Política, democracia y una propuesta: consulta popular sobre el modelo de agronegocios

Idioma Español
País Argentina

Después de dos años de lucha, la asamblea de Villa Constitución Sin Venenos logró que el Concejo Deliberante reglamente la ordenanza que habilita a convocar a una consulta popular para que sean los vecinos y vecinas quienes decidan sobre la instalación de un depósito de almacenamiento y fraccionamiento de fertilizantes en la ciudad. De concretarse, sería la primera consulta en la historia de Santa Fe, corazón del agronegocio. Las experiencias de Esquel (Chubut) y Loncopué (Neuquén) que marcaron el camino. La historia completa de la asamblea. La generación que se reconoce hija del Villazo. Claves para pensar la política y la democracia en un año electoral.

En Argentina pareciera que el escenario electoral está centralizado en operaciones de prensa, periodistas que parecen espías, spots que mienten en cadena nacional, carpetazos y fake news, pero a las 13:40 de este jueves 25 de julio el Concejo Deliberante de Villa Constitución (Santa Fe) inició una sesión extraordinaria que culminó seis minutos después con un canto a pura garganta:

“Olé olé / Olé olá / No más venenos, fuera Nitrón / Este es el pueblo pidiendo una solución”.
Hubo aplausos, abrazos y llantos que estallaron para festejar lo que la asamblea Villa Constitución Sin Venenos venía exigiendo hace dos años: la reglamentación por parte del Concejo de una ordenanza que habilita la consulta popular como dispositivo de elección de las iniciativas de los vecinos.

El reclamo es puntual: el rechazo a la instalación de un depósito de almacenamiento y fraccionamiento de fertilizantes de la empresa Nitron en la Zona Franca Santafesina, que reunió en 2017 10 mil firmas que reclamaban una consulta para que sea el pueblo quien decida si le otorga o no licencia social a una empresa de ese tipo.

En un año electoral, además, el planteo implica nuevas lógicas políticas, no partidistas: “No sólo nos pone contentos y alegres la lucha particular contra Nitron, sino que estamos ante la habilitación de una herramienta democrática que abre el espectro a las ganas de participar de la gente sin reducir el acto democrático a la elección de los representantes”, dice a lavaca la abogada Bárbara Chazarreta en medio de la asamblea.

“Y lo que pasa es que acá estamos luchando contra un gran grupo económico. Por eso esta consulta es fundamental no sólo para Villa, sino para el pueblo en general”.

Entre aplausos, abrazos y llantos surge también una novedad: el significado de la política y de la democracia cuando está en manos de los pueblos.

¿Qué es la política?

La parodia vecinal de una boda entre la multinacional Nitron y la municipalidad local. La consulta popular busca que sean vecinas y vecinos quienes definan si hay licencia social para un proyecto contaminante. 

La historia de Villa Constitución Sin Venenos está contada en la edición 135 de MU (Stop cáncer). La preocupación comenzó cuando en el pueblo vieron un cartel premonitorio: “Próximamente, Nitron”. Investigaron y se enteraron del significado de ese presagio: una “importante inversión” de 40 millones de dólares para un proyecto de depósito y fraccionamiento de más de 160 mil toneladas de fertilizantes, en un galpón emplazado a tan solo 340 metros de la zona urbana y a 200 de la planta de Acindar. El encadenamiento es casi automático: planta de químicos, posible contaminación por múltiples vías, riesgos enormes para la salud de los pobladores de la zona.

Nitron fue fundada en 1982, tiene sede en Connecticut (Estados Unidos) y se presenta como la empresa “líder mundial en comercialización de químicos y fertilizantes para la agricultura” con una facturación de más de 1.600 millones de dólares. Concentra el 35% del mercado. Su principal destino es Sudamérica. Pero un extraño dato surge de su página web: tiene poco más de 100 empleados en el mundo. La proporción se ajusta a nivel local: según la documentación presentada ante la Provincia, el depósito de Villa Constitución emplearía solo a seis personas.

