Proyecto de Ley reconoce necesidad de "un modelo agrario que mitigue el efecto invernadero"

Idioma Español
País Europa

El Parlamento Vasco está tramitando un Proyecto de Ley de Cambio Climático, en cuya exposición de motivos, dice que "la política de cambio climático en el País Vasco debe ir dirigida a reducir las emisiones y debe consolidar el papel del medio rural"

El Parlamento Vasco está tramitando un Proyecto de Ley de Cambio Climático, aprobado por el Gobieno Vasco el pasado 24 de mayo, en cuya exposición de motivos, dice que "la política de cambio climático en el País Vasco debe ir dirigida a reducir las emisiones ... y debe consolidar el papel del medio rural de la Comunidad Autónoma del País Vasco como elemento esencial para mantener un modelo de desarrollo agrario que contribuya a limitar las emisiones de gases de efecto invernadero y a mantener la función del suelo como sumidero de carbono". Desde EHNE-Bizkaia se entiende que para ser coherente con este planteamiento el Gobierno Vasco debe aplicar una política agraria que potencie un modelo de agricultura sostenible y de cercanía, así como la desintensificación de las explotaciones actuales, algo que reiteradamente viene demandando el sindicato. Asimismo, el texto del Proyecto de Ley incluye objetivos que generan controversia, como "mejorar la competitividad", y dudas, como "promover empleo verde".

 

Exposición de Motivos del Proyecto de Ley de cambio climático

 

El cambio climático es uno de los principales retos ambientales que hoy día afronta nuestra sociedad. La Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático del año 1992 constituyó la primera respuesta internacional al cambio climático y cristalizó en el Protocolo de Kyoto, como un primer plan hasta el año 2012 con el fin de limitar el crecimiento de las emisiones de gases de efecto invernadero.

 

Dentro de este marco internacional, las políticas europeas se han orientado a desacoplar el crecimiento de la actividad económica del consumo de energía, tanto final como primaria, lo que permite aumentar el PIB y el empleo, disminuyendo al mismo tiempo el consumo de energía y las emisiones. La cercanía al pico de producción de petróleo convencional y sus implicaciones en el encarecimiento del precio de los combustibles fósiles son un argumento de peso adicional para la orientación de estas políticas.

 

Así, el Consejo Europeo de Marzo de 2007 adoptó un compromiso para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 20 % respecto al año de referencia (1990); cubrir el 20 % de las necesidades energéticas con fuentes de origen renovable y aumentar un 20% la eficiencia energética, todo ello en 2020. Posteriormente, en el Consejo de Diciembre de 2008 se alcanzó un acuerdo sobre el conjunto de medidas en materia de clima y energía.

 

Asimismo, se ha creado y regulado el funcionamiento de un mercado de comercio de derechos de emisión de gases de efecto invernadero a nivel europeo.

 

En el Estado Español, por otra parte, se ha adoptado una Estrategia de Lucha contra el Cambio Climático que identifica seis líneas estratégicas clave en la reducción de gases de efecto invernadero: residuos y gestión de estiércoles; movilidad sostenible; edificación sostenible; sostenibilidad energética; política forestal y sumideros e innovación.

 

La aportación que las regiones podemos hacer en este momento en la lucha frente al cambio climático resulta de vital importancia. Como reconoce el Consejo de las Regiones de Europa, "las respuestas regionales al cambio climático deben desempeñar un papel importante junto con las políticas internacionales, europeas y nacionales, aprovechando los intercambios y la cooperación entre las regiones que afrontan amenazas similares y tienen idénticas oportunidades".

 

La política de cambio climático en el País Vasco debe ir dirigida a reducir las emisiones procurando una paulatina transición hacia una economía basada en las tecnologías bajas en carbono e innovadoras, que sean capaces de promover empleo verde y mejorar la competitividad.

 

Asimismo, esta política debe consolidar el papel del medio rural de la Comunidad Autónoma del País Vasco como elemento esencial para mantener un modelo de desarrollo agrario que contribuya a limitar las emisiones de gases de efecto invernadero y a mantener la función del suelo como sumidero de carbono. Todo ello redundará en un mayor nivel de bienestar de la ciudadanía vasca.

 

La Declaración de Urdaibai del 6 de Junio de 2009 apuesta por este modelo para Euskadi, en el que la lucha frente al cambio climático constituye una prioridad. La transición hacia una economía baja en carbono, hacia "un modelo verde de crecimiento capaz de integrar los planes sectoriales y de articular una visión integral de los aspectos económicos, sociales y medioambientales" constituye el eje central de esta declaración y de la plataforma Eco-Euskadi 2020. "Un modelo que tienda hacía una desmaterialización de la economía que, al tiempo que nos hará más ecoeficientes, generará el empleo verde sobre el que habrá de sostenerse una parte importante de nuestro bienestar social".

 

La presente Ley de Cambio Climático tiene en cuenta las referencias anteriormente mencionadas y pretende intervenir transversalmente en los ámbitos de la energía, el transporte, la ordenación territorial, el urbanismo, la vivienda, la educación o la agricultura para contribuir al necesario cambio estructural hacia el modelo económico descrito, desarrollando además mecanismos de conocimiento, sensibilización, participación e innovación que posibiliten un enfoque de la acción en materia de cambio climático como una oportunidad.

 

Por otra parte, conscientes de que el cambio climático es un fenómeno global, y de que previsiblemente sus consecuencias más severas se materializarán en regiones más desfavorecidas, la política de cooperación al desarrollo debe integrar la perspectiva del cambio climático también en esta política.

 

Baserri Bizia, Internet, 11-7-11

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