Paraguay: Testimonios sobre la Masacre de MarinaKue en Curuguaty

Idioma Español
País Paraguay

"Reivindicamos la lucha por la tierra, a pesar de que hay 17 muertos que nos duelen, sabemos que este proceso de lucha por la tierra está atravesado por el peligro de muerte desde hace mucho tiempo. Desde la Guerra Grande, si un campesino busca un pedazo de tierra donde vivir dignamente, u organiza a la gente para recuperar lo que les pertenece, puede ser asesinado. Marinakue es auténticamente nuestra, de los campesinos".

Néstor Castro, procesado y detenido:

Mi nombre es Néstor Castro Benítez, uno de los detenidos por el caso de la masacre de Curuguaty, estamos pasando atropellos por causa de la injusticia. El 15 de junio del año 2012 murieron 17 personas, 11 de ellas hermanos campesinos que luchaban por un pedazo de tierra donde sobrevivir, construir una casa, construir una familia, tener un lugar donde educar a los hijos.

En medio de muchas irregularidades, lo que siempre pedimos es la solución al problema de las tierras, la titularidad de las tierras, pero eso no se lleva en cuenta nunca. Nosotros siempre pedimos que empiece ahí la solución como una cuestión principal.

Vimos que hubo demasiadas irregularidades durante las audiencias preliminares, lo que pedíamos era la suspensión del procedimiento judicial hasta que se solucionara el conflicto sobre la titularidad de las tierras. Ahora llegamos a este juicio y lo que pedimos, por considerarlo justo, es la nulidad del mismo para que se empiece a investigar realmente los hechos. Porque aquí se dejó de lado a la policía y la fiscalía, se hizo de todo para inculpar a los campesinos.

Nosotros vemos que así se nos acusó directamente como responsables. Y no es así, nosotros no somos los culpables. Aquí no se ha investigado la muerte de nuestros hermanos campesinos, como paraguayos consideramos que es nuestro derecho que se investigue a fondo esta situación.

Eso es lo que pedimos a cada uno de los paraguayos y a todos los habitantes de nuestra región, de América Latina, que nos acompañen en la decisión que hemos tomado de posicionarnos ante las irregularidades y las acusaciones falsas que se han hecho contra nosotros.

Reivindicamos la lucha por la tierra, a pesar de que hay 17 muertos que nos duelen, sabemos que este proceso de lucha por la tierra está atravesado por el peligro de muerte desde hace mucho tiempo. Desde la Guerra Grande, si un campesino busca un pedazo de tierra donde vivir dignamente, u organiza a la gente para recuperar lo que les pertenece, puede ser asesinado. Marinakue es auténticamente nuestra, de los campesinos.

Pedimos el acompañamiento de los paraguayos que entienden realmente lo que está pasando en nuestro país, y al que no entiende, pedimos que se acerque para empezar a entender. No podemos seguir viviendo así en nuestro país. Creo que tenemos el derecho de vivir bien como cualquier otra persona, tenemos derecho a trabajar, a tener acceso a los estudios y a la atención médica. Hay mucha gente que carece de estos derechos, no solamente en Curuguaty, también en todo el departamento de Canindeyú y así en todo nuestro país. Esa es la situación.

Creo que tenemos que unirnos todos en esta causa hasta ahuyentar la corrupción para alcanzar la justicia que tanto necesitamos y la igualdad ante la ley que tanto buscamos. También tener trabajo, salud y educación son derechos sociales que queremos dejarles a nuestros hijos como un fortalecimiento de nuestra democracia. Porque todos los días hay más desplazamientos de campesinos hacia las orillas de la ciudad o hacia el extranjero, y eso no está bien ya que tenemos en nuestro país muchas riquezas para sobrevivir hasta que Dios diga basta. Entonces, queremos que todos tengamos justicia social en nuestro país.

Mis saludos y mi respeto a todos los que están escuchando este testimonio, que es mi preocupación y la de los familiares de nuestros compañeros presos injustamente. Y como ya dije, esperamos la nulidad del juicio de este caso que ocurrió en el Paraguay profundo y esperamos que se inicie una nueva investigación que señale a los verdaderos culpables. Porque hasta ahora se está buscando dejar la culpa sobre personas inocentes. Muchas gracias.

Simona Zaracho, pobladora de MarinaKue:

Soy pobladora de la comunidad Marinakue y estoy procurando un pedazo de tierra para mi familia, soy una mujer de avanzada edad, así que estoy velando por el futuro de mi familia nomás ya. También ayudo a las víctimas, que son todas sin tierra, hay muchas familias en esa situación, para el pobre contar con su tierra propia es una cosa muy importante porque mediante eso se rebusca, se ingenia para producir lo que va a comer. Tener tierra es para nosotros tener vida, de lo contrario no se puede avanzar.

Por esas razones estoy aquí, ya pasamos por muchas cosas y muchas más todavía nos depara Dios hasta que se haga justicia con nosotros. Por eso le pido al gobierno que entregue tierras a las familias pobres para salir adelante. La tierra es vida para nosotros. Eso es lo que a mí me angustia y por lo que lucho, por la tierra. Esa es mi mayor preocupación, aunque son varias las cosas que nos faltan, económicamente si alguien quiere ayudarnos vamos a agradecerles. Eso es lo que yo puedo decir, pero sobre todo pedir que se haga justicia.

Nimia Espínola, familiar de víctimas de la Masacre:

Soy hija de Avelino Espínola, el primero [de los campesinos] que había caído en la masacre. Vengo a representar a mi familia, somos numerosos y desde hace mucho tiempo estamos luchando por estas tierras, ya van a ser 11 años que estamos en este proceso, queremos tierra para dar de comer a nuestras familias. Muchas necesidades se han pasado, es la primera vez que vengo a la carpa desde la muerte de mi padre. Tengo mi carpa instalada allá y cada mañana al levantarme y mirar esa cruz me duele porque mi papá es el que me daba la fuerza y estoy resistiendo aquí porque tengo cuatro hijos, y mi papá solía decir: "yo voy a ir allá [la ocupación] por ustedes, voy a ir a sufrir en vez de ustedes porque nunca les he podido dar tierras propias".

Las familias campesinas heredan las tierras de sus padres, en nuestro caso no pudo ser porque siempre fuimos muy pobres, mi papá ni siquiera sabía leer, era analfabeto. Él nos decía entonces: "voy a ir a pasar necesidades, aunque no tenga para comer, pase lo que pase, para que ustedes no sufran". Por eso siempre que veo aquella cruz recuerdo a mi padre y siento un dolor inmenso. No me importa pasar hambre o frío aquí, por mis hijos estoy resistiendo bajo estas carpas. Solo queremos tierra, nos la merecemos. Tengo un hermano imputado, también casi murió en aquella oportunidad, pero ahora lo imputaron como miembro de la Comisión de Familiares de Víctimas.

Fuente: CLOC- Vía Campesina

Temas: Criminalización de la protesta social / Derechos humanos, Tierra, territorio y bienes comunes

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