Coalición Contra el Tendido Eléctrico a Brasil/ Venezuela, Carta al Fiscal General de la República

"Una de las situaciones socio - ambientales más delicadas que vive Venezuela, con miras a buscar soluciones apropiadas al grave conflicto que se está presentando en el sur de nuestro país, donde están los bosques de la Orinoquia - Amazonia, actualmente bajo la presión de proyectos desarrollistas anti-ecológicos".

Coalición Contra el Tendido Eléctrico a Brasil

Venezuela: Carta al Fiscal General de la República

Caracas, 14 de septiembre de 2000

Ciudadano Fiscal General de la República

Presente.-

Tenemos el honor de dirigimos a Usted con la finalidad de exponerle quizás una de las situaciones socio - ambientales más delicadas que vive Venezuela, con miras a buscar soluciones apropiadas al grave conflicto que se está presentando en el sur de nuestro país, donde están los bosques de la Orinoquia - Amazonia, actualmente bajo la presión de proyectos desarrollistas anti-ecológicos.

Desde los años 50 Venezuela ha caído en la trampa del desarrollismo y hasta la fecha no ha salido de ese esquema. Ya entrando al Siglo XXI, en un mundo interconectado donde la desastrosa situación ambiental globalizada es una de las más grandes preocupaciones, Venezuela sigue creyendo que la soberanía se ejerce a espaldas del interés de la Humanidad. Nuestro país tiene la fortuna de ser copropietario de la mayor extensión de bosques tropicales vírgenes que quedan en el planeta actualmente. Esta extensión es precisamente la de los bosques tropicales del Escudo Guayanés, la cual compartimos con Brasil, Guyana, Surinam y la Guayana Francesa. Venezuela es el sexto país con mayor cantidad de bosques vírgenes o no significativamente intervenidos que quedan en el mundo, con 391.000 km2 de extensión. Hoy las naciones están altamente preocupadas por el calentamiento global, y obviamente por las causas que lo generan, dentro de las que se cuentan las emisiones urbano - industriales y la desaparición de los bosques. El rol de los bosques es esencial para aminorar el efecto invernadero, y es en este contexto donde Venezuela tiene una importante responsabilidad ante el mundo.

Lejos de proyectar una política conservacionista, de respeto al equilibrio ecológico de los bosques tropicales y de las etnias indígenas que los habitan, el Gobierno Nacional promueve una política netamente desarrollista secundando a Brasil. Por el contrario, acomete un absurdo proyecto de interconexión eléctrica con Brasil, donde el beneficiario neto del balance social, económico y político no es Venezuela, que sí carga con el costo ambiental. A lo absurdo del proyecto desde la perspectiva del interés venezolano, se suma el tratamiento político que se ha hecho a las comunidades indígenas Pemón que habitan la región suroriental del Estado Bolívar, sin contar el severo impacto ambiental que ese tendido eléctrico ya ha generado en la Reserva Forestal Imataca, donde fueron arrasados cientos de hectáreas que hacen parte de ese inmenso bloque boscoso del Escudo Guayanés. Un tendido eléctrico que no tendrá otra consecuencia que la generación de un polo minero y de explotación forestal que terminará de romper la continuidad de los bosques del Escudo Guayanés, factor clave para su integridad ecológica, y que dará al traste con la identidad cultural del pueblo Pemón.

Desde 1997 las comunidades indígenas afectadas, sectores académicos y el movimiento ecologista han manifestado su desacuerdo con este esquema de desarrollo exponiendo sus puntos de vista con relación al tema de la Línea de Transmisión Eléctrica Venezuela - Brasil por todo lo que implica la intensificación de un proceso colonizador basado en la minería del oro y del diamante en esta región altamente estratégica y frágil. En el Estado Bolívar se ha promocionado la explotación minera que ha traído toda una problemática ambiental y social evidenciada en: contaminación mercurial, prostitución, sedimentación de ríos, deforestación, deserción escolar y en sí pueblos sin futuro e imposibilitados de un desarrollo ecológicamente sostenible. Ahora con el tendido eléctrico que atraviesa seis (6) áreas protegidas, entre la que destaca el Parque Nacional Canaima, declarado desde 1994 Patrimonio Natural de la Humanidad, se acelera este esquema y se afecta nuevas extensiones de valiosos ecosistemas y territorios indígenas.

Este megaproyecto va a incrementar la deforestación y sedimentación de la cuenca alta del río Caroní, que suministra el agua al embalse del Guri, represa que genera más del 70% de la electricidad de Venezuela. Con esta obra se busca proporcionarle el suministro energético a empresas transnacionales mineras y forestales, que adquirieron concesiones de manera irregular durante las dos últimas décadas localizadas dentro de Areas Bajo Régimen de Administración Especial (ABRAE), áreas protegidas creadas justamente para garantizar estos territorios geoestratégicos del país que son vitales para la Humanidad. Además al pretender darle energía eléctrica al Estado de Roraima, norte de Brasil, donde ocurre un proceso intensivo de colonización y destrucción del Amazonas, se incentivará la presencia de garimpeiros en las cuencas de los ríos Caroní, Paragua, Caura y el mismo Orinoco. Asimismo servirá de insumo a una ocupación del espacio en la vecina nación que se revertirá sobre nuestras fronteras con la presión de nuevas masas de pobladores brasileños que emigran del nordeste empobrecido.

Este panorama de intensificación de la estrategia de colonización del sur obliga a que la sociedad civil organizada y las comunidades indígenas habitantes de la región llamen a la urgente paralización del cuestionado proyecto del tendido eléctrico. En tal sentido exhortamos a que el Ministerio Público se pronuncie sobre la ilegalidad de ese proyecto y vele por la celeridad de las acciones judiciales interpuestas ante el Tribunal Supremo de Justicia, haciendo cumplir todos los derechos consagrados en la actual Constitución y en particular los relativos al ambiente, los derechos humanos y los indígenas.

Atentamente,

Por la Coalición Contra el Tendido Eléctrico a Brasil

Alicia García Amigransa / Alexander Parra Futuro Verde / Anna Ponte AVVA Frontera Gran Sabana / Germán Alvarez GIDA / Raúl Cubas Provea / José Manuel Hurtado FERAC / Jorge Padrón UNES

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