Defendiendo la diversidad

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Frente a decenas de personas que llenaban uno de los salones de la Universidad Federal de Pará, Marcial Arias, indígena Kuna de Panamá, explicó pausadamente cuál era la diferencia entre un bosque y una plantación. Con una voz potente, que llegaba a todos los rincones del lugar, Arias declaró que un bosque era fuente de vida, porque en su diversidad se hallaba el alimento, la medicina y la vivienda.

En cambio, las plantaciones son monocultivos, y van en contra "de todo lo que es la cultura y todo lo que es la tradición", porque con ellos se pierde el conocimiento ancestral de los pueblos indígenas, afirmó posteriormente en entrevista con Radio Mundo Real.
Arias realizó su presentación en una actividad denominada "Soberanía de los pueblos, bosques y biodiversidad: alternativas de sustentabilidad y amenazas", que se desarrolló en el marco del Foro Social Mundial, que está teniendo lugar en la ciudad brasileña de Belém. Expuso que "con diversidad de árboles en nuestro territorio, podemos seguir alimentándonos de nuevos conocimientos, pero en caso de que sólo comiencen a cultivar un solo tipo de árbol, [eso] nos hace perder todo tipo de cosas, y la pérdida de biodiversidad es también biológica".
En cuanto a la política conocida como Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación (REDD), Arias señaló que como movimiento indígena, se los había ignorado y marginado en la planificación del mecanismo.
Marcó que los gobiernos "discutían y tomaban decisiones", y que sobre todo, eran "los países que tienen más fuerza en el tema de bosques" -como Brasil, Indonesia y Malasia- los que "imponían su criterio".

"Nosotros como parte de la sociedad civil, como pueblos indígenas, somos discriminados, marginados, nunca nos tomaron en cuenta, y hasta ahora, que está en su parte final la decisión sobre los mecanismos de REDD, nos tienen marginados, y todavía no hemos opinado", dijo Arias en la entrevista.
Señaló que por eso pensaban ir a la 15ª Conferencia de las Partes del Convenio de Cambio Climático de las Naciones Unidas (COP 15) -que tendrá lugar en Copenhague- para hacer su última protesta, como ya lo habían hecho en ediciones anteriores de la conferencia, manteniendo el reclamo de que se respetaran los derechos de los pueblos indígenas en la implementación de REDD.
Arias indicó que para los pueblos indígenas, lo más importante era el uso sustentable de los recursos, una actitud que ellos ponían en práctica. "Debe haber una armonía y debe haber respeto", afirmó, e hizo referencia a que la alimentación, por ejemplo, dependía del uso de los bosques.
"Los pueblos indígenas hemos dicho que rechazamos totalmente las plantaciones, porque nuestra producción es mixta, es una agroforestería donde debe participar todo tipo de cosas", declaró. A su vez hizo énfasis en que si no se respetaba la diversidad de cultivos, se obligaría a las comunidades originarias a salir de sus territorios rumbo a las ciudades.
"Nosotros, los pueblos indígenas, seguimos resistiendo frente a los embates. Y ahora nos quieren echar la culpa a nosotros, diciendo que el cambio climático se debe a la existencia de los pobres, y quieren decir con eso que hay que eliminar a los pobres para que haya una sustentabilidad, para frenar los impactos del cambio climático. Yo creo que son unas políticas erradas de parte de los grandes inversionistas", tales como el Banco Mundial, que "ofrece millones de dólares para implementar las políticas de REDD".
"Frente a eso les decimos que todavía las comunidades indígenas y locales seguimos resistiendo, peleando por nuestros derechos, y por la sobrevivencia de nuestros pueblos, por la cultura, y yo espero que nosotros todavía podamos existir más de 500 años más", sentenció Arias.

Fuente: Radio Mundo Real

Temas: Biodiversidad

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