Alcances de la nanotecnología desatan controversia científica

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Investigadores la consideran la panacea; otros advierten sobre "riesgos mortales". Futurólogos proponen construir robots minúsculos para atacar células cancerosas. Ambientalistas aseguran que estas construcciones serían iguales que las partículas suspendidas

Investigadores y futurólogos creen que la nanotecnología podría transformarlo todo, desde la atención a la salud hasta las manufacturas, la limpieza del ambiente y los viajes espaciales. Muchos de los peores problemas que nos amenazan, afirman, podrían ser erradicados este siglo.

Las células cancerosas podrían ser destruidas por minúsculos peines de silicio, y los nanobots podrían destapar vasos sanguíneos obstruidos. Células de combustible con base de hidrógeno que utilicen nanotubos podrían permitir a los automóviles recorrer 8 mil kilómetros con un solo tanque. Minúsculas celdas solares en las fachadas de edificios y en la superficie de las calles podrían producir energía barata.

Las nanopartículas podrían quitar lo tóxico a los desechos petroquímicos. Podría sobrevenir una nueva revolución industrial, al agrupar átomos para formar nuevos y útiles productos.

Sin embargo, a escalas de un millonésimo de milímetro, los materiales pueden desarrollar propiedades poco usuales e impredecibles, lo cual hace surgir inquietud sobre los riesgos a la salud y el medio ambiente.

Riesgos para la salud

Algunos expertos demandan una moratoria a la nanotecnología, pues sostienen que las partículas ultrafinas creadas para usos cosméticos, industriales y de alta tecnología podrían resultar mortales.

Bob Phelps, director del grupo civil australiano GeneEthics, afirma: "cada tipo de nanopartícula puede resultar tan letal como el asbesto". En su opinión, 25 por ciento de la inversión en este campo debe destinarse a la investigación de riesgos.

Amigos de la Tierra estima que, en Australia, 300 mil trabajadores de refinerías y fundidoras podrían estar expuestos a nanopartículas; otros 33 mil podrían estar en riesgo al manejar polvos, sobre todo en las industrias farmacéutica y cosmética.

Como Phelps, Amigos de la Tierra apoya una moratoria a la investigación, desarrollo y producción de nanopartículas sintéticas hasta que se adopten reglamentaciones. "Con ello se evitarían enormes costos humanos y financieros, así como demandas por daños y perjuicios de personas lesionadas, como se ha visto con el asbesto", declaró la agrupación a un comité del Senado australiano.

Llamados similares se escuchan en Estados Unidos. En un taller de la Agencia de Protección Ambiental, realizado en octubre pasado, Mihail Rocco, copresidente del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, declaró: "Las dependencias federales carecen de métodos para supervisar las emisiones de nanopartículas al ambiente. Sin embargo, éstas pueden llegar al cerebro y causar daño potencial".

Otra presentación explicó que las partículas pueden atravesar la piel y causar inflamación y otros riesgos. Los artículos que se aplican en la piel, como bloqueadores solares y productos para el bebé, tienen nanopartículas.

En Gran Bretaña también hay inquietud. El año pasado el gobierno encargó un informe sobre la nueva ciencia a la Real Sociedad y la Real Academia de Ingeniería. El estudio concluyó que no había causas significativas de preocupación, pero indicó que existían campos en los que se debería realizar mucha mayor investigación.

El Departamento de Asuntos Ambientales, Alimentarios y Rurales anunció el mes pasado que destinaría unos 9 millones de dólares a investigar los riesgos de la nanotecnología para la salud. Los investigadores observarán la forma en que las nanopartículas viajan por el medio ambiente y el organismo humano, y en qué forma podrían afectar a la salud.

Problemas en el embarazo

El enfoque de esa instancia es reservado. En cambio, un informe de la reaseguradora suiza Swiss le confiere mucha mayor urgencia al tema. Afirma que, una vez en la sangre, "las nanopartículas pueden moverse prácticamente sin obstáculo por todo el cuerpo". Durante el embarazo, es probable que esos elementos ingresen en el feto.

Las nanopartículas, agrega el estudio, pueden dañar tejidos vivos al menos en dos formas: por reactividad química, o mediante un daño a los fagocitos, que son las células purificadoras. También pueden perturbar el sistema inmune, causar reacciones alérgicas, interferir con la comunicación entre células o alterar el intercambio de enzimas. Los filtros de agua no las detienen, y tal vez pudieran penetrar en las raíces de las plantas y entrar en la cadena alimentaria.

Sin embargo, según el grupo químico farmacéutico alemán Beyer Research, la nanotecnología no representa una amenaza mayor que las tecnologías establecidas. "Toda nueva tecnología trae riesgos aparejados. El hombre de la edad de piedra descubrió el hacha, herramienta que también era un arma potencial", expresa. "En cualquier caso, no tiene sentido elaborar escenarios amedrentadores, que causan tanta confusión como las ingenuas promesas de que 'es totalmente inofensiva'. Sería mucho más efectivo que el desarrollo de esta nueva tecnología viniera acompañado de educación y análisis crítico."

Jeff Harlow, comentarista estadunidense sobre temas de tecnología, cree que debemos resignarnos a la nanotecnología. "Aun si algunos gobiernos prohibieran o restringieran la investigación en la materia", indica, "otros la estimularían mediante una mejoramiento educativo y financiamiento para ganar una nanoventaja."

Traducción: Jorge Anaya

La Jornada, México, 15-12-05

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