Multinacional Monsanto comenzará a sembrar soya transgénica en Chile

Idioma Español
País Chile

A pesar que no hay regulación para estos cultivos, en Chile ya existen siembras modificadas geneticamente. Además se venden alimentos en base a materia prima de este tipo

La multinacional Monsanto, una de las más grandes productoras de semillas genéticamente modificadas, comenzó a realizar un fuerte lobby ante autoridades, legisladores y empresarios chilenos, tendiente a lograr plantar Soya transgénica en este país sudamericano. Y sus gestiones las comenzó a realizar al más alto nivel, visitando al Ministerio de Agricultura y al Senado de la República, donde Jerry Hjelle, vicepresidente ejecutivo de regulaciones de esta empresa, dio una charla a los parlamentarios especializados en políticas agrarias.

Monsanto tiene camino adelantado. En Chile no hay regulación acerca de plantaciones transgénicas, está en una fuerte campaña por convertirse en una potencia agroalimentaria, y muchos de los grandes agroempresarios no ponen cuestionamiento a este tipo de siembras. Además, Chile no ha ratificado el Protocolo de Bioseguridad de las Naciones Unidas que regula este tipo de cultivos por los riesgos a la biodiversidad y salud humana.

El funcionario empresarial informó que este año, junto a empresarios locales, Monsanto planea sembrar 5 mil hectáreas con soya transgénica, pero que quieren llegar en tres años a cubrir unas 20 mil hectáreas.

En Chile ya existen cultivos de especies transgénicas, aunque no existe regulación al respecto. Ante esto Hjelle afirmó a la Revista del Campo de El Mercurio que es necesario que Chile cuente con una legislación al respecto porque este tipo de cultivos están creciendo en orden a 1,2 millones de hectáreas anuales desde 1996, y que no tener una normativa al respecto “afecta las oportunidades de los agricultores chilenos”.

Sin embargo, luego de la visita de Monsanto al gobierno y al Parlamento, diversas son las críticas que han surgido rechazando la presión de esta multinacional y exigiendo a La Moneda que se oponga a este tipo de cultivo de semillas intervenidas.

CHILE SECRETO Y TRANSGENICO
Según denuncian el Observatorio de Conflictos Ambientales (OLCA), la Asociación Nacional de Mujeres Rurales e Indígenas (ANAMURI), Red de Acción en Plaguicidas y sus Alternativas (RAPAL), que en Chile las autoridades se han negado a informar acerca de estos temas. “La falta de fiscalización se combina además con la falta de transparencia”, dicen las ONGs.

“El Servicio Agrícola y Ganadero se ha negado a informar sobre la ubicación de los cultivos transgénicos en Chile, y a decir quién o quiénes son los funcionarios que finalmente autorizan tales cultivos”, agregan las organizaciones ciudadanas.

Por esto, las ONGs temen que Monsanto con el Ministerio de Agricultura comiencen a crear “programas secretos para enrolar a agricultores en la producción de transgénicos, ya sea a través del ofrecimiento de créditos o alguna otra forma de presión”.

A pesar de que en Chile la ley prohíbe los alimentos transgénicos, por años las grandes empresas alimenticias han introducido alimentos y materias primas transgénicas. Las Ongs recuerdan que “cuando una decisión judicial del 2002 aplicó la ley y ordenó retirar del comercio todo alimento con contenido transgénico, los empresarios industriales agrupados en la SOFOFA indicaron que eso era imposible, ya que habría que retirar cerca del 75% de los alimentos envasados”.

En la ocasión el gobierno “en vez de aplicar la ley, emitió un decreto, permitiendo oficialmente la contaminación transgénica de nuestra alimentación. Incluso en 2003, levantó la prohibición de incluir materiales transgénicos en los alimentos para niños”.

“Todos los chilenos estamos consumiendo alimentos transgénicos sin que siquiera se nos permita informarnos al respecto y nuestras posibilidades de acceder a productos campesinos sanos y variados están siendo destruidas por políticas agrícolas en favor de las grandes cadenas de supermercados” dicen las organizaciones.

RECLAMOS DE GREENPEACE
Quién también se opone a los cultivos transgénicos es Greenpeace. Luego de la reunión de representantes de Monsanto con el Ministro de Agricultura, la oficina chilena de esta organización afirmó que “con este anuncio el Ministro privilegia los intereses corporativos de Monsanto, amenazando la imagen no transgénica de la agricultura chilena”.

La organización internacional reclama que la reunión de Monsanto con el Ministerio de Agricultura estaría rompiendo el acuerdo de la Presidenta Bachelet con organizaciones ambientalistas en orden a “No abrir el país a los cultivos transgénicos comerciales, y establecer el requisito de Estudios de Impacto Ambiental para la actual reproducción de semillas transgénicas”.

Samuel Leiva, coordinador de campaña de Greenpeace dijo que “si la presidenta Bachelet propuso no abrir el país a los cultivos transgénicos comerciales, no se entiende, entonces, que el Ministro de Agricultura, abra paso a esta actividad ¿No le consultó al ejecutivo? ¿En base a qué tomó tal determinación? Y nos gustaría saber si antes de la primavera de 2007, fecha que estima Monsanto para comenzar el proceso de siembra de soja en nuestro país, se habrán realizando estudios de impacto ambiental”.

En tanto el Senador socialista Alejando Navarro afirmó que “este es un paso muy peligroso y sólo beneficia a un grupo muy selecto de empresas que han hecho del volumen de la producción y no de la calidad, su objetivo principal en materia de producción”.

En cuanto a la viabilidad de los productos transgénicos en el país, el legislador argumentó que “está claro que estos productos se instalaron en la investigación científica y en el mundo, como una solución para el hambre del mundo y para resolver gruesos problemas sociales en África. Sin embargo, hoy el 80% de la producción transgénica mundial se vende en los países desarrollados que no padecen de hambre y, por el contrario, sus poblaciones sufren de sobrepeso”.

Ecoceanos, Internet, 10-4-07

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