Colombia: Frenar la locomotora minero-energética, desde los intereses de las poblaciones

Idioma Español
País Colombia

Del viernes 11 al domingo 13 de septiembre, con la participación de 120 personas, en representación de 37 organizaciones y/o experiencias, se llevó a cabo el Segundo Encuentro "Territorios y Resistencias al Extractivismo Minero-Energético”.

El evento fue promovido por 9 organizaciones de resonancia nacional,como consta en el afiche de convocatoria, publicado en este artículo.

La convocatoria justificó la necesidad del encuentro con las siguientes razones:

"La resistencia a la gran minería nacional y transnacional se ha ampliado en toda la geografía nacional. Algunos de los más recientes conflictos: la iniciativa de la empresa Cerrejón de desviar el arroyo Bruno, afectando gravemente el ecosistema del Río Ranchería en la Guajira. La exploración de arena y otros materiales de construcción en las inmediaciones del Páramo de Cruz Verde, en las goteras de Bogotá y carbón en el municipio de Suesca. El Gobierno y las empresas aceleran la extracción de petróleo ante la caída de los precios y el nuevo presidente de ECOPETROL anuncia que no se renunciará al fracking. El Consejo de Estado reconoció el papel de los municipios en la definición de los usos del subsuelo, pero el Gobierno de Santos desobedeció con el Decreto "navideño”, No. 2695 de diciembre de 2015.

La inclusión en el Plan Nacional de Desarrollo, de artículos que legalizan los títulos mineros otorgados en zonas de páramo. Los intentos de diversos sectores sociales y ambientales de dialogar con el Gobierno y contener los atentados más protuberantes contra el medio ambiente, los territorios y las comunidades no encuentran respuesta más allá de la dilación y la displicencia. Además, el Gobierno ha negado en los hechos reales, la convocatoria de la Consulta Popular, como las enormes presiones al Concejo Municipal de Cajamarca para que votara contra la consulta popular sobre la explotación de oro a cielo abierto en la Colosa, por parte de Anglogold Ashanti (AGA). Esto revela la capacidad de soborno e influencia de las transnacionales para torcer la voluntad de los "representantes” del pueblo”. La delimitación del Páramo de Santurbán en Santander, es la prueba máxima de que el Gobierno no se acoge ni siquiera a su propia normatividad a la hora de favorecer los intereses del gran capital involucrado en la minería.

Panorama minero-energético y luchas de resistencia:

Dos Exposiciones sobre el panorama minero-energético a nivel nacional e internacional, por el economista Héctor Moncayo (ILSA) y el filósofo Danilo Urrea (CENSAT), respectivamente, sintetizaron el panorama. Y el conocimiento o re-conocimiento de 37 experiencias concretas de resistencia y lucha, narradas por sus protagonistas, mostraron la vitalidad de la creciente corriente que se opone al inhumano y antipopular extractivismo minero-energético,en defensa del agua, de la naturaleza, del buen vivir, de otro tipo de civilización, que pasa por la defensa global del Medio Ambiente. La exposición y debate de seis propuestas que existen actualmente para lograr una muy necesaria unidad de la corriente ambientalista desde los intereses de los sectores mayoritarios de la población-víctima y una mayor incidencia política a nivel nacional, en el debate minero-energético, marcaron el horizonte del encuentro. Las seis propuestas son: una moratoria minera, a nombre de "Unión Libre Ambiental”; Constituyente minero-energética, liderada por la Unión Patriótica y un conjunto de organizaciones; Coordinadora minero-energética; la de la Unión Sindical Obrera (USO); la de la ONG "Ríos Vivos”, alrededor del agua y la de la Plataforma Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo.

En el encuentro se reconoció la importancia de la "Cumbre Agraria, Campesina, Étnica y Popular”, que ha venido jugando un enorme servicio a las luchas y a la unidad de los sectores populares.

Desarrollo del evento:

Luego de saludos y agradecimientos, se llevó a cabo un ritual indígena, centrado en la rotación de cuerpos y miradas del conjunto de participantes, hacia cada uno de los cuatro puntos cardinales, recordando que por las cadenas de montañas de la región de Choachí, que fue un territorio indígena significativo, circularon (ahora menos), el oso andino, gacelas, cóndores... Territorio bañando por los ríos Blanco y Negro, rico en lagunas y fuentes de agua, maíz y chicha... A los fumadores se les recordó que cada colilla de cigarrillo envenena cincuenta (50) litros de agua.

