Cultivos Transgénicos: ¿Respuesta a la falta de Alimentos o Contaminación Irreversible?

Idioma Español
País Chile

En la última década los cultivos de tipo transgénico han aumentado considerablemente, elevándose en la actualidad a una superficie aproximada a 102 millones de hectáreas. Por otra parte, el número de agricultores que plantan cultivos transgénicos experimentó un gran aumento y superó por primera vez los 10 millones, hasta alcanzar 10,3 millones, respecto a los 8,5 millones de agricultores en 2005.

Se prevé que hacia el 2015 más de 20 millones de agricultores planten 200 millones de hectáreas de cultivos transgénicos en unos 40 países. En el año 2006, el 90% de los agricultores de transgénicos eran "agricultores con pequeños y escasos recursos procedentes de países en vías de desarrollo, lo que permitió que la biotecnología hiciera una modesta contribución para aliviar su pobreza”. Sin embargo, Estados Unidos triplica al segundo país en este tipo de cultivos: Argentina, que tiene 18 millones de hectáreas de soja, maíz y algodón transgénico, mientras que en tercer lugar se encuentra Brasil.

Los promotores de estos cultivos se amparan en la premisa de acabar con la falta de alimento y el hambre en el mundo. Pero al contrario, los resultados de los cultivos transgénicos durante el periodo 1996-2006 demuestran que estos cultivos no han logrado resolver los principales problemas a los que se enfrentan los agricultores ni ofrecer beneficios para los consumidores . Los únicos beneficiados son los dueños de los capitales de estas transnacionales, que venden semillas resistentes a ciertas plagas, pero curiosamente el uso global de plaguicidas ha aumentado. Los plaguicidas son producidos a la vez por las mismas compañías.

Para Greenpeace “El uso de semillas o plantas transgénicas al medio ambiente impacta los ecosistemas en forma irreversible, y pone en riesgo la salud de las personas, crea en los agricultores dependencias económicas de las empresas que proveen insumos y alteran en forma definitiva los ámbitos culturales de nuestros pueblos.

En octubre próximo Syngenta iniciará sus actividades en el Valle de Azapa. El anuncio de grandes inversiones y más de 200 cupos de empleo seguramente alegraron a más de alguno en nuestra alicaída zona. En agosto, a través de la consultora Exactta, se llamó a concurso para dos cargos. Esta transnacional es la misma que comercializa el Diazol, cuyo compuesto diazinon está prohibido en EE.UU y muchos otros países junto con el Paraquat, producto estrella de Syngenta. Ambos por cancerígenos, mutagénicos y neurotóxicos.

¿Por qué nos honran con sus "grandes inversiones"? Lamentablemente nuestro país no tiene leyes que regulen esta actividad. En trámite se encuentran los proyectos de ley Nº2992-12 de julio de 2002 que "Modifica la ley de bases del medio ambiente para exigir la evaluación de impacto ambiental en actividades económicas que liberen organismos genéticamente modificados para proteger áreas de producción orgánica" SIN URGENCIA se encuentra desde julio de 2002 en la Comisión de Recursos Naturales, Bienes Nacionales y Medio Ambiente. El Proyecto 4787-01, por su parte: Prohíbe internación de semillas genéticamente modificadas ingresó en diciembre, 2006. Sin urgencia Etapa: Primer trámite constitucional Subetapa: Primer informe de Comisión de Agricultura.

Un ejemplo de leyes que hacen correr a nuestros Legisladores es la Ley Nº 20.150 (D.Oficial 30.12.06) Ingresada como proyecto el 6.12.06. ¿Lo urgente de la tramitación? "Otorgamiento de permisos para operación de casinos de juego" ¿Contribuye alguno al desarrollo de las regiones? ¿Cuántos empleos de calidad se generan en este tipo de establecimientos? ¿Dónde están los beneficiados? En las zonas donde se instalan por cierto que no. Al igual que las transnacionales a las cuales se les permite instalarse en nuestra región y sumarse a los problemas del plomo y el boro, los que disfrutan de los beneficios económicos están muy lejos. No se vayan a intoxicar...

Fuente: El Morrocotudo

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