¡Esto no VALE! ¡Eso no VALE! Las operaciones globales llevan a conflictos socioambientales

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"En el presente trabajo, con la contribución de investigadores y miembros de movimientos sociales de diferentes países, se han recopilado alrededor de 30 casos de conflictos ambientales donde la empresa Vale tiene sus operaciones. Éstos muestran cómo las negligencias, los descuidos y el terror vivido por la poblaciones afectadas por las tragedias de Brumadinho y Mariana, son sufridas y se repiten sistemáticamente dentro y fuera de Brasil".

El 25 de enero de 2019, un mar de lodo barrió edificios administrativos, el comedor de de la mina Córrego do Feijão y parte de la comunidad de Vila Ferteco en Brumadinho, Brasil, provocando el enterramiento y la muerte de más de 300 personas. Una tragedia humana y ambiental, inconmensurable y anunciada. Una vez más, la rotura de una represa de desechos en Minas Gerais, después del desastre de Mariana en 2015. Una vez más, la minera Vale estaba involucrada.

Esta compañía posee, en Brasil y en los demás países donde opera, una colección importante de casos de conflicto (la empresa opera en 27 países; en diez tiene oficinas, en catorze tiene proyectos activos y en tres países opera extracción de recursos naturales). Los conflictos se deben a violaciones de derechos humanos, procesos de licitación ambiental y compensaciones cuestionadas, multas ambientales no pagadas, daños irreversibles al medio ambiente y la destrucción de modos de vida de poblaciones indígenas y comunidades locales.

En el presente trabajo, con la contribución de investigadores y miembros de movimientos sociales de diferentes países, se han recopilado alrededor de 30 casos de conflictos ambientales donde la empresa Vale tiene sus operaciones. Éstos muestran cómo las negligencias, los descuidos y el terror vivido por la poblaciones afectadas por las tragedias de Brumadinho y Mariana, son sufridas y se repiten sistemáticamente dentro y fuera de Brasil. Esta muestra de casos incluye las voces de los que dicen: “No fue un accidente. Fue un crimen”.

Hace poco más de tres años, en Mariana, Brasil, la región de Río Doce fue completamente destruida por los desechos que bajaron de la represa del Fundão y que recorrieron más de 700 kilómetros hasta llegar al mar. Diecinueve personas murieron y decenas de familias perdieron sus casas por quedar completamente destruidas (Ver el mapa de las afectaciones de los accidentes de Brumadinho y Mariana).

Curiosamente, de Río Doce proviene el nombre originario de la Vale: Compañía Vale do Rio Doce (CVRD). En esta región del Estado de Minas Gerais, donde la empresa estatal CVRD surgió en 1942, es también la región donde ha crecido el miedo y la inseguridad debido a la instalación de numerosas represas. Otras poblaciones próximas, por ejemplo, a la Sierra de Gandarela y en Nova Lima, MG, también sufren los graves impactos en contra de la vida por los proyectos mineros y hoy en día, luchan contra la expansión de los proyectos de la Vale.

El crecimiento de la CVRD y las "zonas de sacrificio" en el norte de Brasil

La Companhia Vale do Rio Doce, fundada durante la dictadura de Getulio Vargas para explorar recursos naturales y fomentar la industrialización de la economía brasileña, creció y amplió sus actividades sectorialmente y geográficamente. A partir de los años de 1980, la compañía expandió sus operaciones hacia el norte de Brasil, en el estado de Pará. Hoy, según los datos del Sistema de Informações Geográficas da Mineração (SIGMINE), Vale tiene 1,630 concesiones mineras en Brasil, en una área total de km2 53,977 (equivalente a la superficie de Croacia). Además, a parte las represas de jale de Mariana y Brumadinho, Vale tiene 160 más en todo el país, de las cuales 65 han sido identificadas como a alto riesgo de daño o colapso, según la Agência Nacional de Mineração (ANM). 

El municipio Barcarena fue destino de la industria del aluminio, en un contexto en el que las industrias contaminantes y electrointensivas (muy demandantes de energía para su producción) fueron gradualmente reubicadas en el Sur Global. En ese proceso, fueron las poblaciones indígenas, quilombolas y demás comunidades locales que sufrieron los impactos negativos de la industria y que no se beneficiaron del prometido desarrollo (ver los casos de Hydro Alunorte, Mineroduto en Moju y minería de bauxita en Oriximiná, PA). También, el Proyecto Ferro Carajás, que pretendía extraer y exportar las grandes reservas de mineral de hierro de la región, aceleró la deforestación de la selva amazónica. La madera de la Amazonía era transformada en carbón y esta a su vez era utilizado por la industria de hierro gusa establecida a lo largo de la Ferrovía de Carajás , construida por CVRD.

