Costa Rica: Piña llega al Humedal Térraba Sierpe en Osa y sitio arqueológico UNESCO

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La expansión piñera señalada como incontrolada por ecologistas, académicos y comunidades afectadas llegó a un nuevo cantón: Osa. Ahora, la entrada turística al Humedal Nacional Térraba Sierpe (HNTS) será en medio de piñales y los sitios arqueológicos que se encuentran en medio de la finca a sembrar.

A menos de 2 kilómetros del sitio principal conocido como Museo de las Esferas recibirá su dosis de agroquímicos e impactos socioambientales asociados a la producción de este monocultivo.

En menos de un mes y sin hacer verificación en campo la SETENA aprobó en tiempo récord la viabilidad ambiental en diciembre del 2016 para la siembra de Corporación de Desarrollo Agrícola Del Monte, S.A (ver resolución Nº 2331-2016-SETENA).

Según la resolución el proyecto pretende hacer cambio de cultivo en un área total de 600.2 hectáreas, la cual en su mayoría corresponde con uso agroforestal (plantación de melina en 84.2% del total), bosque (11,8% del total) y humedales (3.9% del total). Por la cercanía del Humedal (HNTS) de importancia mundial conocido como RAMSAR. El área del proyecto piñero cuenta con tres sitios de humedal con un total de 23.4 hectáreas sobre lo cual la SETENA deja en manos de la empresa el cumplimiento de la recomendación que: “se incluya estas áreas de humedal dentro del diseño de siembra de la piña a efectos de proteger dichos ecosistemas.”

Para los ecologistas: “Esto es preocupante, estos espacios arqueológicos fueron declarados patrimonio cultural de la humanidad por parte de la UNESCO y una actividad como la piña podría perfectamente traerse abajo esta declaratoria, perdiendo la zona de Palmar Sur un importante lugar de ingreso de turismo y entrada económica para las familias”.

El permiso ambiental otorgado por SETENA recomienda que “se requiere realizar evaluación arqueológica y amojonamiento sector arquitectónico en el sitio Palmar Sur-3, en el sector de 10 ha. y evaluación sector arquitectónico en el sitio Palmar Sur-6 en un sector de 15 ha. Además, se requiere realizar evaluación arqueológica en los sitios La Morada-1, La Morada-2 y Casa Cabúa, El Pantanoso,Túmulo, La Estancia y la Loma. Pese a ser evidente el importante patrimonio arqueológico que se podría ver afectado deja en manos de la empresa la decisión “que un profesional en la disciplina arqueológica sea contratado a fin de supervisar los movimientos de tierra” y SETENA asegura que pese a que se han hecho algunos hallazgos arqueológicos “éstos se resguardarán preventivamente para no afectarlos”. A pesar de la evidente necesidad, SETENA otorga la viabilidad ambiental, sin más estudios arqueológicos, desprotegiendo el patrimonio cultural de todas y todos los costarricenses.

Las recomendaciones de SETENA son insuficientes ya que en lo referente a aspectos sociales en ningún lado parece registrarse los conflictos de tierra en parte de las fincas vecinas como Chánguina y Térraba; por esta razón las organizaciones ecologistas de dieron a la tarea de informar a las organizaciones campesinas del Sur al respecto.

Tanto Frente Nacional de Sectores Afectados por la Expansión Piñera como FECON están revisando la documentación del proyecto y coordinando con actores sociales para activar la organización social en la zona y a nivel nacional e internacional para continuar las denuncias y solicitar una moratoria nacional al cultivo, tal y como lo prometió el ahora presidente, en su campaña de cara a la segunda ronda electoral.

Recientemente, difundimos los resultados del Informe “Monitoreo de cambio de uso en paisajes productivos” (Mocupp), encontró que del año 2000 al 2015 se perdieron 5.568,98 hectáreas (Ha) de bosque por la expansión piñera ( FECON, 8-3-17). Según el estudio, el área cultivada de piña alcanza 58.000 Ha, cifra que quintuplica las 11.000 Ha que había registradas en el 2000 y bastante alejada de las 37.000 Ha que indicó el censo agropecuario en 2014. Este desfase de 20 mil hectáreas evidencia la falta de control y de planificación estatal sobre este cultivo. El estudio fue realizado en colaboración con diversas entidades gubernamentales y agencias de ONU, coordinado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

De manera preocupante estamos siendo testigos de una nueva expansión del monocultivo de la piña. Este sin duda uno de los más nocivos e insostenibles de la Historia. Vemos cómo las empresas piñeras poco les importa la salud, la alimentación, el trabajo, el agua potable y las condiciones de las comunidades aledañas a las plantaciones y ahora, el patrimonio cultural. En este nuevo permiso otorgado por SETENA de forma irresponsable vemos que ni siquiera el legado cultural es barrera para seguir sembrando piña. Por esta razón es importante plantearse una moratoria nacional a la expansión sin planificación del monocultivo.

Fuente: Chichicaste Digital

Temas: Monocultivos forestales y agroalimentarios

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