En la primera exposición, Danilo Urrea, de Censat-Agua Viva, insistió en el papel económico del extractivismo, en la actual división internacional del trabajo, que lleva a una reprimerarización de la economía, centrada en las materias primas.

El extractivismo está centrado en cuatro formas: 1. La minería. 2.El petróleo. 3. Las represas para la construcción de hidroeléctricas. En Brasil se proyectan más de mil. 4. La agro-industria, dando importancia a los agro-combustibles para exportación.

El expositor entregó una serie de cifras sobre el alza y la baja en los precios de los minerales, para mostrar que a pesar de la baja, siguen siendo altamente rentables para las transnacionales. Y, además, para compensar "la pérdida” por la baja de los precios, aumentaron los volúmenes de explotación, esto es, mayor saqueo de las cuencas y territorios mineros, es decir, de nuestros recursos, para la exportación. Asistimos a una super-explotación de los recursos, lo que significa mayores daños, como la contaminación y mayores conflictos ambientales, que se "solucionan” con la criminalización y la judicialización de las luchas sociales y populares, que no es otra cosa que el uso de la Ley y de la Fuerza Púbica, al servicio de las transnacionales, sintetizada en la palabra represión.

¿Quiénes ganan? Las transnacionales o multinacionales. A título de ejemplo: en América Latina "trabajan” mil empresas de Canadá. El 66% de los activos mineros de las empresas internacionales, están en América Latina, que acumulan millonarias ganancias, en detrimento de las poblaciones empobrecidas de los países. En últimas, ¿quiénes son los responsables? Nuestros gobiernos, que no sólo le dan todas las facilidades a las empresas, sino que cambian a legislación para su beneficio y colocan la Fuerza Pública a su servicio.

Héctor Moncayo, expuso las tendencias del extractivismo minero-energético en Colombia. Partió de una pregunta pertinente: ¿Si el modelo extractivista se vino abajo por la reducción de los precios, vale la pena seguir enfrentándolo? Para luego insistir en que a pesar de ello y desde antes, se implantó el modelo financiero-extractivista, y por ende, el peso primordial del capital financiero en la economía. El analista hizo gala de cuadros y estadísticas, para recorrer un tramo de la historia económica del país. Un dato: en el año de 1925, la agricultura representaba el 60% del PIB. Y la industria, el 15%. Finanzas, minas y otros, cero % en el PIB. Hoy, la agricultura representa el 10% del PIB, y las finanzas entre el 20-25% del PIB. Ilustró sobre las alzas y bajas de los precios internacionales de los metales.

Un ejemplo: el oro alcanzó a subir hasta 1.923 dólares, la onza, en septiembre de 2011. En este mes de septiembre de 2015, ha rondado por 1.122 dólares, la onza. Pero las mismas empresas sostienen que su negocio es rentable si el precio del oro bajase a 900 dólares, la onza. También explicó que actualmente es el capital financiero el que organiza la economía, en todos sus aspectos: monocultivos (palma, soya, azúcar, transgénicos), minería (oro, carbón y otros metales...), hidrocarburos (petróleo), energía eléctrica, y la infraestructura necesaria para todas sus actividades e inversiones. Los gobiernos, en consecuencia, re-ordenan el territorio, y cambian las leyes. En ese orden, por ejemplo, los recursos naturales ya no son del Nación sino del Estado. Hoy existen 11 PINES o Proyectos de Interés Nacional y Estratégico. Léase, de interés para las transnacionales y grandes empresarios colombianos. Y en lenguaje más claro: para beneficio del capital financiero y no de la población.

Actualmente existen 9.738 títulos mineros vigentes, que cubre un área de 5.408.123 has...

La guerra ha sido un vehículo de reordenamiento territorial. El mayor crimen no ha sido el del asesinato sino el desplazamiento forzado para re-ordenar el territorio.

Las enseñanzas de las 37 experiencias de lucha y resistencia:

Es muy rica y variada la riqueza de las 37 experiencias, que resumen lo que a lo largo y ancho de la geografía del país experimentan muchas otras experiencias en el contexto del extractivismo minero-energético. Todas las experiencias tienen que ver con la urgencia de la defensa del agua, bien común y derecho humano fundamental, no mercancía. El agua es un denominador común. Todas dan razón del vigor de una creciente corriente nacional a favor de la Madre Tierra, de la Naturaleza, del Medio Ambiente, del Agua, de la Biodiversidad...En síntesis, de la VIDA.

