Argentina mejor sin Tratados de Libre Comercio (TLC)

Idioma Español
País Argentina

El gobierno de Mauricio Macri instrumenta una nueva política exterior, profundizando el alineamiento con Estados Unidos y Europa.

Pretende aprobar este año un tratado Mercosur-Unión Europea, avanzó en la liberalización del comercio con Estados Unidos, tras la visita de Obama, y no descarta sumarse al Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP), firmado en febrero por 12 países. La vuelta de este tipo de iniciativas llevó a organizaciones sociales y políticas a constituir, el 11 de mayo pasado, la Asamblea Argentina mejor sin TLC, retomando el camino iniciado por la Autoconvocatoria No al ALCA en 2003.

Nuestra América asiste a una ofensiva restauradora impulsada por Estados Unidos y las derechas vernáculas, que pretende retomar la iniciativa, después del auge del llamado ciclo progresista. La asunción de Mauricio Macri, el triunfo electoral de la oposición en las legislativas en Venezuela, la derrota de Evo Morales en el referéndum de febrero y el golpe parlamentario contra Dilma Rousseff son los exponentes más salientes del cambio político a nivel regional.

Ahora Estados Unidos y sus aliados intentan desplazar al gobierno chavista de Nicolás Maduro, para clausurar el desafío que supo enarbolar el eje bolivariano. La crisis económica que asola a los países de la región tras la caída del precio de las materias primas genera condiciones propicias para este reposicionamiento del país del norte.

La virtual parálisis del Mercosur, la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) lleva a la Casa Blanca a intentar reposicionar a la Alianza del Pacífico y a la Organización de Estados Americanos (OEA), que en los últimos años había sido opacada por los mecanismos de coordinación y cooperación política exclusivamente latinoamericanos.

Estados Unidos logró, en febrero, que tres países latinoamericanos -México, Perú y Chile- firmaran el TPP, cuyo objetivo geoestratégico es frenar el avance económico chino. La canciller argentina, Susana Malcorra, declaró en diciembre que el ALCA no era (más) una mala palabra para Argentina y Macri impulsa una rápida concreción de un acuerdo comercial con la Unión Europea, liberaliza el comercio bilateral con Estados Unidos (aunque se siguen posponiendo el ingreso de limones y carnes argentinos al mercado del norte, pese a las resoluciones de la OMC y las sucesivas promesas de la Casa Blanca) y se muestra a favor de una aproximación a la neoliberal Alianza del Pacífico.

Además de los ya citados, Estados Unidos impulsa el Acuerdo Transatlántico de Comercio e Inversiones –TTIP- y uno sobre servicios –TISA-, todos en el mayor de los secretos, a espaldas de las sociedades que se verían afectadas.

En este crítico contexto, y como ya ocurrió una década atrás, empieza a organizarse en la región y en la Argentina una resistencia contra esta ofensiva imperial en pos de la firma de Tratados de Libre Comercio. El 11 de mayo se realizó, en la sede de la Central de los Trabajadores Argentinos (CTA Autónoma) la primera reunión en función de conformar una autoconvocatoria argentina para dar a conocer y denunciar la agenda de libre comercio que está impulsando el gobierno de Macri y elaborar estrategias de difusión y resistencia.

Expusieron allí, entre otros, Luciana Ghiotto, integrante de ATTAC-Argentina, Modesto Emilio Guerrero, analista venezolano, y Julio Gambina del Instituto de Estudios y Formación de la CTA, quien destacó que se trataba de una ofensiva del capital contra el trabajo, los bienes comunes y la vida de los pueblos. Recordó que el proyecto del ALCA pudo ser derrotado en 2005 por la movilización popular y señaló que era necesario recuperar el espíritu de esa experiencia organizativa exitosa, en función de crear una campaña en contra de que se firmara cualquier TLC tanto en Argentina, como en el resto de América Latina y el Caribe.

Se constituyó, así, el primer paso para la estratégica lucha que se llevará a cabo en los próximos meses. El 26 de mayo, a las 18.30 hs, se realizará la segunda reunión de la naciente autoconvocatoria, a la cual comprometieron su participación un creciente número de organizaciones. Allí se anunciará una agenda de movilizaciones, que incluyen una audiencia sobre los TLC en el Congreso Nacional, una jornada de discusión sobre distintos aspectos involucrados con este tipo de tratados y la coordinación de acciones globales, como la Jornada Continental de Lucha contra el Libre Comercio, prevista para el próximo 4 de noviembre, o la movilización en ocasión del encuentro de parlamentarios de la Unión Europea y el Parlasur, a realizarse en Montevideo entre el 19 y el 21 de septiembre.

Para romper el secretismo que envuelve los procesos de negociación de los TLC, son fundamentales las campañas para introducir esta problemática en el debate público, explicando los costos sociales que conllevan estos tratados. Por eso la autoconvocatoria argentina, tomando las exitosas experiencias pasadas contra el ALCA y las que ahora se están desarrollando en otros países latinoamericanos, organizará espacios de formación, jornadas y elaborará materiales de difusión.

Como advertimos cuando quería imponerse el ALCA, este tipo de acuerdos implican otorgarle beneficios al capital, en detrimento del trabajo, cercenan la posibilidad de los Estados de establecer regulaciones, refuerzan la capacidad de los países centrales de cobrar marcas y patentes (en desmedro, por ejemplo, de la producción de medicamentos genéricos por parte del sector público) y generan mecanismos para alentar la concentración económica a escala global, para beneficio exclusivo de las grandes multinacionales (ver aquí).

Contra las promesas de mayor acceso a mercados, nuevas inversiones extranjeras y financiamiento externo que publicitan los partidarios de los TLC, es preciso advertir los efectos regresivos que producirían estos tratados para la mayoría de la población.

Fuente: Cadena Nacional

Temas: TLC y Tratados de inversión

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