Bolivia: NO a la soya de la Monsanto

Idioma Español
País Bolivia

Convocamos a una movilización en todo el país: para frenar la aprobación de la comercialización de soya transgénica en Bolivia, para defender nuestro derecho a una alimentación segura en condiciones humanas

FOBOMADE - 29 de Marzo de 2005

El día lunes 28 a horas 15:00 fue convocada de manera apresurada una reunión del Comité de Bioseguridad, para evaluar el informe de la Comisión de Salud, último paso para la autorización de la comercialización de semilla transgénica en Bolivia. En la reunión estuvieron presentes, además de los representantes gubernamentales, los representantes de la Empresa Monsanto y la ONG Protransgénicos Asociación para la Globalización de Juan Antonio Alvarado Kiriguin, los que no son miembros del Comité. La reunión continuó el día de hoy martes 29 desde horas 9:30 a.m. hasta pasado el mediodía.

La Comisión de Salud no pudo ponerse de acuerdo en el informe de inocuidad sobre la soya transgénica del ensayo (soya RR gen CP4-EPSPS), debido a la posición asumida por el SENASAG de defensa intransigente de la Empresa Monsanto, únicamente en base a la documentación proporcionada por la transnacional.

Los demás miembros de la Comisión de Salud rechazaron la posición del SENASAG, proponiendo una serie de estudios para evaluar efectivamente la inocuidad de la semilla transgénica.

La solicitud de la Empresa Monsanto fue la primera en ser presentada el año 1998. El Comité de Bioseguridad instruyó la realización de ensayos durante tres años agrícolas, el segundo de los cuales fue suspendido por la movilización campesina el año 2000, la que suspendió además la aplicación del Reglamento de Bioseguridad, por considerarlo insuficiente e incompleto, hasta que se elabore una nueva norma de consenso. A pesar de ello y sin que intervenga el Comité de Bioseguridad, la Dirección de Biodiversidad durante el gobierno saliente de Jorge Quiroga, en la gestión de Mario Baudoin, viabilizó silenciosamente la tercera prueba a través de una reinterpretación sesgada de las normas vigentes, pasando por alto procedimientos establecidos en la misma norma, como la convocatoria al Comité de Bioseguridad y la vigencia del Registro Público.

La reunión del Comité de Bioseguridad se llevó a cabo a puerta cerrada y con un fuerte resguardo policial que impidió el ingreso de todas las organizaciones reunidas en la planta baja del Ministerio para manifestar su indignación. De aprobarse el informe del SENASAG se dará luz verde para que Monsanto comercialice libremente semilla de soya transgénica en nuestro país. Pero de acuerdo al flujograma del Viceministerio de Recursos Naturales, luego de la aprobación de los informes de los ensayos, prosigue el informe de inocuidad del Viceministerio de Salud, el cuál es determinante para la autorización de la comercialización en Bolivia y en el exterior. Si el informe no es favorable no se puede autorizar la comercialización en el país. El informe de los ensayos fue aprobado hace un mes atrás. Este informe debería evaluar los impactos ecológicos derivados del uso de la tecnología, pero extrañamente se evaluó la mitad del paquete, es decir la semilla sin aplicar glifosato. A pesar de esta grave omisión, este informe fue aprobado por recomendación del Programa Regional de Semillas, organismo encargado del monitoreo. En la reunión de hoy martes 29 estuvieron ausentes los representantes de la Universidad Boliviana. La reunión entró en un cuarto intermedio, hasta que la Comisión de Salud llegue finalmente a un acuerdo La fecha de la reanudación de la reunión es absolutamente confidencial. Las versiones que circulan son la de aprobar la comercialización irrestricta o aprobarla transitoriamente, lo que sería exactamente igual a lo que se dio en Brasil durante dos años, para finalmente aprobarla irrestrictamente con la nueva Ley de Bioseguridad, a pesar de lo cuál Brasil mantiene la región de Matto Grosso y Rondonia con cultivo convencional.

La soya o sus derivados se utilizan en más del 60% de los productos procesados o industriales de consumo diario, tales como la leche en polvo, la leche evaporada, las margarinas, los chocolates, galletas, cereales, embutidos (salchichas), dulces. Casi es inevitable que una persona no consuma algún producto con soya durante el día. De aprobarse la comercialización libre de semilla transgénica, todos los bolivianos y también los consumidores de soya que compran el producto, estarán expuestos a graves riesgos, relacionados con los efectos de las interacciones génicas que pueden darse en el organismo humano como la activación de protoncogenes (precursores de cáncer), variaciones en la composición proteica y de fitoquímicos producida por la interacción del transgen y el pesticida glifosato, parte indisoluble del paquete transgénico. Esto es particularmente delicado en el caso de la soya cuyo contenido en fitoestrógenos (hormonas vegetales similares a los estrógenos humanos), es muy importante y delicado, ya que los conocidos efectos preventivos de la soya convencional pueden convertirse en la soya transgénica, en peligrosos desencadenantes de los tipos de cáncer más difundidos actualmente en los Estados Unidos y el mundo: el cáncer de mama y el cáncer de próstata.

Como país hemos incorporado el principio de precaución al ratificar como leyes de la República, el Convenio de Biodiversidad y el Protocolo de Bioseguridad. Por esto es inconcebible que nuestros actuales gobernantes hagan caso omiso de toda la información generada por los investigadores y científicos quienes día a día dan nuevas luces sobre los efectos de los cultivos transgénicos. Y lo que es peor, cuando no tenemos necesidad alguna de embarcarnos en el camino sin retorno que implica la liberación de semillas transgénicas en un país cuyos mercados le demandan de manera creciente soya convencional y que es, al presente, el único competidor de Matto Grosso en el Brasil, región del mundo que vende con toda comodidad la soya convencional que exige el mercado chino, principal demandante a nivel mundial, ahora en busca de soya de Bolivia.

Convocamos a una movilización permanente en todo el país, para defender nuestro derecho a una alimentación segura en condiciones humanas.
FOBOMADE

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