Venezuela: el Plan Estratégico de la Nueva PDVSA, un nuevo salto al abismo!

El pretender colocar cerca de un millón setenta mil kilómetros cuadrados -prácticamente todo el país!- en el altar de sacrificio de la voraz y suicida industria de los hidrocarburos mundial, solo traería a la Nación más desolación ambiental, más dependencia, más vulnerabilidad, más concentración de poder, más desigualdad social, más corrupción

RED ALERTA PETROLERA - ORINOCO OILWATCH

La vieja gran Apertura

El actual presidente de la República Hugo Chávez Frías como candidato presidencial en 1998 montó en gran parte su campaña a la primera magistratura en una crítica a la llamada “Apertura Petrolera” del Presidente Rafael Caldera. Por entreguista al Extranjero, por violatoria de la soberanía nacional, por sus graves amenazas o daños al patrimonio ambiental nacional y de muchas poblaciones afectadas directamente por los planes de dicha Apertura, por haber sido decidida en forma “cupular” inconsulta. El entonces candidato Chávez se alimentó a su vez de la lucha de un conjunto de grupos sociales, ecológicos, académicos y políticos que, en, forma denodada y heroica, habían venido denunciando dicha Apertura y oponiéndose a ella desde hacía tiempo. Entre ellos, la Red Alerta Petrolera, que se ha ganado reconocimiento nacional e internacional. La Apertura Petrolera del Gobierno de Caldera pretendía convertir a Venezuela en “ la nueva Arabia Saudita del planeta”, elevando la producción a niveles descomunales y garantizándole suministros al mundo, llenando el país de empresas extranjeras, e hipotecando su futuro y autodeterminación.

La faraónica nueva Apertura

 

En base a los recién anunciados planes petroleros y gasiferos del actual gobierno, es irónico observar cuan parecida a la denunciada Apertura de la IV Republica se ha vuelto la política actual. Se anuncia con Bombos y Platillos que Venezuela posee “ las reservas de petróleo mas grandes del planeta, incluso mayores que las de Arabia Saudita”. Se ponen las mismas “a disposición de todo el mundo”. Se anuncia una nueva “invasión” de empresas extranjeras; desde la norteamericana Chevron Texaco (destacada con gran alarde y orgullo en la propaganda oficial, a pesar de sus estrechos lazos con el gobierno de Bush y el juicio que tiene pendiente por los desmanes ambientales en la Amazonia Ecuatoriana) hasta la China Nacional Petroleum Corporation (también muy cuestionada en materia ambiental); así como la constitución de Petrosur, Petrocaribe y Petroandina, las cuales bajo el financiamiento de PDVSA pretenden esparcir el modelo de explotación petrolera en todo el Continente. Se anuncia la duplicación petrolera para el año 2012, hasta unos seis millones de barriles al día; y la duplicación de la capacidad de refinación. Convertir al país en una potencia gasífera. Ofertar 500 mil kilómetroscuadradosde la plataforma marina venezolana a la explotación de petróleo y gas como nueva frontera de explotación. Esta extensión a añadirse a los 570 mil kilómetroscuadrados de tierra firme declarados aptos para la actividad de los hidrocarburos. Sobre estos últimos el Jefe de Estado ha declarado al anunciar el Plan, el pasado 19 de agosto, su intención firme de marchar hasta los confines del territorio: “las refinerías, los terminales, las instalaciones petroleras, los gasoductos, etc., están en un 99% ubicados en el norte del país y tenemos grandes extensiones de territorio bueno, donde no hay ni una refinería, ni un oleoducto, ni un gasoducto, ni una instalación energética petrolera. Vamonos Venezuela Adentro”. En este contexto se anuncia la construcción de una gigantesca refinería en las márgenes del río Orinoco, en Cabruta, en pleno centro geográfico del país, a generar un voluminoso tráfico de transporte petrolero por dicho río. La misma mentalidad de conquista desarrollista, reminiscencia de la “Conquista del Sur” del Gobierno de Caldera, se proyecta para justificar los designios presidenciales de explotación del espacio marino al hablar el Jefe de Estado que ellos permitirán ejercer “soberanía” en “la fachada atlántica que se encuentra totalmente abandonada” (!) –ignorando, en típico estilo desarrollista que en la Naturaleza nada esta nunca ocioso o abandonado sino que esta cumpliendo múltiples y valiosas funciones de equilibrio o regulación biótica. Se anuncia asimismo grandes planes de desarrollo para la, ecológicamente y socialmente – por ser sede de pueblos indígenas y pesqueros ancestrales- ultra frágil zona del Delta del Orinoco y Golfo de Paria, incluyendo un gigantesco complejo gasífero-petrolero-petroquímico en Guiria, estado Sucre. Se anuncian hasta Convenios de abastecimientos con países tan remotos como China e India. Para satisfacer todo el mercado planetario, se adquirirá una nueva flota de tanqueros que recorrerá nuestras costas y los mares dejando “su rastro de petróleo” y aumentando el riesgo de desastres petroleros marinos. Se anuncia un gran gasoducto que atravesaría Venezuela y Colombia para surtir el mercado del Pacifico, Centroamérica y Estados Unidos. Y pare usted de contar!...En un pasmoso parecido con la consigna del Gobierno de Caldera de que “ el cielo era el limite”, para marcar la desmesura y ambición de sus respectivos planes.

