México: Se impone el “no” a granja porcícola en Homún

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País México

El “no” a la granja triunfó con 732 sufragios contra 52 del “sí” y cinco nulos. Sufragó aproximadamente el 20 por ciento del padrón electoral registrado en Homún, de unas 4 mil personas, de una población de 7 mil.

La cancha de fútbol del pueblo rebosa de gente, familias enteras aprovechan la mañana del domingo, entre puestos de ropa y las mesas para votar instaladas por la asociación civil local Ka´anan Ts´onot, con la leyenda: “el voto es libre y secreto”. La música tropical ambienta la “consulta pública, libre e informada” que se escenifica en la plaza principal de Homún, para que cada votante responda a la pregunta: “¿Estoy de acuerdo con que se instale una megagranja de cerdos en Homún?: sí, no”.

La votación discurre sin incidentes; dos personas con cartulinas defienden la mega granja industrial que pretende procesar 45 mil cerdos para exportarlos a China: “Sí a la granja, el pueblo ya abrió los ojos, a los dueños del cenote ya se les dio un dinero”.

En tres patrullas, agentes de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) vigilan a distancia, discretamente; observadores de diversas organizaciones civiles (Indignación, Misión de Observación del Pueblo Maya) ven cómo se desarrolla la votación a la que acuden fundamentalmente familias, con los niños en brazos o tomados de las manos, pero también ancianos y jóvenes. Todos votan con su credencial de elector del INE (Instituto Nacional Electoral); se les entrega la boleta con la pregunta de marras y tras escribir la respuesta en las mamparas improvisadas con cartulinas sobre mesas de plástico, depositan su voto en urnas transparentes. Posteriormente, les marcan el pulgar de la mano derecha con tinta indeleble y se retiran. Al centro de las mesas de votación se encuentra el notario público número 10 de Mérida, José Alejandro Rodríguez Bolio, quien dio fe del referéndum.

Debate entre familias:

“Me voy a ahorrar el dinero del transporte para ir a trabajar con la granja tan cerca, ¡qué bueno que va a abrir, va a haber buen trabajo!”, dice una señora a su anciano tío, enfundado en huaraches y vestido con pantalón, camisa de vestir y un diminuto sombrero blanco.

El anciano intenta rebatir la argumentación de la joven mujer que gesticula con un niño en brazos. Escucha las promesas que le hicieron a la sobrina de un trabajo “bien pagado” en la mega granja porcícola. “Eso son promesas”, contesta.

Otra mujer, acompañada de sus dos hijas, rechaza la granja: “luego ni prestaciones te dan, además van a hacer que se vaya el turismo del pueblo con el olor a cerdo de la granja”, tercia.

La importancia del turismo:

El temor a perder el turismo no es menor en este pueblo, en cuya plaza se arremolinan decenas de mototaxistas que viven de llevar y traer a miles de visitantes que acuden a los 14 cenotes habilitados en Homún para disfrute de los turistas; a los que no les han renovado permisos, en represalia.

José Florentino es un exitoso campesino convertido en empresario gracias a que se le ocurrió construir, con sus propias manos, una escalera para descender al cenote que existía en los terrenos de su padre. A pesar de la clausura del INAH (Instituto Nacional de Antropología e Historia), que ni se ha aparecido por la zona donde se edifican los galerones para cerdos, Florentino logró abrir y prosperar. Ahora, explica, trabaja toda la familia y él también se dedica a la construcción.

“Cuando éramos niños trabajábamos en el henequén desde las 5 de la madrugada”, recuerda, tras señalar que no sabe leer ni escribir pero que gracias al cenote ahora su vida, y la de su familia, ha mejorado: “ya no dependo de un patrón”, afirma sereno.

La realidad es que cada vez más gente en Homún se dedica al ecoturismo; hay una fiebre turística, dos cenotes más están por abrir. La enorme cantidad de mototaxis es un ejemplo, ya que exigen una inversión de al menos 25 mil pesos, nos dicen.

Sin respaldo de autoridades:

El alcalde, Enrique Echevarría Chan, de extracción priísta, no se apareció en la consulta. Se asegura que ni siquiera está en palacio. Tampoco hay alguna autoridad estatal o federal, que tampoco aparecieron por las asambleas recientemente realizadas. Jorge Carlos Berlín Montero, delegado de la Semarnat en Yucatán, anda de gira por el estado pregonando “respeto por el medio ambiente”. Tampoco se apareció el titular de Seduma, Eduardo Batllori Sampedro.

“Eduardo Batllori ha dicho que acá es una zona compatible con la actividad porcícola; es completamente mentira, él sabe que está en el decreto, que la actividad porcícola es una actividad condicionada, está mintiendo completamente el secretario de la Seduma”, sentencia José Clemente May, secretario de Ka´anan Ts´onot.

La mega granja porcícola se encuentra a escasos siete kilómetros de Homún, en el entronque a Huhí. Adentrándose por un ancho camino de terracería de unos tres kilómetros abierto entre la selva -y custodiado por los grises postes de la CFE recién instalados- se llega a la obra negra ya avanzada. A la vista se pierden las enormes galeras donde serán confinados, engordados y después sacrificados, miles y miles de cerdos para alimentar el insaciable estómago de la patria de Confucio.

Epílogo:

Tras la jornada vino el recuento de votos, a vista de toda la población. El “no” a la granja triunfó con 732 sufragios contra 52 del “sí” y cinco nulos. Sufragó aproximadamente el 20 por ciento del padrón electoral registrado en Homún, de unas 4 mil personas, de una población de 7 mil.

El resultado se presentará ante autoridades, federales, estatales y municipales, que no consultaron a la población y posteriormente se han negado a escuchar a los habitantes de Homún que expresan su rechazo por la contaminación que la granja pudiera producir y los daños al manto freático, en una zona con más de 300 cenotes, ubicada en el área natural protegida de Yalahau y que ahora vive del turismo y del boom de visitantes de todo el mundo.

El resultado también se entregará a Kekén, ya que está considerada Empresa Socialmente Responsable e ignora la situación en Homún, pues quienes construyen la granja son meros franquiciatarios. También se buscará por las vías legales proseguir con la defensa de los recursos naturales de la zona, así como el trabajo, la forma de vida de miles de familias que dependen del turismo.

Fuente: La Jornada Maya

Temas: Defensa de los derechos de los pueblos y comunidades

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