Pueblos indígenas exigen a la ONU que escuche sus propuestas

Líderes indígenas de América latina evaluaron los resultados de la COP 20 realizada en la ciudad de Lima, que pasó bastante desapercibida y muy lejos de lograr los consensos necesarios entre los 193 países de las Naciones Unidas para enfrentar efectivamente al Cambio Climático.

“Creo de todas los pueblos indígenas del mundo hemos avanzado en la articulación entre las organizaciones, en el intercambio de información y de experiencias. Pienso que se están fortaleciendo los movimientos indígenas de cada país. Finalmente, creo que todos somos víctimas de la mala administración de cada Estado de donde venimos. Podemos ver que, hasta ahora, nuestros estados no han entendido ni aceptado nuestra existencia en los territorios de cada uno de los países. Muestra de esta discriminación, es que en la COP 20 haya un Pabellón Indígena, mientras en otro lugar ellos (los representantes de los estados) se junten a discutir –dizque- qué se puede hacer con el Cambio Climático, con la mitigación y la adaptación. Creo que esa discusión debieran tenerla directamente con nosotros. Nosotros aquí estuvimos discutiendo nuestros problemas y la posibilidad de enfrentarlos. Mientras ellos allá no encuentran ninguna salida, porque no viven en los territorios, ellos no viven los impactos del Cambio Climático que vivimos nosotros. Esto nos preocupa de sobremanera. En la COP 21 deberíamos sentarnos entre indígenas y gobiernos para discutir nuestras problemáticas”, dijo Nelly Romero, del pueblo Guaraní, de la Confederación de los Pueblos Indígenas de Bolivia (CIDOB).

 

Por el Pabellón Indígena que la COP 20, armado por las Naciones Unidas en la sede del Jockey Club limeño, pasaron miles de indígenas de todo el mundo, defensores de derechos humanos, especialistas en temáticas que afectan a los pueblos indígenas, policías de terno y niñas y niños de escuelas. Todos atravesaban las muestras artísticas referidas a los motivos de la reunión internacional, escuchaban los conversatorios donde los representantes de las organizaciones exponían las sistemáticas vulneraciones a sus derechos por parte de gobiernos, empresas extractivistas y otros destructores de la Madre Tierra.

 

Según estudios científicos encargados por los mismos países de la ONU, si la temperatura del planeta Tierra aumentara uno o dos grados las consecuencias serían catastróficas para millones de personas. Sin embargo, las y los representantes de los gobiernos se reúnen en encuentros como la COP 20, brindan en cócteles muy exclusivos y se van a otras ciudades del mundo para seguir con la misma rutina. Pero de dar soluciones al omnipresente Cambio Climático, nada. “Pareciera que para los gobiernos no hay ningún problema. Pero sí los hay para nosotros. Los gobiernos no pueden aceptar que se puede enfrentar al Cambio Climático trabajando en forma conjunta con nosotros. Por eso, lamentablemente vemos una vez más que hay discriminación hacia el movimiento indígena”, consideró la señora Nelly.

 

“Lo más curioso, es que a pesar de contar con información de primera mano sobre cómo los glaciares se están diluyendo por calentura y otros impactos del Cambio Climático, ellos creen que no van a ser víctimas. Al final de cuentas, por más plata que tengan todos por igual vamos a quedar en la miseria y la extrema pobreza. Aunque el golpe más fuerte lo vamos a recibir nosotros en las comunidades”, evidenció la dirigenta guaraní.

 

“Si Naciones Unidas obrara de buena fe, no se haría este trabajo en forma dividida ¿No le parece? Naciones Unidas debiera ser un ente que trabaje en forma imparcial, pero sabemos que opera directamente con los gobiernos. Debería haber mayor participación de nosotros, los pueblos indígenas”, dijo Romero.

 

“Creo que los nuevos acuerdos deben respetar los acuerdos previos. Ahora va a caducar el acuerdo de Kioto, y ¿en qué quedamos? ¿Qué otro documento va a salir?”, se preguntó.

 

“Ahora se discute sobre impactos ambientales del Cambio Climático, pero en ningún momento se analizan los impactos en los Derechos Humanos. Creo que eso debemos fundamentar para discutirlo con las Naciones Unidas. Como naciones indígenas nos corresponde usar ese instrumento en favor nuestro”, advirtió.

