Cuidemos los recursos genéticos animales

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Alrededor del 20 por ciento de las razas de ganado vacuno, caprino, porcino, equino y avícola están en riesgo de extinción, según el informe de FAO titulado «El Estado de los Recursos Genéticos Animales del Mundo», que es el primer documento general sobre la biodiversidad del ganado y que también analiza la capacidad dentro de los países de manejar sus recursos genéticos animales

En los Andes colombianos, la crianza de ganado Blanco Orejinegro, conocido por su longevidad, tolerancia a las grandes alturas y resistencia a los parásitos, se está viendo amenazada. Sólo quedan 260 animales de este tipo. Se está acabando el tiempo también para la oveja de cola corta Namaqua Africander en Suráfrica, una raza altamente adaptada a ambientes duros, áridos y desérticos. Sólo queda un rebaño de 400 animales.

Igualmente desconsoladora es la perspectiva para el ganado de Yakut de Siberia. Estos animales, altamente adaptados, pueden tolerar temperaturas de -60°C y poco forraje, y muestran una gran resistencia a la tuberculosis, leucosis y brucelosis, que son enfermedades que están causando serios problemas para el ganado en la región. Sólo quedan 900 animales.

Durante los últimos siete años se extingue una raza de ganado al mes —esto significa que sus características genéticas se han perdido para siempre. Alrededor del 20 por ciento de las razas de ganado vacuno, caprino, porcino, equino y avícola están en riesgo de extinción, según el informe de FAO titulado «El Estado de los Recursos Genéticos Animales del Mundo», que es el primer documento general sobre la biodiversidad del ganado y que también analiza la capacidad dentro de los países de manejar sus recursos genéticos animales.

Se necesitan con urgencia inmensos esfuerzos para comprender y proteger los recursos genéticos animales para la agricultura y la alimentación.

Muchas razas en riesgo de extinción tienen características únicas, tales como la resistencia a enfermedades o la tolerancia a climas precarios, cuyas futuras generaciones pueden necesitar para salir adelante con desafíos como el cambio climático, las nuevas enfermedades animales y la creciente demanda de productos agropecuarios específicos.

El manejo sensato de la biodiversidad agrícola se está transformando en un desafío aún mayor. El sector agropecuario en particular está sufriendo cambios muy rápidos, mientras se expande la producción intensiva a gran escala en respuesta a la creciente demanda de carne, leche y huevos. Esto ha conducido a una fuerte dependencia en pocas razas de alta productividad, lo que ha llevado con frecuencia a la exclusión de los animales locales.

Durante los próximos 40 años, la población mundial aumentará de los 6.200 millones de hoy a 9.000 millones, mayoritariamente en los países en desarrollo. Más personas requerirán más carne, leche, huevos y otros productos derivados. Es fundamental contar con un gran portafolio de recursos genéticos animales con el objeto de adaptar y desarrollar los sistemas de producción agrícola del mundo y aumentar la variedad de nuestro suministro alimentario. Aún más preocupante es que los recursos genéticos se están perdiendo antes de que sus características sean registradas y estudiadas y antes de poder evaluar su potencial.

Un manejo efectivo de la diversidad genética animal requiere de recursos —incluyendo personal bien capacitado e instalaciones adecuadas tanto técnicas como de investigación— que muchos países en desarrollo carecen. Casi la mitad de los países del mundo carecen de programas de conservación in vivo, que involucran la conservación de animales vivos, y más de un 60 por ciento no tiene programas in vitro —es decir, la conservación en bancos de genes de embriones, semen u otro material genético con el potencial para reconstituir animales vivos en una fecha más tardía. Del mismo modo, en muchos países, no existen programas estructurados de crianza, o bien no son efectivos.

Será necesario contar con apoyo técnico y financiero para ayudar a los países en desarrollo a caracterizar, utilizar y conservar sus razas de ganado.

Los cuidadores tradicionales de ganado —generalmente personas pobres y de ambientes marginales— han sido los administradores de gran parte de la diversidad animal del mundo. Los cuidadores de ganado y sus comunidades deberán ser asistidos con el objeto de que puedan jugar un papel efectivo en el desarrollo de las razas y en la conservación de las mismas en las granjas.

Los países son fundamentalmente interdependientes con respecto a los recursos genéticos animales y es necesaria una mayor cooperación internacional para asegurar un intercambio continuo y un mayor desarrollo de estos recursos. Se deben eliminar las barreras innecesarias con el objeto de beneficiar a los agricultores, a los pastores nómadas, a los criadores, a los consumidores y a la sociedad como un todo. Es fundamental elaborar un marco internacional consensuado para el manejo de recursos animales.

Mañana, representantes de más de 120 gobiernos se reunirán en Interlaken, Suiza, en la Primera Conferencia Técnica Internacional sobre Recursos Genéticos Animales para la Agricultura y la Alimentación, con el objeto de elaborar un plan de acción mundial para poner fin a la pérdida de la preciada diversidad de riqueza pecuaria en el mundo. El plan comprenderá tanto áreas prioritarias estratégicas para la acción, como disposiciones para la implementación y el financiamiento del plan.

La diversidad animal es parte de nuestro patrimonio común, y es demasiado valiosa para que la descuidemos. Se necesita con urgencia del compromiso y la cooperación en el uso sostenible, el desarrollo y la conservación de la diversidad de animales de granja a nivel mundial.

Para el Blanco Orejinegro, y miles de otras razas al borde de la extinción, no hay tiempo que perder. La extinción es para siempre.

Por Jacques Diouf

ABC, España, 2-09-07

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