Corte canadiense favorece nuevamente a Monsanto

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La lucha de los productores orgánicos contra Monsanto y Bayer no se detendrá hasta que sus derechos sean reconocidos. Los productores decidirán próximamente si apelarán esta resolución judicial

Una corte canadiense falló negativamente a una demanda interpuesta por un grupo de productores orgánicos de la provincia de Saskatchewan (en el oeste de Canadá) que presentaron evidencia de que la canola genéticamente modificada los había afectado económicamente, una década después de su introducción por parte de las gigantes de la biotecnología Monsanto y Bayer. La provincia Saskatchewan solía ser conocida como el "granero de Canadá", aunque actualmente puede afirmarse que es "la tierra de Monsanto" dado que es la segunda vez que una corte defiende los intereses de la empresa en desmedro de los agricultores.

Los productores agrupados en la Dirección Orgánica de Saskatchewan presentaron evidencias procurando demandar a las empresas Bayer y Monsanto. Sin embargo, la corte desestimó el caso alegando que no todos los productores orgánicos de la provincia se vieron perjudicados por la introducción de la canola transgénica.

Luego de conocer la decisión de la corte, el representante de Monsanto en Canadá, Trish Jordan afirmó que la compañía estaba muy conforme con la solución adoptada.

Los productores denunciaron que luego de la fuerte presión desplegada por Monsanto para introducir la canola transgénica en Canadá y mas precisamente en la provincia de Saskatchewan, fueron perdiendo paulatinamente sus mercados de canola orgánica.

Luego de conocerse la decisión de la corte, la Dirección Orgánica de Saskatchewan afirmó que la lucha de los productores orgánicos contra Monsanto y Bayer no se detendrá hasta que sus derechos sean reconocidos. Los productores decidirán próximamente si apelarán esta resolución judicial.

Los estudios realizados por Dirección Orgánica de Saskatchewan aseguran que los cultivos orgánicos han perdido más de 14 millones de dólares desde la introducción de la canola transgénica, una década atrás. Además, los cultivos de canola transgénica se han extendido por la pradera, contaminando los cultivos orgánicos cercanos, a tal punto que los productores ecológicos certificados han optado por no cultivar más canola orgánica en la zona.

Esta decisión a favor de las compañías biotecnológicas constituye una nueva derrota para los productores y una nueva victoria para Monsanto, si tenemos en cuenta el "Caso Schmeiser", cuya resolución también favoreció a Monsanto, en mayo de 2004.

Monsanto acusó a los productores de Saskatchewan, Percy y Louise Schmeiser, de cultivar canola transgénica patentada por la compañía. Luego de un proceso judicial de 8 años de duración, la propia Suprema Corte de Justicia de Canadá dictaminó que la familia Schmeiser debía pagar 170.000 dólares en concepto de regalías y gastos del juicio a la Monsanto, alegando que los productores se aprovecharon de la variedad patentada por la empresa.

La familia Schmeiser no compró semillas patentadas por Monsanto, ni las obtuvo ilegalmente sino que sus cultivos fueron contaminados por el polen de la canola transgénica, cultivada en granjas aledañas a sus tierras.

Funcionarios de Monsanto tomaron muestras de los cultivos de la familia Schmeiser sin la autorización de los mismos, en las que encontraron el gen de la variedad patentada por la compañía. De esa forma Monsanto argumentó que estaba siendo privada de gozar de su monopolio, al no recibir los pagos en concepto de regalías.

Fuente: Radio Mundo Real

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