La lucha contra la explotación minera transnacional, es contra la codicia

Ángela Alfaro, Nicaragua; David Pereira, El Salvador; Vinicio López, Guatemala; Juan Almendárez, Honduras, discuten la explotación minera a nivel centroamericano. Los cuatro ambientalistas centroamericanos coinciden, de entrada, que la experiencia de la industria minera en la región, a lo largo de los años, es sinónimo de pobreza, enfermedad y muerte.

La depredación del medio ambiente; el aniquilamiento de los ecosistemas y la heredad de la contaminación de la tierra y el agua, es una realidad con la que deben lidiar los pueblos, son razones suficientes para llevar a cabo una cruzada de solidaridad mesoamericana.

Será en junio que los ambientalistas exigirán el “respeto a la dignidad y los derechos humanos de los pueblos”, a las corporaciones transnacionales y los entes financieros internacionales que les apoyan.

Agua potable perdida para siempre

Angélica Alfaro, ambientalista nicaragüense trabaja en el Centro Humboldt, de su natal Nicaragua, organismo que mantiene una lucha contra la contaminación que genera la empresa minera “Desminic”, ubicada en el municipio de La Libertad, jurisdicción de Chontales.

El centro ambientalista, interpuso una denuncia ante el Ministerio del Ambiente de Nicaragua, al detectarse el envenenamiento del Río Mico, que surte agua a 5 pequeños poblados, con aproximadamente 15 mil habitantes en extrema pobreza.

Alfaro explicó que al intentar represar el río se encontraron con “un cuerpo de agua contaminado con metales pesados” como el aluminio y el manganeso, que pone en peligro de muerte a los lugareños.

“Durante 15 días (el ministerio) realizó un monitoreo del sedimento y el agua del río, arrojando niveles altos de contaminantes en las deposiciones y vertidos, que realiza la empresa minera, y que por ley no está permitido. Sólo, logramos un llamado de atención y una renovación del plan ambiental, por eso estamos molestos, porque la impunidad continuará”, dijo Alfaro.

Los metales pesados que son liberados en la extracción de metales preciosos, son definitivamente agentes cancerígenos y abortivos, que envenena no sólo a las personas, sino a los hatos ganaderos y la vegetación existente.

Sobre el desarrollo económico de la zona, Alfaro informó que “se desplazó a un buen grupo de pobladores por estar en la zona de excavación, generaron alrededor de 400 empleos en una población de 15 personas. La gente se ha quedado sin nada y el gobierno, en una actitud negligente, les otorga los permisos de seguir explotando la minería en Nicaragua”, acotó Alfaro.

Proyectos Mineros sin control

David Pereira, ambientalista salvadoreño, de la Asociación de Desarrollo Económico y Social, Santa Marta, es tajante “el 25% del departamento de Cabañas, ha quedado bajo la influencia de la industria minera canadiense”,
La mina El Dorado en San Isidro Cabañas, cambiará dramáticamente la vida de extrema pobreza en que viven sus pobladores, advirtió.

“Son varios municipios: San Isidro, Sensuntepeque, Guacotectic, Ilobasco y la parte norte de San Vicente, y ha sido el Ministerio de Economía que autorizó la exploración a esta transnacional, que sólo espera el aval del ministerio del medio ambiente, para explotar las vetas de metales preciosos”, dijo Pereira.

“Esta empresa utilizará aproximadamente 104 litros de agua por segundo, que se traducen en 2 millones de barriles de agua”, durante los próximos 6 años de explotación minera, según Pereira, y entrarán en competencia contra las comunidades para obtener el recurso hídrico y concluyó “ya sabemos quienes, obtendrán el líquido”.

Asimismo explicó que la extracción en la zona será subterránea y que serán cientos, sino miles, de metros de túneles y galerías dentro de la mina. “Habrá un túnel madre de 4 metros de alto por 4 metros de ancho, para llegar a una veta de oro y las ramificaciones subsiguientes. Utilizarán cianuro para la extracción, serán 2 toneladas por día, para sacar 18 millones de gramos de oro, con una tonelada de roca molida, eso acabará con los mantos acuíferos”, señaló Pereira.