 

Extractivismo del siglo XXI

 

Los territorios son destruidos por transnacionales mineras, hidrocarburíferas, forestales, siempre con el visto bueno de los estados, en aras de un supuesto “desarrollo” que no es sustentable y no respeta las cosmovisiones de los pueblos indígenas. De ello habló Guillermo Arana, del pueblo Piaroa, de la Amazonía de Venezuela. “Somos muy afectados por la explotación minera ilegal en los territorios indígenas, ahora cabalmente también impulsado por el Estado venezolano mediante un decreto presidencial para la explotación y concesión de minas. La empresa china Citic Group ha establecido cinco campamentos al sur de Venezuela, que es suelo indígena, violentando los preceptos Constitucionales donde dice que debe haber una Consulta previa, libre e informada. Exigimos la demarcación con titulación de nuestros territorios, como dice en la Constitución, para que tengamos seguridad jurídica los pueblos indígenas. Pero hasta hoy nada de eso”, dijo el dirigente de la Organización Regional de los Pueblos Indígenas del Amazonas (ORPIA).

 

“La minería en nuestros territorios nos daña por el creciente contrabando, las violaciones, la explotación sexual, el contagio de enfermedades pulmonares, sexuales. Hay contaminación con mercurio en las aguas de donde sacamos los peces. Mucha de nuestra gente ha abandonado sus pueblos por la presión de los mineros. Nos preocupa el despojo territorial, la gente se está yendo a las ciudades porque cree que allá tienen mejores condiciones. El Estado venezolano no nos ha tomado en cuenta, ha hecho oídos sordos a los planteamientos de las comunidades”, aseguró don Arana.

 

Los pueblos indígenas de la Amazonía venezolana denuncian periódicamente el asesinato de comunarias y comunarios por los mineros ilegales. Actualmente estos casos están en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), porque en el país no reciben atención de parte de las autoridades del Estado. “Ha habido asesinatos, sobre todo en la zona de la frontera con Brasil, en el pueblo Yanomami. Dicen que los pueblos indígenas somos opositores al gobierno, pero solamente defendemos al territorio, además aseguramos la soberanía del Estado. Ahora esperamos la respuesta de la CIDH por el asesinato de 10 indígenas. Han habido más asesinatos, pero para hacer las denuncias conseguimos pruebas de 10 hermanos del pueblo Yanomami”, informó el líder indígena, que también forma parte de la Coordinadora de Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA).

 

La única receta: resistir

 

A pesar de que aún no logran hacerse escuchar en los reductos oficiales, los pueblos indígenas continúan manifestándose en estos espacios con sus verdades, que año tras año encuentran más atención en las ciudadanías. Para Carlos Pérez dice que fue “encarcelado tres veces por el gobierno de Rafael Correa”. El motivo: “Defender el agua”. En la plaza San Martín, al finalizar la marcha de los Pueblos en la ciudad de Lima, este dirigente de ECUARUNARI (la Confederación de Pueblos de la Nacionalidad Kichwa del Ecuador) dijo: “Nos encontramos en el ombligo del Tawantinsuyo, nos encontramos en el territorio de Túpak Amaru, de Micaela Bastidas, de héroes y heroínas que durante 523 años han hecho resistencia. Aquí estamos para resistir, para no claudicar. A pesar de los genocidios, a pesar de los etnocidios, a pesar de los ecocidios; aunque nos arrancaron los frutos, nuestras mejores flores, nuestras mejores ramas, nos quitaron nuestras lenguas, nos confundieron nuestros dioses, nos quitaron nuestra educación y cultura; las raíces no han podido arrancar. Y aquí estamos, germinando miles y millones para decirle al mundo entero que no nos han matado, que no nos han aniquilado. Estamos para sumar fuerza. Con nuestras voces, nuestras palabras, nuestras manos y pies vamos a resistir y a caminar. Nos han globalizado el extractivimo, pero vamos a globalizar la resistencia. Digamos no más extractivismo, no más capitalismo salvaje, no más hipocresía de la COP 20”.

 

 

(Plataforma Boliviana Frente al Cambio Climático)

Temas: Crisis climática, Pueblos indígenas

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