México: Deforestación de la selva maya está impune y es de alto riesgo

Idioma Español
País México

En 2012, la Sagarpa de manera arbitraria aprobó a ‘Monsanto’ permiso para la siembra de soya genéticamente modificada en 253 mil hectáreas de la Península de Yucatán, la Planicie Huasteca y Chiapas. Hasta el momento, de acuerdo a un estudio de Global Forest Watch, en el 2013, se perdieron más de 80 mil hectáreas de cobertura forestal en la Península de Yucatán. Esto equivale a casi la mitad de lo que se perdió en todo el país.

La firma encargada de proteger las áreas naturales del mundo, advirtió que tan sólo en el estado de Campeche se perdieron 38 mil hectáreas, en gran parte como consecuencia de la ampliación de la frontera de la siembra de transgénicos.

Global Forest Watch también alertó que la siembra de soya transgénica está ocasionando problemas de deforestación en zonas bajo algún estatus de conservación como: la Reserva de la Biosfera de Calakmul, Areas Naturales Protegidas (ANP) de Balaan Kaax y Laguna de Términos, Zonas Especiales de Laguna de Bacalar y de Laguna Ik, así como corredores biológicos Sian-kíaan/Calakmul, Petenes/Calakmul, Laguna de Términos/ Calakmul.

Asimismo, afecta a la población del Jaguar fragmentando su hábitat debido la falta de fuentes de agua y de alimento.

Defensa comunitaria

Desde ese mismo año, apicultores organizados, junto con organismos ambientalistas, declararon su rechazo a la soya transgénica y han interpuesto 8 juicios de amparo en Yucatán, Campeche y Chiapas por violación a su derecho a consulta, a su desarrollo como pueblos y a un medio ambiente sano.

Las agrupaciones Acción Colectiva Maíz y Colectivo Ma OGM, afirmaron que las comunidades mayas consideran que el permiso otorgado por la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) vulnera sus derechos a la consulta, libre, previa e informada y a un ambiente sano.

Denunciaron que el permiso sin previa consulta a las comunidades afecta a más de 15 mil familias campesinas de origen indígena maya que viven de la apicultura, una actividad económica sustentable debido a que la siembra de soya transgénica implica el uso del herbicida Glifosato, clasificado en 2015 como probablemente cancerígeno por la Organización Mundial de la Salud con serias implicaciones para la salud.

Explicación Legal

En respuesta a los fallos a favor de los apicultores de varios de los juicios de Amparo, la Sagarpa y la empresa Monsanto, presentaron recursos de revisión, impugnando las sentencias de los Jueces Federales, algunos de los cuales fueron tomados en cuenta.

Tomando en cuenta la importancia ambiental y social del caso, éste fue atraído por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que actualmente lo está revisando.

Será el 28 de octubre cuando se discutan los paquetes que interpusieron apicultores de Yucatán y Campeche. La discusión de los amparos se tenía prevista para este miércoles, pero se informó que todos serán atendidos tres días antes de que concluya el mes en curso por los integrantes de la segunda sala de la SCJN.

Daños a actividad milenaria

Rémy Vandame, investigador del Colegio de la Frontera Sur, advirtió que la soya transgénica pone en riesgo a las abejas por el uso de insecticidas y agroquímicos que trae consigo el monocultivo.

De hecho, el mismo estudio del Colectivo Ma OGM señala que desde 2012 a la fecha, todos los contratos de exportación de miel mexicana a la Unión Europea (destino de 3/4 partes del total producido), incluyen como condición que ésta sea libre de transgénicos.

A su vez, dos equipos independientes de investigadores de Ecosur encontraron evidencia de que las abejas sí cosechan néctar y polen en las flores de soya convencional y soya transgénica.

Por su parte, con el apoyo de varios exportadores mexicanos, así como del laboratorio europeo Iintertek, se probó que una parte de ese polen de soya transgénica fue a la miel incluso en los años 2012, 2013 y 2014, durante los cuales habían superficies menores a las sembradas actualmente de soya transgénica en municipios fuertemente apícolas como Hopelchén, Campeche y Bacalar, Quintana Roo.

También el uso extensivo y sin regulación de plaguicidas ocasionó que entre 2012 y 2013, dos mil colonias de abejas murieran en los ejidos de Suc-Tuc y Crucero San Luis, del municipio de Hopelchén y Crucero Oxá, del municipio de Campeche. Los apicultores aseguran que las abejas murieron por la aplicación con avioneta de un insecticida en un rancho vecino.

