España: Greenpeace demanda a los importadores de langostino de acuicultura información sobre las condiciones de cultivo en los países de origen

Las importaciones españolas de langostinos siguen creciendo pese al gran impacto medioambiental y social derivado de la pesca y el cultivo de este producto

España es, de hecho, el tercer importador mundial, con 127.000 toneladas de langostinos. Un 30% de la producción mundial de langostinos proviene de la acuicultura, actividad que generó 1.250.000 toneladas en 2001, y que provoca graves impactos medioambientales y sociales.

Greenpeace ha realizado una encuesta a los importadores y comercializadores de langostino cultivado en España demandando información básica sobre las condiciones en las que estos han sido producidos. Entre la información demandada por Greenpeace se encuentra la ubicación de las granjas de cultivo, la existencia de autorizaciones para el desarrollo de esta actividad, la existencia de sistemas de tratamiento de efluyentes, el uso de una amplia gama de productos químicos o las condiciones laborales de los trabajadores de estas instalaciones.

Cada una de estas preguntas responde a problemas ambientales y sociales identificados durante años: muchas de las instalaciones de cultivo son ilegales; otras no cuentan con sistemas adecuados de tratamiento de sus aguas, convirtiéndose en una fuente muy importante de contaminación; el uso de productos químicos en el cultivo de langostinos es muy intenso y en los últimos dos años la Unión Europea ha prohibido la importación de langostinos desde varios países por el uso de antibióticos con serios efectos negativos sobre la salud humana; además, la industria de cultivo se ha visto asociada en muchas ocasiones a violaciones de los derechos humanos y a pésimas condiciones laborales.

"Los consumidores deben saber que detrás de uno de sus mariscos preferidos se esconden graves impactos ambientales y sociales. La industria que se beneficia del comercio internacional de estos productos debe garantizar que los langostinos de cultivo no provienen de la destrucción del medio ambiente en los países de origen".

La acuicultura de langostino se desarrolla en unos 50 países, en la mayoría de las ocasiones en áreas de manglar. Los manglares, o bosques salados que crecen en la costa, figuran entre los ecosistemas más diversos del mundo y son más productivos que los arrecifes de coral. En los últimos 20 años un 25% de la superficie de manglares ha sido destruida y el cultivo de langostinos es la principal amenaza a estos ecosistemas.

Un 99% de los langostinos cultivados en el mundo lo han sido en países en desarrollo. La destrucción del manglar debida a la instalación de las granjas de langostinos implica para la población local la pérdida de acceso a recursos de los que depende estrechamente: los manglares son zonas de pesca, de marisqueo, proporcionan leña y protegen la costa de la erosión.

Si quieres obtener más información sobre esta campaña entra en:

http://www.greenpeace.org/espana_es/campaigns/intro?campaign_id=163549

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