Ka’a he’ê, planta nativa del Paraguay, cultivada por mujeres campesinas vinculadas a Conamuri

Idioma Español
País Paraguay

"El hecho de que mujeres campesinas dedicadas a la producción agroecológica hayan resuelto emprender el cultivo de ka’a he’ê en sus parcelas, habla de una preocupación por rescatar lo relacionado a la cultura y medicina tradicional de nuestro pueblo".

El ka’a he’ê o stevia (stevia rebaudiana bertoni) es una planta nativa del Paraguay reconocida mundialmente por sus funciones edulcorantes. Los pueblos indígenas la utilizan desde los tiempos anteriores a la llegada de los europeos y todavía se la encuentra en estado silvestre sobre todo en el departamento de Amambay y también en Concepción, allí donde nació su uso comercial.

Hoy muchas corporaciones multinacionales tienen su mirada puesta sobre el ka’a he’ê, incluso varias empresas extranjeras han patentado diferentes aplicaciones alimentarias relacionadas a esta planta ante la desidia de las autoridades del Estado paraguayo.

El hecho de que mujeres campesinas dedicadas a la producción agroecológica hayan resuelto emprender el cultivo de ka’a he’ê en sus parcelas, habla de una preocupación por rescatar lo relacionado a la cultura y medicina tradicional de nuestro pueblo, más allá de la expectativa que el proyecto puede significar para la economía doméstica. Los resultados de estas prácticas se verán con el tiempo no solo en los mercados solidarios y en la mini industria, sino también en las ferias de intercambio de semillas nativas y criollas.

Minga y rescate de prácticas ancestrales:

El Comité de Productoras “Oñondive” fue fundado en el año 2010 y actualmente lo integran 12 mujeres que viven en el Km 47 entre los distritos de Edelira e Itapúa Poty –departamento de Itapúa–. Es uno de los responsables de elaborar la yerba mate Oñoirũ y actualmente están ingresando al rubro del cultivo de ka’a he’ê, proyecto resultante del trabajo técnico convenido con Granular Real Stevia Orgánica, que tiene asiento en la ciudad de Caaguazú.

Son 25 mil mudas de ka’a he’ê que fueron plantadas con fines de práctica y aprendizaje en una parcela colectiva de media hectárea. Una vez que el cultivo pueda ser multiplicado, cada compañera del comité podrá llevar determinados ejemplares a su propia chacra para los cuidados y la reproducción.

El suelo se preparó con la aplicación del calaje utilizando arado y previo levantamiento de cortina vegetal –con kumanda yvyra’i (cajanus cajan) y pacholí (pogostemon cablin)– a objeto de evitar la contaminación externa. Se utilizó posteriormente tracción animal (bueyes) para abrir los surcos. Con ayuda de todas las familias, hijas, hijos y compañeros de las integrantes del Comité “Oñondive”, fueron colocando en los pocitos los plantines; mientras uno iba sembrando, otro los cubría de tierra con la mano.

La cosecha está prevista para los meses de agosto, octubre y diciembre. La comercialización está garantizada por el convenio para abastecer la demanda local.

Nuestra compañera Saturnina Almada, integrante de Oñondive, manifestó que, si bien este cultivo conlleva un arduo proceso, lo hace más fácil el hecho de que toda la comunidad esté muy unida y en el comité trabajen muy comprometidos para alcanzar un buen resultado.

Fuente y foto: CONAMURI

Temas: Agroecología, Feminismo y luchas de las Mujeres, Saberes tradicionales

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