México: indígenas defienden pinos y manantiales en Chihuahua

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País México

Autoridades ejidales permiten tala ilegal de árboles en zona de aguajes de Bacajípare.Se pretende arrasar con una zona de reserva forestal de 500 hectáreas, afirman inconformes. Tanto Semarnat como Profepa ignoran sus denuncias; demandan intervención del gobernador

Indígenas de la comunidad Bacajípare, decididos a defender sus manantiales, vigilan el bosque para evitar que se talen los pocos pinos que quedan en la cresta de la Barranca del Cobre, marcados por la directiva del ejido San Alonso para ser derribados.

Pobladores de Bacajípare aseguran que desde hace un mes tractores del ejido abren brechas en el bosque para llegar a la zona de los aguajes donde quedan pinos grandes que, según la ley, no deben talarse, para preservar los humedales, que son fuentes naturales de agua que abastecen a decenas de rancherías indígenas.

Antonio Gutiérrez Miranda, gobernador indígena de Bacajípare, y Pedro Moreno Carillo, dirigente de los poblados Satérabo, Sahuarabo y Otonchi, del ejido San Alonso, solicitaron al gobernador José Reyes Baeza y a la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) investigar el marcaje de pinos localizados en los aguajes que aprovechan decenas de familias rarámuris o tarahumaraas.

“Los pinos de los arroyos y aguajes no deben cortarse. Eso acaba con el agua. Luego no vamos a tener de dónde tomar; las mujeres no podrán lavar ni hacer comida”, explicó el gobernador indígena Antonio Gutiérrez, quien ha luchado durante años por que el desarrollo turístico y la explotación forestal en la zona de la Barranca del Cobre no acaben con los manantiales que durante siglos han sustentado a comunidades rarámuris.

Pedro Moreno Carrillo, dirigente de rancherías, advirtió que familias indígenas pueden quedarse sin fuentes naturales de agua si continúa el saqueo de pinos en la región. “El suelo se está erosionando. Hace 10 años todo esto estaba lleno de pinos; ahora son cerros pelones. No vamos a tener dónde sembrar nuestras parcelas. De ahí comemos”, comentó.

En una carta enviada al gobernador Reyes Baeza, 50 ejidatarios indígenas de San Alonso expresan su preocupación por la intención de talar los pinos, pues la mayoría de los árboles medianos fueron marcados por ingenieros forestales, con base en el aprovechamiento autorizado a la directiva del núcleo ejidal.

Acusaron a Manuel Frías Fontes, ex comisariado ejidal y actual secretario de la mesa directiva del ejido San Alonso, de pretender arrasar con una zona de 500 hectáreas, declarada reserva forestal hace 10 años en asamblea de ejidatarios, para aprovechar la madera en un aserradero que posee en el poblado San Rafael, donde se hacen tablas para cercas y cajas.

“Manuel Frías es un cacique. Por muchos años ha explotado el bosque. Impone a la mesa directiva del ejido y tiene amenazada de muerte a mucha gente”, aseguraron rarámuris durante un recorrido por una brecha recién abierta para que grúas y camiones saquen los pinos marcados.

Sin embargo, están decididos a impedir la tala. A diario recorren los cerros y revisan los árboles marcados. Llevan sogas y cadenas para amarrarse a los troncos.

Desesperados porque sus denuncias ante la Semanart y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente no han sido atendidas, solicitaron ayuda a una consultora para hacer llegar su queja a organismos ecologistas nacionales e internacionales.

“Los aguajes de las comunidades son escasos y pobres, por eso los rarámuris los defienden y dependen del gobierno para lograrlo”, señaló la asesora María Teresa Guerrero.

La Jornada, México, 3-3-08

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