El ambientalista sabe que hay un estudio de unos técnicos alemanes, que detectaron uranio en las entrañas de la zona, y teme que esto genere mayor contaminación en los ríos Titihuapa, San Francisco y Lempa, en perjuicio de los pobladores de pueblos cercanos que utilizan las aguas.

Los sipakapenses desafiaron al Banco Mundial
El Movimiento de Trabajadores Campesinos, Diócesis de San Marcos, Guatemala, ha ganado y perdido batallas, contra las transnacionales mineras, que desde hace una década han acampado no sólo en las zonas, sino en las vidas de los pueblos mayas, Sipakapense y Mam, dijo Vinicio López.

La genuflexión de los gobiernos para permitir la influencia económica, política, social y cultural de las transnacionales, en la vida de la población indígena de Guatemala es lamentable, según López.

“Se han hecho a la medida su régimen financiero. Dejan el 1% de regalías al país, del 100% de la extracción de los minerales; las importaciones de equipo técnico no pagan impuestos; y ahora, se protegen en el capítulo 11, del NAFTA, viven en un paraíso fiscal”, aseguró López.

La empresa Glamis Gold no sólo depreda el medio ambiente sino que contrata a exfuncionarios de gobierno, involucrados con la protección del medio ambiente y militares, para proteger sus inversiones, signos de “complicidad” contra el pueblo guatemalteco, añadió.

“Fue un hito histórico ese 18 de junio, los sipakapenses, ante el Banco Mundial, rechazaron el proyecto y dijeron en esa consulta pública que no los querían en el territorio. Esa se ganó, pero hay que hacer mucho más en otras zonas”, argumentó López.

Los impactos económicos, sociales y culturales, según López son irreparables “afecta la cosmovisión de los pueblos mayas y de sus sitios sagrados”. De un universo de 51 mil habitantes Glamis Gold contrató 247 personas.

III. Minería herencia de muerte en Centroamérica
Para el doctor Juan Almendárez de Honduras, el Valle de Siria, es una preocupación por su permanente depredación, falta agua, y por ser fuente permanente de contaminación de enfermedades respiratorias y de la piel. Almendárez señaló “es un precedente histórico la industria minera que genera pueblos muertos y contaminación que dura siglos, afirmó que “nuestra lucha es contra la codicia de las grandes empresas”.

Explicó que las compañías mineras son metálicas y no metálicas, de cielo abierto y subterránea. Que no importa cual sea, las dos son contaminantes, acaban con los micro climas, ecosistemas y medio ambiente.

Describe de forma precisa que al liberar con cianuro el oro o la plata, también liberan cromo, plomo y otros metales pesados, que la mayoría son venenosos.

Las pilas o lagunas donde quedan los sedimentos de los metales al rebalsar por las tormentas o por efectos de los huracanes, terminan depositando el líquido en las entrañas de la tierra, contaminando el agua subterránea de la zona.

“No hay donde equivocarse las poblaciones en Palo Ralo, en San Francisco Morazán, y San Andrés, Copán, tienen problemas serios con la escasez de agua. La gente no se baña, ese desaseo genera enfermedades en la piel y muere. Es la industria mas racista que existe, deja a los pobladores que viven en extrema pobreza a merced de los extranjeros, violando sus derechos humanos”, acotó Almendárez.

La semana del 12 al 18 de junio este grupo estos ambientalistas junto a mexicanos y costarricenses realizarán diversas actividades para instar a los gobiernos y los organismos financieros internacionales a frenar los abusos contra los pueblos mesoamericanos. (13 de mayo 2006)

Gloria Silvia Orellana
Redacción Diario Co Latino

Fuente: Diario Co Latino