Pequeños pasos hacia la I+D en salud basada en las necesidades de millones de personas

Idioma Español
País Europa

La Asamblea Mundial de la Salud, celebrada la pasada semana, ha decidido finalmente recoger la propuesta de Kenia y Brasil para terminar con un sistema de patentes y unos criterios de investigación guiados por intereses comerciales

Son pasos tímidos, dado que tardarán años en verse las consecuencias de la decisión que ha adoptado la Asamblea Mundial de la Salud, celebrada la pasada semana. Pero, al menos, son pasos que, por primera vez, abren el debate sobre la propiedad intelectual de los fármacos.

La esperanza está en que la resolución adoptada dé lugar a un sistema que permita un mayor acceso a los medicamentos por parte de los más pobres. El texto insta a los 192 Estados miembro a hacer de la salud mundial y de la fabricación de medicamentos "un sector estratégico".

Ello obligaría a reconocer como "prioridad" la investigación y el desarrollo de nuevos fármacos orientados a las necesidades de los pacientes, en particular de las poblaciones y países con menos recursos.

La presión para adoptar esta resolución ha venido de la mano de los países en desarrollo, principalmente Kenia y Brasil, y de las ONG, que critican la preferencia de los laboratorios transnacionales por el desarrollo de medicinas contra enfermedades predominantes en países ricos, olvidándose así de las “no rentables”.

Los representantes de las ONG esgrimen la que denominan 'Ecuación 10/90', según la cual hasta ahora, sólo el 10% de las inversiones en investigación y desarrollo de nuevos fármacos se destina a las llamadas 'enfermedades desatendidas', que afectan al 90% de la población mundial.

Con la resolución adoptada en la Asamblea, la Organización Mundial de la Salud (OMS) trata de conciliar la creación de nuevos medicamentos con la necesidad de que sean accesibles de inmediato a la población.

Injusto sistema de patentes

En la actualidad, las patentes que protegen la comercialización de medicamentos pueden llegar a extenderse hasta 35 años, lo que hace a estos fármacos "inalcanzables" para los pobres. Las farmacéuticas justifican los altos precios como una forma de sostener la financiación de sus investigaciones.

En la Asamblea de la OMS se presentaron dos propuestas: una, auspiciada por Kenia y Brasil, que proponía la creación de un marco que permitiera definir las prioridades de la salud mundial, y otra, que partía de un informe de la propia OMS, que invitaba a los Estados miembros a corregir las deficiencias en el ciclo de innovación de medicinas que impiden a los habitantes más pobres recibir atención sanitaria adecuada.

La Asamblea aceptó la idea de Kenia y Brasil de crear un grupo de trabajo intergubernamental para elaborar un plan de acción y una estrategia que orientarán los trabajos futuros sobre la innovación y la salud pública.

Para Ellen 't Hoen, directora de la Campaña de Acceso a Medicamentos Esenciales de Médicos sin Fronteras, la resolución "asegurará que la innovación en el campo de la medicina será guiada por las necesidades de los pacientes y no por el simple beneficio".

Más información:

59ª Asamblea Mundial de la Salud

Campaña para el Acceso a Medicamentos Esenciales, de Médicos sin Fronteras

Canal Solidario-One World, Internet, 30-5-06

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