Nicaragua: Los menos culpables, los más afectados por el cambio climático

Idioma Español
País Nicaragua

Pequeños campesinos de Nicaragua ponen en evidencia las consecuencias que está teniendo el cambio climático en sus producciones. Para GRAIN y la Vía Campesina la recuperación de la agricultura campesina se propone como reto urgente. El cambio climático afecta el acceso al agua en muchos lugares de América Latina.

Frecuentemente los más afectados son los pobres, los que menos han contribuido al deterioro. “Esta injusticia molesta”, dice Heliodoro Reyes, un pequeño campesino de Nicaragua, consciente del problema. “Porque otros no se preocupan de disminuir el efecto invernadero que nuestras cosechas andan mal”, sostiene.

Un viento caliente abraza mis piernas, un polvo fino vuela por todos lados tratando de entrar en mis fosas nasales, boca y ojos. Estamos cerca de León, uno de los lugares más calientes y secos de Nicaragua. Alejándonos algo de la carretera, donde el viento no sopla tanto, encontramos la propiedad de don Heliodoro Reyes. Él es campesino y cultiva tanto para el autoconsumo como para vender. Rota sus cultivos de un año a otro, el año pasado cultivó ayote.

Pero durante el año 2014 la sequía fue extremadamente severa y la cosecha salió malísima. Perdió todo lo que había invertido, más de 1,100 dólares. Y eso a pesar de que hace un par de años Heliodoro invirtió 8,000 dólares en un pozo para poder regar sus plantaciones y asegurar su ingreso.

"Hasta aquí llegó el agua antes", dice Heliodoro indicando una línea algunos metros debajo de la orilla del pozo. "Ahora el nivel del agua constantemente esta cuatro metros más abajo". Y hace un gesto de impotencia: "Si esto va a seguir así, tendré que buscar otra manera para asegurar mi sobrevivencia".

Heliodoro Reyes es uno de millones de pequeños campesinos y campesinas que ya sienten la afectación del cambio climático. El panel sobre clima de la ONU IPCC (Intergovernmental Panel on Climate Change) ha advertido que si sigue el ritmo actual de desarrollo y la temperatura sigue aumentando, el clima será aún más extremo –más seco donde está seco y más lluvioso donde ya lo es. Además, podemos esperar más irregularidades en el clima. Esto tendrá un efecto grande sobre el ecosistema del planeta, con más riesgos de incendios forestales, más propagación de plagas y animales dañinos y cambios en el rendimiento de la actividad agrícola.

Sin embargo, el escenario descrito ya es realidad en muchos lugares, no es meramente una prognosis para el futuro. Varios estudios realizados en Centroamérica han demostrado que el clima está cambiando. En el informe Changes in precipitation and temperature extremes in Central America and Northern South America, que ha medido el cambio de la temperatura en Centroamérica durante un periodo de 40 años, un grupo de científicos bajo el liderazgo de Enric Aguilar, ha visto que la temperatura máxima y mínima ha aumentado con 0.2-0.3 grados celsius por cada década desde 1961 y que la cantidad de días secos por año va en aumento. La sequía y la amenaza de un aumento de animales de dañinos, relacionados con el cambio climático, ha significado para los campesinos y las campesinas un riesgo mayor de perder sus cosechas. Además, los científicos constatan que ha aumentado y el riesgo de tiempos extremos como lluvias fuertes, inundaciones y deslizamientos de tierras.

Un campesino que se ha dado cuenta de esto recientemente es Enrique Barrera en San Jacinto, a una hora de distancia en bus de la propiedad de Heliodoro. Barrera tiene 65 años y se ha dedicado toda su vida a cultivar la tierra, en una finca de algo más de dos hectáreas. El año pasado todos sus frijoles fueron arrasados por un aguacero no previsto.

"Hoy en día el clima es diferente", afirma. "Antes llovía más seguido pero no caía tan fuerte. Ahora viene con menos frecuencia pero cuando llueve muchas veces llueve demasiado. Y ya no se puede planificar cómo sembrar".

