Rusia: el uso de los transgénicos debe someterse bajo control

Idioma Español
País Asia

Los científicos rusos abogan por establecer un riguroso control sobre el uso de los organismos transgénicos cuyo impacto sobre la salud humana aún está por investigar

Moscú: "Es necesario contemplar serias normativas legales que reglamenten el uso de los organismos modificados genéticamente (OMG)" - declaró el miembro de la Academia rusa de Ciencias Agrícolas, Mijaíl Sokolov, al intervenir en una mesa redonda dedicada a este tema.

Buena parte de los productos acabados y materias primas que se han sometido a una modificación genética - soja, patatas, maíz, remolacha o colza - vienen a Rusia desde el extranjero. Cada año, Rusia importa alrededor de un millón de toneladas de maíz transgénico y aproximadamente medio millón de toneladas de soja transgénica.

En el mercado local ya se venden tomates, calabacines y melones modificados genéticamente. Según algunas evaluaciones, la importación de los transgénicos a Rusia ha crecido cien veces en los últimos tres años.

Mientras, todavía se desconoce el efecto que podría tener a largo plazo la inclusión de los OMG en nuestra ración, señala Mijaíl Sokolov. Algunos investigadores opinan que son capaces de provocar reacciones alérgicas y mutaciones genéticas.

"Los OMG son extremadamente peligrosos para la naturaleza viva aunque hoy no podamos calibrar este impacto" - afirma Alexey Yablokov, famoso ecologista y jefe del Centro de política medioambiental de Rusia.

Uno de los argumentos a favor de tal opinión es el estudio que ha sido realizado a lo largo de tres años por el ministerio de Agricultura británico.

La biodiversidad en las zonas aledañas a los cultivos de los OMG, de acuerdo con esta investigación, se ha reducido en un 30 por 100. Muchos investigadores recuerdan que la Unión Europea decretó en 1998 una moratoria sobre el cultivo de los transgénicos y que el Comité de la OTAN para los retos globales, en su reunión de mayo pasado en Lieja, mencionó entre otros peligros graves el eventual surgimiento del terrorismo genético que podría usar los OMG como arma.

Ya en octubre pasado, la Asociación rusa por la seguridad genética y los representantes de más de 30 instituciones políticas, científicas y sociales de Rusia dirigieron una carta abierta al presidente Vladímir Putin manifestando su preocupación "ante la creciente amenaza a la seguridad biológica de la nación".

"Debido a las lagunas legislativas y la falta de mecanismos de control definidos en materia de los organismos modificados genéticamente, el mercado alimenticio está lleno de productos que tienen componentes transgénicos" - señalaban los autores del llamamiento.

El 1 de junio de 2004, Rusia introdujo los estándares europeos en lo que respecta al etiquetado de tales productos, obligando a los fabricantes a que declaren componentes modificados genéticamente cuando su concentración sea superior al 0,9%, en lugar del 5% como antes.

Sin embargo, esta normativa se cumple pocas veces. "Los productos ecológicamente limpios, tradicionales para Rusia, vienen a ser sustituidos por los de importación, modificados genéticamente" - consta en la carta.

Entretanto, todas las encuestas señalan que un 75% de la población rusa no quiere incluir en su ración los alimentos transgénicos.

RIAN, Internet, 18-4-05

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