El grupo económico que Chazarreta nombra toma forma en un nombre: Guillermo Misiano, dueño de medios de comunicación en la zona y en San Nicolás, y también del PTP Group, principal usuario directo de la Zona Franca (es decir, empresas que pueden operar). Su nombre saltó a las portadas de varios medios cuando la diputada Elisa Carrió lo denunció en 2016 por contrabando y evasión. PTP Group se presenta como “un holding de capitales argentinos” especializado en la operación de terminales portuarias y prestación de servicios logísticos integrales en América Latina. Consolidó su presencia a lo largo de la estratégica Hidrovía Paraná-Paraguay en un tramo de 1.500 kilómetros.

En 2017, la asamblea logró una audiencia pública a la que asistieron más de 500 vecines: sirvió para mostrar un rechazo general y exponer un modus operandi político. “La empresa presentó el estudio de impacto ambiental diez días después de la audiencia, las autoridades sabían la verdad, pero no nos dijeron nada. Recién en enero supimos por los medios que lo habían aprobado”.

Aparecieron entonces las primeras irregularidades: “En el estudio citaban como uso del suelo un decreto del gobierno anterior para zonificar la Zona Franca y así establecerla para uso industrial. Técnicamente, no corresponde, pero así arrancaron el proceso”. Se presentó una medida de amparo, cuya resolución –explican desde la asamblea a lavaca– debería conocerse en los primeros días de agosto.

Víctor Secreto, médico general, y concejal electo por el Frente Social y Popular: “Cuando salimos de la audiencia entendimos dos cosas. Primero, que la lucha era justa y tenía un importante apoyo social. El salón rebalsó y hubo que sacar los parlantes a la calle. Y segundo, observamos la trama entre la provincia, el municipio y la empresa. Ahí supimos que, si no era a través de la voluntad popular, esto no tenía sentido. Por eso impulsamos la consulta popular”.

Necesitaban juntar 3.900 firmas, el 10 por ciento del padrón. En un mes y medio juntaron 10 mil: “La gente pasó entonces de la firma a poner el cuerpo en asambleas. Fue un punto de quiebre importantísimo”. Allí surgió un nuevo obstáculo: la ordenanza que había aprobado el mecanismo de la consulta popular como dispositivo democrático en Villa Constitución nunca había sido reglamentada. Pasaron dos años en los que se repitieron las audiencias, convocaron expertos, fueron a escuelas, realizaron una histórica marcha de 2000 personas iniciaron un acampe que lleva cuatro meses y sostuvieron una jornada de 27 horas en la que sufrieron dos represiones. Así, lograron lo histórico: la provincia de Santa Fe está al borde de su primer consulta popular de la historia.

Y un detalle no menor: la noticia llega en uno de los corazones del agronegocio en Argentina.

¿Cómo llegar a la consulta popular?

Después de la represión, la asamblea logró que el intendente Jorge Berti (FpV) habilitara una mesa de diálogo para empezar a trabajar en la reglamentación de la consulta popular.

Circularon borradores que les vecines rechazaron por varias restricciones. Una de ellas era que una vez reglamentado el proyecto debía ser enviado al gobierno provincial para su aprobación. “Dijimos que no, porque la ordenanza es local. Que sepa el conocimiento de su existencia, sí, porque es el Tribunal Electoral quien debe ponerse en movimiento, pero no para su aprobación”. Este jueves la sesión se demoró porque el proyecto contenía algunas de las restricciones que se habían subsanado. A contrarreloj, la asamblea fue hasta la Municipalidad a buscar una nueva firma del Ejecutivo para discutir el proyecto consensuado.

Secreto explica qué se votó: “La consulta quedó reglamentada así por dos vías: puede ser por iniciativa del municipio o por iniciativa popular, cuyo proceso es reunir las firmas del 10 por ciento del padrón electoral”.

La abogada Chazarreta suma: “Teníamos una ordenanza, pero para que sea eficaz y válida tenía que ser reglamentada. Eso es lo que pasó hoy”. Según el proyecto, la consulta –a priori- no es vinculante, pero si el 35 por ciento del padrón electoral del municipio acude a votar, el Ejecutivo debe proceder todos los caminos administrativos y legales para cumplir la decisión.