En una de las comunidades situada a lo largo de la vía del tren que transporta el hierro: Ferrovía de Carajás (Piquiá de Baixo, MA), donde hace décadas la población sufre problemas de salud debido a la contaminación de la industria de hierro gusa, diversos grupos de resistencia se articularon y formaron la Rede Justiça nos Trilhos (Red de Justiça en las vías) en 2007. La articulación de estos movimientos fue fundamental para asegurar que finalmente sea trasladada la comunidad a un lugar sin contaminación, denominado por los moradores Piquiá da Conquista. La Rede Justiça nos Trilhos también tiene una implicación activa en otro caso afectado por injusticias ambientales: el proyecto S11D - el mayor proyecto de mineral de hierro en el mundo. El proyecto S11D recibió innumerables protestas y quejas por los impactos ambientales en el Bosque Nacional de Carajás, por las sospechosas adquisiciones irregulares de tierras, por las expropiaciones violentas en Canaán de los Carajás y por las violaciones de derechos humanos y atropellos a lo largo de la Ferrovía de Carajás, que se duplicaron para transportar la producción del mineral. Una de las comunidades indígenas afectadas, Xikrin, es vecina del Bosque de Carajás y sufre impactos de otros dos proyectos de la compañía (ver el proyecto de níquel Onza Puma y el proyecto de cobre Salobo, PA). Sólo entre esa comunidad y la Vale, hay diversos procesos judiciales en curso. Una de las mayores preocupaciones de los Xikrin es la contaminación por metales pesados del Río Cateté, y sus dramáticas consecuencias para su supervivencia y cultura. Los indígenas reciben compensaciones de la Vale, pero también quieren el cierre de las operaciones para asegurar su modo de vida.

De la CVRD a la Vale internacionalizada

Lo que estos casos como los de la comunidad indígena Xikrin y muchos otros casos muestran que la Vale no entiende o deliberadamente no escucha las demandas locales; principalmente cuando no se pueden compensar monetariamente la destrucción de los modos de vida (o de las vidas) y de los valores culturales y ecológicos. Al final, ¿cuánto vale un río? Y si Vale ya tienen un pasado de destrucción, la historia presente es más preocupante.

A partir de 1997, la CVRD pasó por un proceso intenso de privatización e internacionalización. Este proceso fue finalizado en 2007 con el cambio de nombre de CVRD a uno más moderno, Vale (Valle en portugués). La Vale de CVRD, que representaba la depresión geográfica natural del río Doce, hoy ocupada por desechos de minería, dio lugar a un nuevo Valle, que fue anunciado con esta frases por el entonces presidente de minería, Roger Agnelli: “En cualquier lugar del mundo, la pronunciación Vale es fácil. Vale significa valor. Es un nombre corto y fácil de recordar. "

Este era un cambio que pretendía mejorar la comunicación de Vale con sus accionistas en todo el mundo. Sin embargo, el efecto, ciertamente, no era el mismo para todos sus accionistas, como indican los casos de conflictos que aquí se presentan. En términos generales, la actuación de la Vale fuera de Brasil está marcada por injusticias ambientales muy semejantes a las que evidenciamos en los casos brasileños. Una de las iniciativas para hacer frente a los impactos y las violaciones a los derechos humanos causados por la Vale, a nivel global, es la Articulación Internacional de los Afectados por la Vale que reúne desde 2009 a organizaciones y movimientos sociales de países donde la compañía opera.

Mientras que a partir de los proyectos operativos en el territorio brasileño, Vale se consolidó como la mayor productora de mineral de hierro del mundo (con más de 350 millones de toneladas producidas en 2017). Así mismo, la adquisición de la minera canadiense Inco Limited en 2006 y las inversiones en Moatize (Mozambique) a partir de 2004, tuvieron como objetivo consolidar a la compañía como la mayor productora de níquel y carbón. Mineral de hierro, carbón y níquel formaban el paquete completo para producir el acero necesario para alimentar el gran crecimiento económico chino. Inco poseía las mayores reservas de níquel en el mundo y era la segunda mayor productora global con operaciones en Indonesia y Nueva Caledonia. 

