Palma aceitera pone en alerta al acuerdo Perú, Noruega y Alemania sobre deforestación

Los bosques del Perú representan la cuarta mayor extensión de bosques tropicales del mundo y se encuentran mayormente concentrados dentro de los territorios hogar de los Pueblos Indígenas amazónicos, quienes son la frontera viva que evita el avance de la deforestación. En la actualidad, el avance acelerado y voraz de los monocultivos de palma aceitera aumenta la presión en el bosque protegido por los territorios indígenas que aún no cuentan con derechos de propiedad sobre sus territorios.

La incoherencia normativa y la falta de para la promoción de la expansión de palma aceitera en la Amazonia impulsada por el Gobierno Peruano, representa un grave peligro para los bosques amazónicos y es una amenaza para la existencia de los Pueblos Indígenas.

 

Con ocasión de la cumbre climática de las Naciones Unidas celebrada en Nueva York el 23 de Septiembre del 2014, se firmó el acuerdo Perú – Noruega y Alemania con el fin de contribuir a la conservación de los bosques y la reducción de gases de efecto invernadero (GEI) asociadas a la deforestación y degradación de los bosques. En dicho acuerdo, el Perú se marcó una meta de cero emisiones de GEI al 2021 por uso de suelos y bosques, con una meta intermedia de reducción del 50% de las emisiones de bosques al 2017, compromiso que sólo quedaría en buenas intenciones ante las contradicciones generadas por las políticas desordenadas para la promoción de la Palma Aceitera.

 

El acuerdo también contiene temas esenciales para los derechos de los Pueblos Indígenas y la protección efectiva de los bosques dentro de ellas es la Regulación de la asignación de derechos sobre tierras forestales (zonificación, ordenamiento forestal y procesos de otorgamiento de derechos forestales), para evitar conversión de los bosques primarios. Sin embargo hasta la fecha solo existen diálogos y preocupaciones por parte del MINAM, esta debilidad se ve reflejada en el avance apocalíptico de la producción de Palma.

 

Ante ello, AIDESEP reunidos con sus nueve organizaciones regionales representantes de 64 Pueblos Indígenas en el Perú en el Consejo de Coordinación Ampliado (CCA), acordaron resolver la declaratoria de emergencia normativa de la palma aceitera, como medida para exigir solución de las demandas y denuncias sobre impactos, afectaciones, presiones e invasiones generadas por este megadriver de deforestación y degradación en la amazonia. En dicha resolución AIDESEP denuncia, rechaza las contradicciones normativas sobre palma y hace un llamado a una campaña nacional e internacional para declarar en emergencia la palma por atentar en perjuicio de los bosques y de los Pueblos Indígenas, que somos los actores estratégicos para mitigar los efectos del cambio climático.

Fuente: AIDESEP

Temas: Monocultivos forestales y agroalimentarios

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