México: rechazo al cultivo de maíz transgénico
Organizaciones agrícolas y ambientalistas expresaron su rechazo al cultivo de maíz transgénico en Chihuahua y aseguraron que la parcela experimental ubicada en el municipio de Namiquipa no corresponde al grano genéticamente modificado, contrario a lo que afirmó Armando Villarreal Marta, líder de Agrodinámica Nacional
“Según nuestra información, la semilla sembrada en el predio mencionado corresponde a la variedad Pioneer 31G66, un producto híbrido no transgénico. Nos preocupa que esta declaración promueva semejantes “actos de rebelión”, a través de siembras anárquicas con semillas transgénicas, lo cual puede traer graves e irreversibles consecuencias para la integridad genética de las semillas locales y la salud ambiental y pública”, manifestaron en una carta dirigida a este medio y firmada por Martín Solís Bustamante del Barzón Chihuahua, Rogelio Ruelas del Frente Democrático Campesino, Carlos Ríos de UNORCA y María Teresa Guerrero de Consultoría Técnica Comunitaria A.C.
En el documento afirman que las declaraciones de Villarreal Marta acerca de la inexistencia de maíz nativo en el Estado de Chihuahua son equivocadas, pues de acuerdo con el INIFAP, las razas de maíz que evolucionaron en Chihuahua y son aportadas a la diversidad mundial son: apachito, gordo, azúl, y cristalino.
Villarreal Marta también aseguró que en diversos puntos de la sierra Tarahumara ya se produce maíz transgénico, a lo cual respondieron: “Esto es muy difícil saberlo, lo que sí nos queda claro es que aún no existen de manera legal estas semillas en el mercado mexicano, además, para sembrar maíz transgénico se requieren condiciones económicas para comprar la semilla, buenos terrenos y agua asegurada, condiciones difíciles de encontrar en la Sierra”.
Señalaron que lo que sí ha ocurrido en la sierra es que en los ciclos agrícolas 2002 y 2003 se hicieron diagnósticos de plantas de maíz y se encontraron maíces contaminados con transgenes; las claves de los transgénicos encontrados son: BT Cry9c y BT Cry1ab/1ac, CP4 EPSPS. Explicaron que aunque los muestreos realizados en seis comunidades no son representativos, indican que la contaminación existe en estos lugares, situación que fue dada a conocer a las autoridades en su momento.
Sobre el retraso en la reglamentación de la Ley de Bioseguridad, consideran que su aprobación no se puede acelerar, sin contar primero con el Régimen de protección especial al maíz nativo y la información completa sobre la diversidad de maíces mexicanos. “Presentar como panacea la tecnología transgénica con efectos desconocidos sobre la salud y el medio ambiente, es un riesgo que los gobernantes deben anteponer a las promesas de beneficios económicos. En nuestro país está en juego la alimentación, por eso es preciso ser precavido y aprender de las experiencias de otros países. Los países europeos están rechazando, prohibiendo y limitando el uso de transgénicos”, expresaron.
“Está claro que lo que urge es un debate público para sopesar los posibles beneficios y consecuencias negativas de esta nueva tecnología, porque una vez introducida, alterará para siempre la realidad biológica, económica y social de la agricultura en nuestro país”, concluyeron.
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El Diario de Chihuahua, México, 21-09-07