otros granos transgénicos; se encuentra expuesta a fumigaciones aéreas con herbicidas como glifosato y otros agrotóxicos, que impactan negativamente en el desarrollo embrionario, enfermedades respiratorias, malformaciones, abortos espontáneos, colagenopatías y tumores, entre otras.
En varios países del mundo, esto ha sido motivo suficiente para prohibir su uso. En nuestro país desde los años 90 los controles brillan por su ausencia, lo cual se agrava dada la proliferación de estos cultivos en los últimos 10 años al profundizarse el modelo soja-dependiente. De la mano de la intensificación del uso de agrotóxicos, han crecido a lo largo de nuestras pampas las luchas contra las fumigaciones por parte de vecinos de las localidades más afectadas, como una muestra más de resistencia a los efectos más inmediatos de la entrega pro-monopólica de nuestros recursos; en el caso de las poblaciones expuestas directamente a las fumigaciones, la propia vida y salud del pueblo.
Docentes, investigadores y estudiantes de Universidades Nacionales poniendo los conocimientos al servicio de fortalecer estas resistencias, como un paso más en la pulseada contra un modelo productivo que tiene como única guía el aumento de la rentabilidad de los grupos monopólicos y multinacionales que rigen la dinámica del sector.
Esta experiencia echa luz sobre cómo en el país del supuesto “patria o buitres”, para investigar –en este caso los efectos sobre la salud del pueblo- del libre accionar de un buitre como cualquiera de los grandes capitales que operan en el agronegocio; las investigaciones deben hacerse por fuera del marco académico formal. La infinidad de convenios entre empresas y universidades públicas -entre ellos el que recientemente vincula a Monsanto con Ciencias Agropecuarias de la UNC-, dan cuenta del rol social que el Kirchnerismo tiene reservado para la ciencia y la investigación universitarias.
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Fuente: Red Jáuregui