En Indonesia, Inco inició sus operaciones en 1968. Por más de cincuenta años, las poblaciones indígenas protestan por el acceso a sus tierras ancestrales, por sus medios de vida y por una justa compensación por haberles sacado de sus tierras, contra la contaminación del agua, del aire y del suelo y por la solución de los problemas de salud causados ??por la minería de níquel. Los indígenas Karonsi’e Dongi reportan amenazas e intimidaciones constantes por las autoridades indonesias y seguridad privada armada. 

En Mozambique, Moatize era entonces considerada la provincia con la mayor reserva de carbón no explotada en el mundo. En la región, cientos de pequeños agricultores mozambiqueños fueron reasentados en condiciones precarias por la Vale hoy siguen exigiendo una compensación justa.

En este período reciente, Vale también concentró sus actividades en los sectores de energía y logística, importantes para apoyar las operaciones de la minería. En Brasil, además de la Estrada de Ferro Carajás (carretera de hierro), la empresa hizo importantes inversiones en energía, incluyendo el gigantesco proyecto hidroeléctrico Belo Monte, en la Amazonia. 

En el sector minero, además del “paquete del acero”, Vale invirtió en operaciones de cobre y fosfatos principalmente en América del Sur. En Perú, por ejemplo, según el Instituto Geológico Minero y Metalúrgico (INGEMMET), Vale tiene 432 concesiones mineras (242 validadas, 188 en autorización y dos canceladas), por un área total de 4297 km2. Uno de los pocos casos de éxito de la justicia ambiental en nuestra lista, es el caso de las comunidades en Cajamarca (Perú) que consiguieron paralizar un proyecto de cobre tras innumerables irregularidades en la aprobación de licencias de exploración y ambientales.

Es importante enfatizar que la Vale privatizada e internacionalizada presenta mayor flexibilidad para promover adquisiciones y desinversiones en cortos periodos de tiempo. En muchos casos, Vale vendió proyectos de minería sin asumir responsabilidades por sus pasivos ambientales y sociales (ver proyecto de cobre en Chile, proyecto de fosfato en Perú y proyecto de potasio en Argentina). En el caso del proyecto de fosfato Bayóvar, en Perú, la comunidad local denuncia la apropiación ilegal de tierras y los pescadores protestan contra la contaminación del mar y del aire. Dos pescadores murieron en el año 2012 durante protestas contra la Vale.

La existencia de importantes pasivos sociales y ambientales es una característica común de los casos analizados, sin embargo, son pocos los beneficios que las actividades de la Vale traen para las comunidades y los países donde operan. Es necesario garantizar que la impunidad no prevalezca en las dos tragedias de Mariana y Brumadinho, pero también puede ser el momento adecuado de reflexionar sobre los problemas generados por el carácter primario-exportador acentuado en el Sur global por las acciones de las grandes mineras como la Vale. Al menos, no parece razonable la búsqueda del desarrollo local a través de este tipo de explotaciones mineras.

Ver mapa

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Este mapa fue co-producido por alrededor de treinta académico-activistas, investigadores independientes y activistas locales. Los autores de las fichas de los casos en EJAtlas se indican al final de cada ficha. Agradecemos a las organizaciones y colectivos que compartieron sus datos sobre los casos y que se movilizan y luchan todos los días en sus territorios, en los tribunales y en sus hogares. Un agradecimiento especial al Movimento d@sAtingid@s por Barragens (MAB), Articulación Internacional de Afectados y Afectadas por la Vale, Movimento Aguas de Gandarela, FASE, Jubileu Sul Brasil, Movimento pela Soberania Popular na Mineração (MAM) e o grupo de pesquisa de Mapa de Conflitos envolvendo Injustiça Ambiental e Saúde no Brasil, Mining Watch Canada, JATAM Indonesia.

Este mapa ha sido creado gracias a la coordinación, investigación y trabajo gráfico del grupo de investigación EJAtlas en la Universitat Autónoma de Barcelona (Daniela Del Bene, Sara Mingorría, Grettel Navas, Lucrecia Wagner, Raquel Neyra, Max Stoisser), de Yannick Deniau del colectivo Geocomunes de Mexico y de Beatriz Saes de la Universidad Federal Fluminense. El texto aquí arriba es de Beatriz Saes.

Fuente: Environmental Justice Atlas

Temas: Minería

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