El Atlas de la Comida denuncia el peligroso monopolio de la alimentación

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Amigos de la Tierra Europa junto a la Fundación Heinrich Boll y la Fundación Rosa Luxemburgo ha publicado el Atlas de la Comida, una investigación en la que se muestra cómo la producción de alimentos en el mundo está monopolizada por cada vez menos empresas y cada vez más grandes, a lo largo de toda la cadena alimentaria.

Esta tendencia amenaza la capacidad de elección de los consumidores, el empleo y las condiciones laborales en la industria agroalimentaria, así como a la producción de alimentos en el futuro, señala el informe.

En los años 2015 y 2016, de las 12 mayores fusiones entre empresas con cotización oficial, cinco tuvieron lugar en el sector agroalimentario, con un valor total de casi 500.000 millones de dólares americanos.

La publicación del informe coincide con la decisión a la que se enfrenta la Comisión Europea sobre la autorización de la megafusión entre Bayer y Monsanto, y después de que el comisario de Phil Hogan, anunciase su intención de frenar el poder excesivo de los supermercados.

Las conclusiones del informe son motivo de preocupación para las organizaciones sociales, ya que la concentración de poder por parte de unas pocas empresas en la cadena alimentaria está causando:

  • Menor oferta para los consumidores: casi la mitad de la comida que se vende en la Unión Europea viene de solo 10 cadenas de supermercados. Apenas 50 industrias se llevan la mitad de las ventas de comida en el mundo. Y tan solo 4 empresas producen el 60% de la comida de bebé en el mundo.
  • La alimentación del futuro en riesgo: las fusiones entre los gigantes de la agroindustria provocan la intensificación de la producción a lo largo de toda la cadena, actualmente el 20% de las tierras agrícolas del mundo están ya degradadas.
  • Pérdida de empleos y bajada de salarios: la actual ola de fusiones en las industrias procesadoras, por ejemplo, entre Heinz y Kraft, se ha debido a la necesidad de ahorrar costes para seguir compitiendo en el mercado global, lo que ha provocado la pérdida de miles de puestos de trabajos.
  • Presión por los bajos precios, el cártel de la distribución: las empresas de distribución (principalmente supermercados) y la industria procesadora de alimentos presionan a sus proveedores, expulsando a los pequeños productores y normalizando las pésimas condiciones laborales y bajos salarios en toda la cadena. Por ejemplo, aproximadamente el 80% del mercado mundial del té está controlado por tres empresas.
  • Persistencia del hambre entre la población más empobrecida, pese a la sobreproducción de alimentos en el mundo: la cosecha global de cultivos alimenticios equivale a 4.600 kcal. por persona y día – pero más de la mitad se pierde en el almacenamiento, distribución, desperdicio y alimentación del ganado.

Blanca Ruibal, responsable de Agricultura y Alimentación en Amigos de la Tierra ha señalado que “las grandes empresas transnacionales de agricultura y alimentación tienen cada vez más poder; está en juego la calidad de nuestra comida, y la capacidad de alimentar a las generaciones futuras. La UE debe tomar medidas para evitar esta concentración y fomentar las alternativas. Existen muchos ejemplos de cómo producir alimentos sanos a la vez que se crea empleo digno y se protege el entorno”.

- Imagen por Atlas de la Comida.

Fuente: 20 Minutos

Temas: Sistema alimentario mundial

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