La Vía Campesina está sumamente preocupada por la situación en el campamento de refugiados palestinos de Yarmuk, al sur de Damasco

Idioma Español
País Asia

La Vía Campesina ha seguido con gran preocupación las recientes informaciones sobre la invasión del campamento de refugiados palestinos de Yarmuk por parte de grupos armados extremistas. Este hecho tiene lugar tras dos años de asedio del campamento.

Los grupos armados han dirigido ataques contra nuestros amigos y socios en los proyectos de soberanía alimentaria que allí se llevan a cabo y estamos extremadamente preocupados por su seguridad. La reciente ejecución selectiva del activista de la sociedad civil Firas Al Naji —impulsor de proyectos de soberanía alimentaria en Yarmuk (cuyo objetivo es aliviar el sufrimiento de una comunidad que padece desnutrición severa como consecuencia del asedio), entre otras iniciativas— es un funesto ejemplo de la grave situación a la que se enfrenta la sociedad civil.

También estamos profundamente preocupados por la seguridad de Abdullah Al Khateeb y otros defensores y defensoras de los derechos humanos señalados como objetivo por los grupos militantes. Todas estas personas, miembros activos de la sociedad civil, viven bajo una gran amenaza y no podemos permanecer impasibles mientras se las ataca a ellas y a su comunidad.

Las personas refugiadas palestinas —declarados/as desplazados/as por muchos países— no gozan de la protección que los países de acogida deberían ofrecerles. El hecho de que a las personas refugiadas en Siria se las considere desplazadas y, además, sean nuevamente desplazadas ha deteriorado todavía más la situación de sus derechos.

En el caso de Yarmuk, suburbio meridional de la capital siria, el organismo de la ONU responsable de mantener y proporcionar servicios de socorro a la comunidad palestina, la UNWRA (Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo), ha sido incapaz de cumplir con sus obligaciones básicas para con los residentes palestinos del campamento. Éste ha sido el caso durante casi dos años, desde el inicio del asedio. Mientras tanto, toda la población de la zona —no sólo las personas palestinas— permanece aislada y sin ninguna ayuda de la comunidad internacional.

Este asedio de dos años de duración impide a la gente entrar y salir del campamento e imposibilita el acceso a alimentos y a atención médica. Desde septiembre de 2014, hay escasez de agua debido a que el sistema de abastecimiento fue desconectado. Así pues, la situación humanitaria es cada vez más desastrosa para las 18.000 personas que permanecen en el campamento. Este asedio es totalmente ilegal en virtud del derecho internacional humanitario y debe considerarse un crimen de guerra.

En tanto que movimiento de campesinos y campesinas y en favor del derecho a la soberanía alimentaria, nos preocupa enormemente esta continua violación de los derechos del pueblo sirio, que está siendo objeto de una estrategia criminal que en muchas zonas del país obliga a “morir de hambre o rendirse”. Con casi 200 muertes por inanición, Yarmuk es uno de los ejemplos más indignantes de la utilización de este método, cuyo objetivo es quebrantar a comunidades enteras. Rechazamos el uso del hambre y la falta de alimentos como arma contra la gente por parte de cualquier grupo armado.

Habida cuenta de los nuevos acontecimientos acaecidos en Yarmuk, con la invasión del “Estado Islámico” y los ataques contra sus habitantes que agravan aún más la situación humanitaria, instamos a la comunidad internacional y en particular a la UNWRA a que hagan todo cuanto esté en su mano para proteger a la gente en Yarmuk.

Hacemos un llamamiento urgente para:

- Que se garantice el paso seguro a toda la población de Yarmuk a fin de que puedan entrar y salir del campamento sin ser objeto de arresto por parte de grupos armados;

- Que se garantice la absoluta protección de todas las personas que abandonan el país, que la protección incluya el derecho a salir del país y que los Estados apliquen una política de fronteras abiertas;

- Que la UNWRA proporcione sin demora alimentos, agua y asistencia médica a los y las residentes asediados en el sur de Damasco;

- Que todas las partes implicadas palestinas lleven a cabo un esfuerzo colectivo para defender los derechos de las personas atrapadas en Siria y en los países colindantes;

- Que el Comité Internacional de la Cruz Roja respalde la entrada de suministros médicos y alimentos para quienes vivan en la zona, restablezca el funcionamiento de los hospitales que debido al asedio están prácticamente en ruinas, y que se garantice el paso seguro;

Organicen protestas en sus ciudades en solidaridad con la gente de Yarmuk y exijan a la comunidad internacional, a la UNWRA y al Comité Internacional de la Cruz Roja que ejerzan su mandato y que hagan todo lo posible para proteger a las personas en el campamento de Yarmuk.

Escriban a :

- UNWRA, ver aquí.

- Comité Internacional de la Cruz Roja: Fax: +41 22 733 20 57 o ver aquí.

Fuente: La Vía Campesina

Temas: Criminalización de la protesta social / Derechos humanos

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