Se amplía el panorama de lo sujetos sociales como protagonistas, que han sabido desarrollar diversas formas de articulación y solidaridades locales, regionales y nacionales. Casi todas las experiencias han sido marcadas con la represión,militarización, criminalización y judicialización de su accionar y formas de lucha. El Estado usa la Fuerza Pública al servicio de las empresas nacionales o transnacionales. No en vano existen 13 batallones de la Fuerza Pública, al lado de las explotaciones minero-energéticas de las transnacionales. La mayor parte de las experiencias dan fe de la destrucción del hábitat, de los territorios, del Medio Ambiente, de la contaminación del agua, de infecciones y enfermedades, para la vegetación y para animales, incluyendo el animal humano. Ríos, quebradas, manantiales, lagunas y pozos se han ido secando o se han secado.

Las formas del atropello a la población por las transnacionales-multinacionales y empresas nacionales: pérdida de los tejidos y redes sociales, vulneración de los derechos individuales y colectivos, desconocimiento y atropello de la autonomía y la participación ciudadana, destrucción de culturas locales o regionales, no reconocimiento a los derechos étnicos y ancestrales, ruptura y desaparición de la actividad económica tradicional, destrucción de las cadenas productivas y comerciales, desplazamientos masivos y desalojo del propio territorio, cambio de uso de tierras ricamente productivas, daños a la soberanía alimentaria, reducción de la frontera agrícola, , daños humanos por el ruido y las ondas de las explosiones para perforar rocas (contaminación auditiva), debilitamiento y cuasi destrucción de humildes y sencillas viviendas por las ondas que produce la dinamita, lluvias de polvo muy fino, en el caso del carbón, que todo lo invade, cubre y daña (cuerpos, agua, viviendas, comidas..), contaminación de aguas, destrucción de montañas, sequías y/o inundaciones, fruto de la destrucción del hábitat, que a su vez produce el calentamiento global...

Las formas de lucha: denuncias, pliegos, visitas a las instituciones públicas, marchas, plantones, bloqueo de vías, ocupación de oficinas públicas, acciones jurídicas (derechos de petición, tutelas, consultas previas, consulta popular, cabildos abiertos)..., petición de anulación de licencias de exploración y/o explotación...

Se afirmó con convicción clara y nítida que los gobiernos de Uribe y Santos, han sido aliados totales, al servicio de las transnacionales minero-energéticas. El Estado colombiano perdió su autonomía frente a las multinacionales. Las transnacionales proponen e imponen los cambios en la legislación y la normatividad. Existe una connivencia con las empresas. A los funcionarios del Gobierno se les tapan los oídos cuando escuchan las denuncias. No le dan crédito a las poblaciones. Las autoridades, salvo excepciones, no visitan las zonas y lugares denunciados. Aceptan como verdad casi todo lo que afirman los voceros de las multinacionales, que además compran funcionarios, en todos los niveles. Los términos de referencia los colocan las transnacionales, no el Estado. De esa manera entregan licencias y permisos.

Además, el Estado les instala batallones en sus alrededores. Hay 13. La persecusión y la represión, las golpizas y los encarcelamientos, van por cuenta del ESMAD, de la Policía Nacional. El Gobierno responde con asistencialismo estatal y no con soluciones integrales a las luchas de la población. Eso sucede de vez en cuando, porque casi siempre se impone el incumplimiento de los acuerdos pactados,...

Debate abierto y líneas de acción:

El domingo el encuentro terminó con el debate sobre la posibilidad de priorizar alguna de las seis propuestas, ya mencionadas. Cuestión nada fácil porque cada propuesta tiene sus propios puntos de vista, no sólo medio-ambientales sino también de perspectiva y orientación política, difíciles de conciliar. O por lo menos..., en estos meses. Este debate quedó abierto.

Sin embargo la asamblea acordó algunas pistas y/o líneas de trabajo, tales como: Seguir impulsando el debate nacional sobre el extractivismo minero-energético, por los inmensos daños que implica para la tierra, los territorios, la biodiversidad y los sectores populares...

Todas las ganancias se las llevan las transnacionales. Defender el agua. Entre los daños, está en primer lugar la escasez del agua y su contaminación. Rechazar, el extractivismo minero-energético en sus diferentes formas. Organizar eventos regionales para conocer mejor las situaciones concretas y compartir el debate y planteamientos del II Encuentro. Dar prioridad a la profundización y necesidad de la moratoria minera. Pensar en la posible publicación de un "Libro Blanco”, del extractivismo minero-energético para que quede la "Memoria” de todos los daños que ha venido causando al país.

Fuente y foto: Adital

Temas: Defensa de los derechos de los pueblos y comunidades, Extractivismo

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