Pero a pesar de que Enrique, Heliodoro y otros pequeños campesinos y campesinas en el mundo son los primeros y más severamente perjudicados, su participación en el deterioro climático ha sido mínimo. Según Grain y La Vía Campesina, la red mundial más grande de pequeños campesinos, la agroindustria a gran escala es el mayor culpable. Ésta emana un 22% de todos los gases de efecto invernadero en el mundo. Si además contamos las emisiones de toda la industria alimentaria el despale provocado para ampliar la superficie de cultivo, transporte, empaquetado, frigoríficos y los desechos de alimentos, estamos hablando de un 44% a un 57% de la totalidad de las emisiones de gases de efecto invernadero, según Grain y La Vía Campesina.

Si pudiéramos cambiar la agricultura industrial a cultivos de pequeña escala y agroecológico y se adoptara una política global de soberanía alimentaria, podríamos reducir las emisiones de un 50% a un 75% dentro de un lapso de unos 50 años.

Enrique Barrera y Heliodoro Reyes son socios de la Asociación de Trabadores del Campo (ATC), una de las organizaciones miembros de La Vía Campesina en Nicaragua. A través de su organización han participado en capacitaciones y han recibido asistencia técnica durante muchos años para poder mejorar su rendimiento de una manera sostenible.

Hoy en día, Heliodoro cultiva sin químicos y es presidente de una cooperativa que no permite monocultivos porque consideran que éstos degradan la tierra. El cooperativismo es una forma asociativa solidaria, y estar integrada en esta estructura le ayudó el año pasado cuando su cosecha salió mal, pues la cooperativa tiene un mecanismo de equidad que les asegura a los socios cierto ingreso. Enrique ha sembrado árboles frutales en su propiedad porque ya sabe que ayudan a la disminución del efecto invernadero, pero también para diversificar su producción. La ATC promueve también algunos proyectos piloto de agricultura ecológica.

Si sigue el apoyo, otros campesinos y campesinas pueden contribuir algo a la solución al problema del clima, igual que lo hacen Enrique Barrera y Heliodoro Reyes. "Porque ahora", dice Heliodoro sacándose el sudor del frente, "está duro". Y cuenta que la agricultura a pequeña escala recibe un mínimo de apoyo estatal para su inversión, aunque produce un 80% de los alimentos en Nicaragua, y además de una manera más sostenible. Así es difícil competir con los productores grandes y los productos agrícolas de Europa que reciben subsidios. "Es como un burro amarrado contra un tigre suelto. Para que el burro, la producción a pequeña escala y sostenible, pueda sobrevivir necesita más apoyo".

2015 un año históricamente importante por el clima

2015 es un año determinante para el clima. Durante COP21 en París al inicio de diciembre los líderes mundiales tendrán que suscribir un nuevo acuerdo vinculante sobre el clima que sustituya al Protocolo de Kioto. Por eso es de gran importancia lo que los movimientos sociales puedan hacer para presionar a sus gobiernos y tomadores de decisiones para que trabajen por un cambio rápido y justo hacia una sociedad que vele por el medio ambiente y respeta los limites ecológicos y climatológicos del planeta.

El resultado del cambio climático en la agricultura

Según Grain y La Vía Campesina se pueden conseguir cambios significativos en la emisión de gases de efecto invernadero con un cambio hacia producción a pequeña escala y agroecológica:

- Un cambio en el sistema, enfocado en la producción y el consumo a nivel local de alimentos frescos, contribuiría a disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero entre un 10% y un 12%.

- Frenar el despale, una disminución de entre un 15% y un 18%.

- Cambiar la producción de carne a gran escala por una producción agrícola integrada donde la crianza de animales se desarrolle de una manera sostenible, contribuiría en una disminución de entre un 5% y un 9%.

- La refertilización del suelo con altos niveles de materia orgánica, disminuiría las emisiones entre una 20% y un 25%. Los métodos agrícolas no sostenibles han destruido entre un 30% y 75% de la materia orgánica en tierras para siembra y en un 50% en pastizales.

Fuente: La Vía Campesina

Temas: Agroecología, Crisis climática

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