Para reflexionar

Aunque en nuestro estado son los grupos ambientalistas quienes abanderan la lucha contra la siembra de transgénicos, está es una causa que deberían tomar todos los sectores sociales, pues solo basta recordar que independientemente de la extracción de hidrocarburos, son el campo y la apicultura actividades claves para el desarrollo económico de la entidad.

La apicultura en nuestro Estado representa una actividad de la que dependen cerca de 10,702 familias rurales siendo diez municipios los que registran importantes volúmenes de producción.

Cabe señalar que la siembra agro-industrial de soya transgénica es incompatible con el sistema apícola-agrícola y con el sistema de conservación del territorio y de las selvas de comunidades mayas. La coexistencia entre ellos es inviable.

Ante ello, se prevén conflictos, migración, enfermedades y debilitamiento del tejido social y de la identidad comunitaria, así como incremento del daño ambiental al ecosistema (deforestación, contaminación del agua, desertificación, pérdida de biodiversidad). Estos daños han sido considerados como graves e irreparables por parte de Jueces federales y de diversos científicos expertos/as (revisar la lista de estudios y “amicus curiae” legales), y configuran sin duda la violación de derechos ambientales y a la salud de las Abeja pecoreando polen y néctar de Estudio INTERTEK miel contaminada soya genéticamente modificada.

Ante estas y otras violaciones a Derechos, la Suprema Corte de Justicia de la Nación tiene la oportunidad de confirmar las sentencias de varios Jueces Federales y cancelar definitivamente el permiso otorgado por la Sagarpa a la empresa Monsanto para la siembra comercial de soya transgénica en México.

El pleito llega a los tribunales

Desde que se dio a conocer el anuncio de un permiso para la siembra comercial de transgénicos a principios del 2012, las comunidades mayas, las cooperativas de apicultores y las empresas privadas del sector, aliándose con organizaciones ambientales y de derechos humanos, emitieron opiniones y realizaron varias acciones para establecer su postura en contra de dicho permiso.

El 13 de mayo de 2012, se presentaron en ocho de las principales zonas arqueológicas, un monumento colonial y una gran parcela agrícola de la Península de Yucatán para enviar un mensaje al mundo: “Ma OGM” (donde ma’, significa “NO” en maya), es decir “No a los transgénicos”.

Siguiendo con los protocolos reglamentarios, la Conanp, el INE (ahora INECC) y la Conabio realizaron diferentes análisis de riesgos, y determinaron, en sus respectivos dictámenes, que era inviable la siembra de soya transgénica en las zonas propuestas.

El estudio señalaba que “no se considera viable la liberación en los polígonos solicitados, dada la coincidencia geográfica entre las zonas de producción de miel en la península de Yucatán y los polígonos propuestos de liberación al ambiente de soya genéticamente modificada”.

Ante ello, los apicultores y grupos apícolas presentaron 9 juicios de amparo contra dicho permiso argumentando que:

- La Semarnat y la Sagarpa no efectuaron una consulta libre, previa e informada, a favor del pueblo maya en términos del Convenio 169 de la OIT.
- La siembra transgénica afectaba la apicultura, una práctica histórica y tradicional del pueblo maya.
- La siembra de soya transgénica viola el derecho a un medioambiente sano, por el uso excesivo de herbicidas y la deforestación que esta práctica implica.

En respuesta, el Juez Federal Primero de Distrito del estado de Yucatán otorgó la suspensión de oficio del permiso a nivel nacional, misma que estuvo vigente durante varios meses mientras avanzaba el juicio.

Finalmente, en marzo del 2014, el juzgado segundo de distrito del estado de Campeche dictó sentencia en favor de las comunidades y asociaciones de apicultores mayas.

En julio del mismo año, el Juzgado Primero de Distrito de Yucatán también amparó a las asociaciones de apicultores del estado de Yucatán. Con ello, el permiso para la siembra de soya transgénica quedaba cancelado en la entidad; la Sagarpa debía asegurarse que no se sembraría más soya transgénica en 2012 y luego en 2014.

Sin embargo, algunos productores de la región persistieron en la siembra, ahora de manera ilegal de la soya transgénica. En 2015, apicultores denunciaron cultivos ilegales de manera pública.

Fuente: Expreso Campeche

Temas: Transgénicos

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