Preocupante avance de la desertización en Argentina, por Natalia Kidd

El 75 por ciento del territorio argentino es árido y cada año se suman a las zonas desérticas unas 650.000 hectáreas, un fenómeno preocupante, no sólo desde el punto de vista ambiental, sino también por las graves consecuencias sociales y económicas que produce

Buenos Aires, 23 sep (EFE).- Según un informe oficial, en Argentina hay más de 60 millones de hectáreas sujetas a procesos erosivos de moderaos a graves, un dato alarmante para un país que ocupa el 80 por ciento de su superficie con actividades agrícolas, ganaderas y forestales

El avance de los desiertos preocupa a investigadores y autoridades pues la pérdida de productividad de los suelos daña las débiles economías regionales y expulsa a los habitantes rurales o de pequeños poblados a las grandes urbes

Se calcula que el 30 por ciento de los habitantes de Argentina vive en zonas áridas o semi-áridas

"Es un tema complejo, no sólo por la degradación física de los suelos, sino porque tiene connotaciones sobre fenómenos como la pobreza y la migración", dijo a EFE el director de Conservación del Suelo y Lucha contra la Desertificación de la Secretaría de Medio Ambiente de Argentina, Octavio Pérez Pardo

Con una superficie continental de 2,8 millones de kilómetros cuadrados (280 millones de hectáreas), Argentina es el octavo país más extenso del mundo, lo cual magnifica la dimensión del problema

"Además, hay una imagen instalada de que Argentina es una gran pampa fértil e interminable, pero ésta ocupa sólo un 25 por ciento del territorio. Esta imagen nos juega en contra a la hora de tomar conciencia", señaló el funcionario

De 24 provincias, 18 están afectadas por la desertización y en ellas los porcentajes de hogares con necesidades básicas insatisfechas duplican la media nacional, que es del 33,5 por ciento

Las deficiencias en la tenencia de la tierra es un factor que contribuye a agravar el procesos de desertización pues generan asentamientos desordenados que degradan el suelo, el agua y la vegetación

La expansión de las zonas áridas contrasta con la disminución de los bosques nativos de Argentina: en el último siglo la superficie forestal se redujo en el 70 por ciento, es decir, desaparecieron unas 70 millones de hectáreas, principalmente por el avance de la frontera agrícola

Desde hace seis años, el gobierno argentino desarrolla un programa contra la desertización, que incluye tareas de investigación, seguimiento, alerta temprana de sequías, educación, concienciación y articulación de políticas con los Estados provinciales, que por ley son los responsables del manejo de los recursos naturales

"El desierto tiende a morder. En provincias como Mendoza (oeste del país) vemos cómo avanza sobre los oasis productivos, con los consecuentes problemas económicos y sociales", señala Elsa Laurelli, coordinadora científica del Laboratorio de Desertificación y Ordenamiento Territorial, recientemente creado y que depende del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas

"Queremos que nuestros conocimientos sirvan para diseñar políticas que garanticen un desarrollo social y un orden territorial basado en un manejo sustentable de los recursos", explicó la investigadora

Según Laurelli, la deforestación, el abandono de los regadíos, la falta de control de los vientos, la minería extractiva, el sobre-pastoreo y la sobreexplotación agrícola, especialmente con el cultivo de soja, son conductas que colaboran en el proceso de desertización

"Urge tomar conciencia de los daños que se producen pues revertir la situación cuesta años y es muy difícil recuperar la fertilidad de los campos que se vuelven áridos", indicó Laurelli

Sin embargo, un proyecto de agricultura sustentable desarrollado en los últimos cuatro años por la Secretaría de Medio Ambiente, con la colaboración de la Agencia Alemana de Cooperación Técnica (GTZ) y una inversión de tres millones de dólares, logró demostrar que el fenómeno de la degradación de los suelos y de la desertización puede frenarse

A partir de esta iniciativa, se trabajó con 4.000 familias de pequeños productores agrícolas de 170 comunidades de todo el país

Como resultado de esta experiencia, el 40 por ciento de las familias diversificó la producción, en el 44 por ciento de los casos mejoró la calidad del suelo y el 37 por ciento de las familias incrementó sus ingresos. EFE.

Yahoo Argentina Noticias, Internet, 23-9-04

Comentarios