 

Las contradicciones

 

Todo lo anterior al tiempo que se designa a la nueva gran “Apertura Quinta Republicana” como inspirada en las enseñanzas de Arturo Uslar Pietri y Juan Pablo Pérez Alfonso, quienes en verdad fueron grandes críticos del derroche y la dependencia petrolera. Al tiempo que el discurso oficial expresa preocupación por el alarmante calentamiento del planeta, la ampliada ola de huracanes producto de éste que asola a países como Cuba y aun a nuestras propias costas; la “perversa” omisión del Gobierno de Bush de negarse a firmar el Protocolo de Kyoto; males o problemas todos estos directamente relacionados con la explotación de hidrocarburos que el Gobierno Nacional impulsa con tanta dedicación. Al tiempo que se critica “ el imperialismo del ALCA” por no consultar a los pueblos del Continente - la misma omisión en la que incurre el Plan Estratégico de PDVSA. Al tiempo que no se hace ninguna referencia en el nuevo mega plan inversionista de 56.000 millones de dólares del saneamiento de la gran Deuda Ambiental de la industria petrolera para con la Nación; que incluye, entre otros aspectos, la devastación de la Cuenca del Lago de Maracaibo (donde se siguen dando permisos de explotación hoy) así como las miles de fosas llenas de desechos tóxicos, desatendidas a lo largo y ancho de todo el país, así como la contaminación de acuíferos subterráneos. Y el riesgo al medio ambiente que comportarán las nuevas explotaciones en el Delta del Orinoco-Golfo de Paria (desconociendo la oposición de los indígenas Warao y pescadores; el carácter altamente dinámico de dichas aguas; el alto riesgo tectónico de la zona, el mayor del país y vinculado incluso a la posibilidad de un gran riesgo de erupción volcánica en la región que ciertamente devastaría costas y la infraestructura petrolera en tierra y mar con el consiguiente desastre en derrames; y desconociendo el gran valor biótico alternativo de la zona.); así como el riesgo ambiental de la también nueva explotación de los 500 mil kilómetros cuadrados de la plataforma marina que ahora también se quiere realizar, (incluyendo toda la resultante generación de desechos contaminante en alta mar), y el riesgo de la explotación en nuestra vital cuenca del río Orinoco aguas arriba. Al tiempo que no se hace en la mencionada faraónica nueva apertura ninguna referencia al desarrollo de las nuevas fuentes alternas de energía, renovables y ecológicas (como las del sol, viento, agua, biomasa e hidrógeno), en las cuales nuestro país tiene abundantes posibilidades de producción, y las cuales son las que pueden salvar al mundo de la gran debacle ambiental en que lo ha sumido la industria de los hidrocarburos.

Para añadir a todo lo anterior la mencionada política se presenta con el ropaje hechizante y confundidor del discurso oficial. Se bautiza al nuevo Plan Inversionista con la consigna “Siembra Petrolera”, en flagrante torcedura de la misma consigna de diversificación económica, a fin de alejarnos del petróleo, que acuñara Uslar Pietri. Al igual que se rebautizan viejas áreas de explotación o se bautizan nuevos planes con sagrados términos de la historia independentista patria, tales como los de las batallas de Boyacá, Junín, Carabobo, y de los próceres Mariscal de Ayacucho José Antonio Sucre y, Rafael Urdaneta. Cuando, en verdad, tales inconsultos compromisos con toda clase de factores extranjeros, por decenas de años, lo que hacen es comprometer la autodeterminación e independencia económica -y por ende política – así como territorial de la Nación. Dejándonos atados al cumplimiento de todos esos compromisos so pena de demandas internacionales judiciales o cual atractivo botín de la ambición invasora de cualquier poder extranjero – no olvidemos el gran factor de discordia y guerra que ha sido el petróleo en el mundo.

