“La minería y el petróleo están vinculados a más asesinatos”

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Afirmó organización Global Witness. Sostienen que incremento de asesinatos es por impunidad y falta de procesamiento judicial que permite a perpetradores caminar libremente.

Según el reporte de Global Witness, durante el 2016 fueron asesinados 200 defensores de la tierra y el medio ambiente, 10 por ciento más que en el 2015, siendo la minería y petróleo las actividades vinculadas a más asesinatos (ver aquí).

El informe Defender la tierra: asesinatos de defensores/as de la tierra y el medio ambiente en 2016, detalla que el sector minería y petróleo registró 33 asesinatos, la explotación forestal 23, la agroindustria 23, la caza ilegal 18, agua y represas 7, y otros 4 asesinatos.

El incremento de los asesinatos, de acuerdo a Global Witness, se debe a la impunidad y la falta de procesamiento judicial, que permite a los perpetradores caminar libremente, alentando a potenciales asesinos.

La organización descubrió que durante el 2016, las fuerzas gubernamentales fueron responsables del asesinato de, al menos, 43 personas. De ellos, 33 fueron perpetrados por la policía y 10 por el ejército, y los actores privados como guardias de seguridad y sicarios, fueron responsables de 52 muertes.

“Las luchas entre los gobiernos, las empresas y las comunidades locales por el uso de la tierra y los recursos naturales son la base de la mayoría de los asesinatos documentados por Global Witness”, sostiene el informe.

Asimismo, la organización sostiene que, cuando los defensores de la tierra y el medio ambiente chocan con intereses políticos, empresariales y criminales, son marginados y catalogados como “anti-desarrollo”, por lo que se enfrentan a amenazas de muerte, intimidación y acoso.

Cifras por países:

Entre los países donde la situación de los defensores ha empeorado se encuentran Colombia, India y la República Democrática del Congo. En Colombia, por ejemplo, fueron asesinados 37 defensores, el peor años registrado, donde los paramilitares fueron los presuntos autores de 22 asesinatos.

La lideresa Wayúu y activista por los derechos de las mujeres y pueblos indígenas, Jakeline Romero, se enfrentó a amenazas e intimidaciones luego de haber denunciado los abusos cometidos por los paramilitares y poderosas corporaciones en La Guajira.

“No se meta en lo que no le incumbe, evite problemas, sus hijas están muy lindas y piense en ellas, gran malparida perjudicial evite problema porque hasta su madre se la desaparezco para que siga de sapa”, fue el mensaje que recibió Jakeline, en diciembre de 2016.

Por su parte, en la India fueron asesinados 16 defensores en el último año, 10 de los cuales fueron responsabilidad de la policía, donde la tala y la minería fueron las principales industrias relacionadas con las muertes.

Asimismo, la República Democrática del Congo fueron asesinados 10 defensores, el más alto en África, de los cuales 9 fueron guardaparques, quienes además sufren la amenaza por parte del gobierno.

Nicaragua, se convirtió en el país más peligroso del mundo per cápita, donde murieron once defensores, en su mayoría indígenas, en conflictos relacionados con la tierra entre las comunidades y los colonos.

Entre tanto, en Honduras fueron asesinados 14 defensores, convirtiéndolo en el país per cápita más peligroso de la última década, con 127 asesinatos desde 2007, con una estrecha relación a las represas hidroeléctricas y los agronegocios.

El mayor número de asesinatos de defensores de Asia se dio en Filipinas, donde 28 personas fueron asesinadas por actividades relacionadas a las extracciones mineras y de carbón. La mitad de las víctimas fueron indígenas.

Asimismo, en Brasil, durante el último año fueron asesinados 49 defensores, de los cuales la industria maderera estuvo vinculada a 16 asesinatos, mientras que en el Amazonas, los terratenientes estuvieron vinculados con muchas muertes.

El fenómeno de la criminalización:

“Además de las amenazas y los ataques, las personas defensoras de la tierra y el medioambiente están enfrentando cada vez más casos penales y civiles falsos y agresivos, por parte de gobiernos y actores empresariales, en un esfuerzo por silenciarlas”, sostiene Global Witness.

En este sentido, la organización detalla que la criminalización es utilizada para intimidar a los defensores, manchar su reputación y acorralarlas en costosas batallas legales donde, una vez acusadas, son estigmatizadas públicamente y tratadas como delincuentes por el gobierno y los medios de comunicación.

Por ejemplo, en Estados Unidos, si bien no se registró ninguna muerte de algún defensor durante el 2016, hubo un aumento de la criminalización, debilitamiento de la legislación sobre protección ambiental y el endurecimiento de la protesta, a nivel estatal y federal.

Fuente: Servindi

Temas: Criminalización de la protesta social / Derechos humanos, Minería

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