Un puñado de países legitima las pretensiones de la agroindustria, disminuyendo los derechos de lxs campesinxs a las semillas

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"Privatizar la biodiversidad agrícola, desregular el acceso, monopolizar el control, acaparar las semillas y las razas de animales campesinas. Algunos países intentan legitimar las pretensiones de la agroindustria."

Convenio sobre la Diversidad Biológica – Vigésima Segunda reunión del Órgano Subsidiario encargado de Proporcionar Asesoramiento Científico, Técnico y Tecnológico, Montreal, Canadá, 2-7 de julio de 2018.

Comunicado de Prensa – La Vía Campesina

Privatizar la biodiversidad agrícola, desregular el acceso, monopolizar el control, acaparar las semillas y las razas de animales campesinas. Algunos países intentan legitimar las pretensiones de la agroindustria.

El Órgano Subsidiario del Convenio sobre la Diversidad Biológica se encarga de proporcionar asesoramiento científico, técnico y tecnológico, sin embargo, durante la semana de negociaciones, las delegaciones gubernamentales ultraliberales han intervenido de manera exclusivamente política, sin apoyarse lo más mínimo en las «bases científicas» exigidas. Escuchar a estos gobiernos (Europa, Brasil y Argentina[1]) intervenir con exactamente los mismos argumentos que la agroindustria oligopolística ha demostrado una vez más su colusión con los consejos de administración de dichas industrias.

En numerosas ocasiones, estos países han tratado de socavar el marco legal del propio convenio, por ejemplo, poniendo en tela de juicio la obligación de consentimiento previo, libre e informado de los pueblos indígenas y de las comunidades locales o reiterando de manera continuada la supremacía de las leyes nacionales en relación con el carácter obligatorio del CDB. Entonces, ¿no tendrían ningún valor los compromisos internacionales asumidos por estos países en el marco de la ONU?

También han impedido que el OSACTT tomase la más mínima decisión clara en materia de BIOLOGÍA SINTÉTICA. Los debates continuaron para saber si es preferible difundir los organismos creados mediante genética dirigida para ver lo que sucede o si es más prudente decidir una moratoria. En un momento en el que la comunidad científica expresa su preocupación por el brutal colapso de la biodiversidad, estos países apoyan la difusión de estos organismos destinados a hacer desaparecer de la faz de la Tierra variedades, razas o incluso especies enteras. Si no se prohíben tales armas biológicas, ¿cómo impedir que se utilicen para destruir a gran escala las plantas y animales seleccionados por lxs campesinxs para dejar sitio solo a las plantas y animales propiedad de la industria, para matar de hambre a un país que se resiste a la dominación imperialista o para erradicar las poblaciones no sometidas? La única decisión que se ha podido tomar es la de proponer prolongar el trabajo del «grupo de expertos» sobre «la evaluación de los riesgos en virtud del Protocolo de Cartagena». Durante ese tiempo, los países podrán seguir jugando con fuego difundiendo estos organismos que erradican la biodiversidad.

Otra prueba del bloqueo antidemocrático de los trabajos del OSACTT es la falta de decisión sobre el tema de la «INFORMACIÓN DE SECUENCIACIÓN DIGITAL SOBRE LOS RECURSOS GENÉTICOS». Los mismos países ultraliberales han asegurado toda la semana que «las informaciones genéticas desmaterializadas no tienen nada que ver con los recursos genéticos físicos» de los que proceden, ¡aun cuando la protección de sus patentes sobre estas mismas informaciones genéticas se extiende a las plantas y a los animales que las contienen! Llegaron, incluso, a negar que otras instancias tales como la Comisión de recursos genéticos de la FAO o el Tratado Internacional sobre los recursos fitogenéticos tengan voz en esta cuestión. Los países (como Bolivia, Marruecos o Ruanda) que han defendido los principios del protocolo de Nagoya han sido bombardeados durante toda la jornada con la repetición incansable de esta voluntad de abolir esos mismos principios.

«Otro gran debate fue la consideración o no por parte del CDB de los nuevos organismos genéticamente modificados (OGM) derivados de «la edición del genoma». Diversos países compartían la posición de La Vía Campesina a este respecto, queriendo ver aparecer la edición del genoma en la responsabilidad del CDB, de modo que esta tecnología esté enmarcada por medidas y reglamentos internacionales, al igual que los viejos OGM. Otros países, como la Unión Europea, Brasil y Canadá, han intentado con todas sus fuerzas hacer desaparecer «la edición del genoma» y la «genética dirigida» fuera del ámbito de aplicación del convenio, esperando así desregular su uso», afirma Geneviève Lalumière, campesina canadiense que intervino en nombre de LVC.

El clima de bloqueo de los trabajos también estuvo marcado por la imposibilidad para la delegación de La Vía Campesina de mantener un diálogo formal y estructurado con las delegaciones gubernamentales, ya que no se reconocen las organizaciones campesinas como tal en el proceso del CDB. Como La Vía Campesina hemos afirmado que ya sea de forma inmaterial o desmaterializada, defenderemos el control de lxs campesinxs, de las comunidades locales y de los pueblos indígenas sobre la biodiversidad agrícola en la próxima COP de noviembre de 2018 en Egipto.

Para más información y entrevistas con la delegación de LVC, comuníquese con:

[FR/EN] Geneviève Lalumière (Quebec) | moc.liamg@ereimulal.eveiveneg | 1.514.577.9265
[FR/EN/ES] Antonio Onorati (Italy) | moc.liamg@84itarono.oinotna | | 39.340.821.9456
[FR] Alimata Traore (Mali) | rf.oohay@uotaamila | 223.7603.0767

[1] EE. UU. no ha ratificado el CDB y, por lo tanto, no participa en estos debates

Fuente: Vía Campesina

Temas: Biodiversidad, Semillas

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