El Salto al abismo

 

El pretender colocar cerca de un millón setenta mil kilómetros cuadrados, prácticamente todo el país !...en el altar de sacrificio de la voraz y suicida industria de los hidrocarburos mundial, solo traería a la Nación más desolación ambiental, mas dependencia, mas vulnerabilidad, mas concentración de poder, mas desigualdad social, mas corrupción. Por mas que se pretenda revestir lo anterior con políticas de distribución asistencial de los petrodólares o con consignas como las de que “Ahora Venezuela es de Todos”. En verdad, un cascarón es lo que puede terminar siendo de todos: la suerte que le ha esperado a todas las sociedades mineras luego de que se haya agotado el recurso y se hayan corrompido ellas con su explotación. Como dijera el maestro de Simón Bolívar, Simón Rodríguez, especialmente recordado en la reciente conmemoración de los 200 años del juramento de Bolívar en el Monte Sacro de Roma ante el mismo Rodríguez: “ La plata y el oro halagan la avaricia y al cabo empobrecen al minero: porque sus vetas se pierden o se agotan, y el sigue buscándolas como perro hambriento que después de haberse tragado el bocado se queda olfateando el lugar donde lo halló”. Y como también nos dejara dicho el Dr. Uslar Pietri, en su discurso de conmemoración del sesquicentenario de la muerte del Libertador (en 1980): “ Un torrente ciego de riquezas se ha desbordado sobre nuestra tierra riqueza incontrolable, no producida por nuestro esfuerzo, no dirigida por nuestra voluntad, la ola del petróleo nos aleja y nos aliena de Bolívar…. A las puertas de la Soberanía Nacional está el Libertador. No lo hagamos esperar!

De un recurso producido a costa de tantos males o bemoles, no puede surgir ninguna prosperidad de bienes sustentables o éticamente aceptables. Deploramos que la casi totalidad del país político nacional, empresarial y mediático ha permanecido silente, cómplice, o ávida pretendiente de beneficios de los mencionados planes. Aún aquellos que han dicho militar en la oposición política o defender mejores intereses patrios.

El imperativo de una rectificación

Por todo lo anterior la Red Alerta Petrolera-Orinoco Oilwatch, consecuente con su oposición de muchos años al paradigma hegemónico de los hidrocarburos, depredador corruptor y generador de dependencia, eleva su voz de denuncia y alerta ante los planes de la nueva Apertura petrogasífera - del actual gobierno. Exige un verdadero debate y consulta nacional sobre dichos planes. Reitera la necesidad de una inmediata moratoria a la explotación de hidrocarburos en zonas ambiental y socialmente ultra vulnerables. Reitera la exigencia de un Proyecto de Estado comprometido resuelta y sinceramente con la transición hacia una Venezuela Postpetrolera, tal como en verdad lo quisieron Uslar Pietri y Pérez Alfonso y como nuestra Red lo ha venido solicitando. Por el bien de los mas altos intereses del país y del mundo. Por la sensatez y coherencia elemental. Por la salvaguarda de la Patria de enceguecidas ambiciones externas e internas.

Rectificar antes de que sea demasiado tarde, es un imperativo.

Caracas, 24 de agosto de 2005

 

La Red Alerta Petrolera-Orinoco Oilwatch, esta conformada por un colectivo de organizaciones ambientalistas y sociales, representantes de comunidades indígenas y personalidades relevantes en el área del petróleo, la antropología, el derecho, economía, ingeniería, ecología, y otras disciplinas, quienes desde 1997 nos hemos propuesto como objetivo principal investigar y monitorear los efectos socio-ambientales de la actividad petrolera en Venezuela.

Red Alerta Petrolera (Orinoco Oilwatch)
Sociedad de amigos en defensa de la Gran Sabana. AMIGRANSA.
Frente en Defensa de la Sierra de Perijá.
Sociedad Hommo et Natura.
Asociación Civil Ecológica y Social Chunikai
Fundación Nuevo Sur
Periodico El Libertario

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