La campaña contra el glifosato se refuerza tras una denuncia de manipulación de Monsanto

Idioma Español
País Europa

La campaña #StopGlifosato impulsada por Iniciativa Ciudadana Europea (ICE) para la eliminación del herbicida sigue en pie con el fin de concienciar sobre los efectos dañinos sobre la salud y el medio ambiente.

La organización GLOBAL 2000 (Amigos de la Tierra Austria), con el apoyo de la agrupación de iniciativa ciudadana Avaaz, BUND, Campact, CEO, GMWatch, Pesticide Action Network (PAN) Europe, PAN Alemania y Umweltinstitut München, publicó el pasado 23 de marzo el informe “Comprando a la ciencia“, en el que denuncia una supuesta manipulación de informes científicos por parte de la multinacional Monsanto sobre los efectos del glifosato (ver aquí).

Destrucción de la cadena alimentaria de abejas y presente en el agua:

El glifosato es el herbicida más vendido en el mundo, patentado por esta multinacional, que destruye la cadena alimentaria de abejas, mariposas y pájaros, entre otros, y se encuentra presente en el agua, el suelo, la sangre e incluso en la orina de las personas, según estudios científicos.

En junio de 2015, la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC) de la Organización Mundial de la Salud (OMS) incluyó el glifosato en su listado de agentes probablemente cancerígenos y extremadamente dañino para la biodiversidad y el medio ambiente.

Sin embargo, el pasado 15 de marzo, la Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas (ECHA) informo de que no ha hallado evidencia de que el glifosato sea cancerígeno. es decir un causante de problemas en la salud.

Monsanto y los informes sobre el glifosato:

Según el documento de GLOBAL 2000 y las otras organizaciones, Monsanto y otros fabricantes de glifosato supuestamente distorsionaron entre 2012 y 2016 pruebas científicas sobre los efectos del herbicida en la salud pública para mantener este químico en el mercado de los herbicidas.

El documento denuncia que esta industria supuestamente pagó informes de “escritura fantasma”, es decir, estudios que benefician totalmente a los intereses de la compañía con el fin de contrarrestar los informes de la OMS y otras agencias, según ICE.

Esos informes supuestamente pagados por Monsanto, hablan sobre la ausencia de efectos cancerígenos y sobre el sistema genético (ADN), además de contener omisiones científicas supuestamente calculadas e introducir datos irrelevantes en relación a la violación de las directrices de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) sobre evaluación de estudios en roedores y sus efectos cancerígenos, según Iniciativa Ciudadana Europea.

Adicionalmente, denuncia el documento, esos informes dan deliberadamente mayor valor científico a artículos no publicados, que a estudios que fueron revisados por expertos y se recogieron en revistas científicas.

En verano de 2016, la Comisión Europea no alcanzó los votos suficientes para renovar la licencia del glifosato como lo solicitaban sus fabricantes, y solo se renovó por 18 meses, plazo que concluye en diciembre de este año.

Sin embargo, los “grandes fabricantes de herbicidas como Monsanto siguen presionando para proteger sus beneficios”, ha denunciado en declaraciones a EFE el responsable de ICE España, Juan Felipe Carrasco.

#StopGlyphosate:

Por ello, ICE, que lidera la campaña #StopGlyphosate por medio de la organización WeMoveEurope, junto a Ecologistas en Acción, Fundación Vivo Sano y Fundación Alborada continúan con las acciones para informar y concienciar a la ciudadanía sobre las consecuencias que tiene el glifosato, ha explicado Carrasco.

Así reunirán el próximo 18 de abril en la sede madrileña del Parlamento Europeo a varios expertos con el fin de examinar la situación actual, la parte científica y la sanitaria y como acto final de la Semana sin Pesticidas que se realiza en varios países europeos.

Entre los participantes en el foro (ver aquí) estarán Ruth Echeverría, responsable del proyecto “¡Que no te alteren las hormonas! de la Fundación Alborada; Florent Marcellesi, eurodiputado del Grupo Los Verdes/Alianza Libre Europea, quien presentará y moderará una mesa en la que participará una experta y víctimas del herbicida.

También estarán Angeliki Lysimachou, toxicóloga ambiental de Pesticide Action Network Europe; Kistiñe García, responsable de la campaña contra contaminantes hormonales de Ecologistas en Acción, y Nicolás Oleas, médico e investigador de la Universidad de Granada, entre otros especialistas en el tema del glifosato.

Carrasco ha añadido que quien quiera adherirse a la campaña #StopGlifosato puede sumarse a la más de 600.000 firmas recogidas hasta hoy y que pretende llegar al millón, para que la Comisión Europea prohíba definitivamente en diciembre próximo la licencia de utilización del herbicida.

Para ello, se puede entrar en la página web de cualquiera de las organizaciones convocantes o en http://stopglyphosate.org

Carrasco ha asegurado que Europa lidera la iniciativa contra el glifosato, y de conseguir su prohibición sería un punto de partida para que deje de utilizarse también en países de América Latina y Asia.

La industria fitosanitaria:

La industria fitosanitaria representada en la Asociación Empresarial para la Protección de las Plantas (Aepla) en un comunicado remitido a Efe en marzo pasado sostiene que “el glifosato no es cancerígeno, en contra de lo que señalan los activistas, ninguna autoridad reguladora en el mundo lo ha dicho sobre este producto, uno de los más analizados en la historia dado que hace más de 40 años que es empleado”.

Y añade: “Así lo han establecido diversos organismos reguladores tras evaluar los todos estudios científicos disponibles. Así se han pronunciado, entre otros, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), el Instituto Federal Alemán para la Evaluación del Riesgo (BfR), la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) y otros organismos reguladores entre los que destacan los de Canadá, Japón y Australia”.

Además sostiene que “los argumentos de los activistas se fundamentan en la clasificación reciente realizada por la IARC una agencia que no es una autoridad reguladora”.

“Esta agencia clasifica peligros, no riesgos basados en la exposición o consumo, de diversos productos o sustancias. Así, el glifosato está clasificado según la IARC en la misma categoría que la carne no procesada, ser peluquero, el café o cocinero de frituras”, concluye.

Fuente: EFE Verde

Temas: Agrotóxicos, Defensa de los derechos de los pueblos y comunidades

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