Comuneros de Unión Hidalgo luchan por la defensa de su tierra y territorio

Idioma Español
País México

Hace cinco años (2011) un grupo ciudadano decidió retomar la vida agraria y comunal de este pueblo zapoteca en la defensa de la tierra y el territorio ante la llegada de empresas extranjeras (eólicas) a esta zona del Istmo de Tehuantepec.

Visitaron casa por casa a comuneros que estaban registrados en el padrón de 1964 y encontraron que eran mil 110; sin embargo, 250 viven y crearon el Comisariado de Bienes Comunales de la subcomunidad de Unión Hidalgo, perteneciente a la comunidad agraria de Juchitán de Zaragoza y sus anexos.

Esta lucha fue impulsada por Juan Regalado Martínez y Óscar Marín, quién ocupa el cargo de Representante de Bienes Comunales, donde ambos han tenido que luchar contra empresas eólicas por el abuso y despojo que han cometido.

Asesorados por la organización social Proyecto de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, A.C. (ProDESC) y después de un minucioso análisis retomaron la figura agraria de sus tierras, tal y como lo manifiestan sus títulos otorgados en 1964, como pequeño propietario dentro del régimen comunal.

Esta asamblea de Bienes Comunales de la subcomunidad de Unión Hidalgo es un precedente histórico para los pueblos zapotecas del Istmo de Tehuantepec, debido a que desde 1978 Juchitán se quedó sin la figura de Comisariado de Bienes Comunales por la oposición de caciques del lugar.

Durante la celebración de la asamblea correspondiente a agosto y que se celebra cada domingo de fin de mes, los comuneros determinaron seguir con su lucha, no doblegarse ante las eólicas y también ampliar su padrón inscribiendo a sus sucesores como sus hijas e hijos.

A esta fiesta comunal -como han bautizado a sus asambleas- acuden adultos mayores que rebasan los 60 años de edad, y que en su lengua materna expresan su sentir por el medio ambiente, sus calles, la necesidad de un hospital, una universidad para sus nietos y su futuro.

Juan Regalado Martínez uno de los impulsores de esta asamblea es hijo de comuneros, su padre le heredó sus tierras, con las cuales ha trabajado diversos granos como el maíz y sorgo. Hace cinco años (2011) comenzó una lucha contra la empresa eólica Demex y actualmente espera sentencia para la recesión de su contrato porque lo único que le ha dejado es despojo y persecución.

“Nos dicen que esta semana conoceremos la sentencia del Tribunal Federal Agrario, que esperemos sea a nuestro favor, a favor de 22 arrendatarios que creímos y firmamos el contrato de Demex, un contrato leonino, elaborado con mentiras y que hoy queremos ver finalizado, queremos nuestra libertad porque la tierra es sagrada y mucho le debemos”, refirió.

Los comuneros aseguran que este es el principio del trabajo en equipo, que cada vez están mas fortalecidos y que van a luchar por mejores condiciones, no individuales sino colectivos, en donde la comunidad y la sociedad entera se beneficie.

Fuente: Página 3

Temas: Tierra, territorio y bienes comunes

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