La biodiversidad es esencial para la seguridad alimentaria y la nutrición

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En los ecosistemas agrícolas, el mantenimiento de la diversidad biológica es importante tanto para la producción de alimentos como para la conservación de los sistemas ecológicos necesarios para mantener la vida y los medios de vida rurales.

La biodiversidad agrícola incluye todos los componentes de la diversidad biológica de importancia para la alimentación y la agricultura: la variedad y variabilidad de animales, plantas y microorganismos a nivel genético, de especies y de ecosistemas, que sostienen las funciones, la estructura y los procesos del agroecosistema. Esta diversidad ha sido moldeada por los agricultores y las comunidades durante milenios y sigue siendo un elemento clave de las estrategias de subsistencia de los agricultores de pequeña escala de todo el mundo. La biodiversidad agrícola es un recurso fundamental para la mejora continua de variedades y razas, y es necesaria para hacer frente a los cambios.

En las últimas décadas, la agricultura ha logrado aumentos sustanciales en la producción de alimentos, pero a costa de un uso excesivo de insumos no renovables y recursos naturales, pérdida de biodiversidad y degradación de los ecosistemas, particularmente con respecto a sus servicios reguladores y de apoyo. En los próximos 40 años se necesitarán algunos cambios importantes en los sistemas de producción agrícola si queremos alcanzar los objetivos deseados de una productividad mejorada, sostenibilidad ambiental, equidad y de medios de subsistencia, salud y nutrición.

Para lograr esto, los sistemas de producción necesitarán tener una mayor dependencia de los procesos ecológicos que produzcan retroalimentaciones positivas sobre la sostenibilidad y la producción y aseguren una mejor provisión de todos los servicios ecosistémicos. Estos cambios, implicarán el uso integrado de la biodiversidad agrícola haciendo que los sistemas agrícolas logren altos niveles de productividad y ser económicamente rentables, con una necesidad menor o nula de insumos externos, costosos y cada vez más escasos.

Una mayor diversidad en los cultivos utilizados para los alimentos conduce a una mayor variedad de nutrientes disponibles en las dietas humanas. La dependencia de un bajo número de cultivos puede ocasionar la erosión de los recursos fitogenéticos y un mayor riesgo de enfermedades diseminadas cuando una variedad es susceptible a una nueva enfermedad de las plantas, lo que provoca inseguridad alimentaria.

Ya se han desarrollado varios enfoques que utilizan la biodiversidad para la alimentación y la agricultura para lograr aumentos sostenibles en la productividad y proporcionar una base ecológica más sólida para la agricultura. Muchos ganaderos usan rebaños con múltiples especies y razas para mantener una gran diversidad en las granjas y protegerse contra las adversidades climáticas y económicas. Por otro lado, se ha demostrado que la rotación de cultivos, el cultivo intercalado y el cultivo de diferentes variedades tienen efectos beneficiosos sobre el rendimiento del cultivo, la disponibilidad de nutrientes, el control de plagas y enfermedades y el manejo del agua.

Estos enfoques ricos en diversidad, junto con otros como el uso creciente de especies agroforestales, el desarrollo de huertos familiares, el uso de sistemas de arroz con peces y el mantenimiento mejorado de la diversidad de polinizadores, demuestran la contribución de la biodiversidad para la alimentación y la agricultura. Al mismo tiempo, una diversidad más rica de productos de diversos sistemas de producción puede contribuir significativamente a mejorar el estado nutricional y la salud de las personas de zonas tanto urbanas como rurales de todo el mundo.

Fuente: Derecho a la Alimentación

Temas: Biodiversidad, Soberanía alimentaria

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