Villa Constitución busca así inscribir su lucha en los hitos de las asambleas que se plantan ante el extractivismo en todo el país. El primer referéndum de carácter obligatorio en Argentina se realizó en Loncopué (Neuquén), en 2012, que debía expresarse acerca del Sí a una norma que buscaba prohibir la megaminería a cielo abierto. Sobre más de 3600 empadronados, debía votar el 50% para que la consulta tuviera validez: votó el 72% y la ordenanza se aprobó por una mayoría del 82%.

En 2003, el 81% de los habitantes de Esquel (Chubut) había votado para que no se instalara un proyecto minero. Si bien el proceso no era vinculante (se trató de un plebiscito que el Ejecutivo no estaba obligado a acatar), el peso político que tuvo la movilización social de la Asamblea No a la Mina logró que, por primera vez en América Latina, la comunidad lograra frenar un proyecto transnacional de estas características.

La asamblea de Villa Constitución, debido al apretado cronograma electoral de las PASO y las generales de octubre, acordó una fecha tentativa de la consulta para el 29 de septiembre. Chazarreta: “Ahora va a depender de lo que disponga el Tribunal Electoral de la provincia. Hicimos también el pedido para que el Ejecutivo convoque a la mesa que reglamentó la consulta para que sume al Tribunal y pueda agilizar. Es el pasito que está faltando”.

Secreto apunta que concretar esa fecha será el próximo objetivo. “Va a estar peleado, por la presión que empiece a existir. Por eso va a ser fundamental la colaboración del resto de las agrupaciones ambientalistas tanto de la provincia como del país, porque para hacer la fuerza necesaria en Santa Fe es importantísimo que todo el mundo se haga eco de esta consulta. En estos dos meses la clave es lograr que esto sea parte de la agenda, porque va a marcar un antes y después no sólo en la historia de lucha de Villa o de Santa Fe, sino también de todo el país por el marco de legitimidad que tendrá”.

El pueblo deliberante

La artista Betiana Charny cuenta un detalle: a las sesiones del Concejo no suele ir nadie. “Hoy estaba lleno, con pibes, con vida. Y había una tribuna como si fuera un recital”.

¿Qué implica eso? “Llegar a este punto es mérito absoluto del grupo que lo arrancó, y de todo lo que se sumó después, porque ese oleaje fue el que hizo este tsunami. Muchos de los que estaban hoy, y del recambio que hubo porque estuvimos desde las 11 de la mañana hasta las 2 de la tarde, fueron los pibes que se sumaron a la carpa. Fue muy emocionante ver a las distintas generaciones que compartieron la espera”.

Ese cruce generacional queda explícito cuando la asamblea –en sus comunicados- se reconoce hija de Villazo, la histórica huelga de los trabajadores metalúrgicos que en los ´70 ganó la seccional de la UOM con una comisión combativa y sumó el apoyo del pueblo en jornadas masivas en la misma plaza que hoy es el epicentro de esta lucha. La represión a esa gesta fue brutal, y por eso en Villa Constitución reconocen que este reclamo reactivó una memoria histórica.

Cielo Rivas, otra de las jóvenes asambleístas: “Somos la siguiente generación. Luego de la represión Villa quedó adormecida, muy callada, individualista y se quiso tapar u olvidar por dolor o miedo. Cuando empezamos con lo de Nitron, una de las mujeres que estuvo en los 70 nos decía que las asambleas habían quedado en la historia. Pero nosotres venimos a continuar esa lucha. Y, más que nada hoy, a recuperar esa democracia”.

Charny destaca otro aspecto: “En todas las reuniones hubo vecinos que no son técnicos ni abogados, pero que se pusieron a leer, fueron, y hablaron. Eso habla de una cuestión de formación brindada desde un lugar horizontal. Eso es lo novedoso y revolucionario de este tipo de movimientos. Lo que sigue ahora es profundizar y seguir traspasando puertas. Que la gente vaya a votar. Si eso lo garantizamos, ganamos”.

Secreto sospecha que el logro de hoy tiene una magnitud que el tiempo ubicará en otro plano.

Y abre el juego: “Es importantísimo para el futuro de nuestra ciudad, pero también para otros reclamos. Si lo logramos concretar, y estamos seguros que sí, esta lucha va a marcar un camino a seguir”.

Fuente: La Vaca.org

Temas: Agronegocio, Agrotóxicos

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