Uruguay: el país productivo. La utopía del ex Ministro Mujica

Idioma Español
País Uruguay

“La organización ambientalista REDES-Amigos de la Tierra Uruguay difundió un comunicado en el que señala que la ubicación de Uruguay como noveno productor mundial de transgénicos, con poco más de 500 000 hectáreas sembradas el último año, ratifica que las plantaciones de organismos genéticamente modificados son muy resistidas a nivel mundial. También alerta sobre los riesgos ambientales y sociales, y la amenaza a la soberanía alimentaria”

En estas horas el ex Ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca José Mujica, habrá abandonado la cartera sin cumplir con su promesa del “País Productivo”. Quizás hoy en la reflexión (aunque conociendo sus inquietudes ya lo habrá hecho hace mucho tiempo), se ha dado cuenta que como lo dijo varias veces “difícil que el chancho chifle”, cambiar el agro en nuestro país sin una política de Estado es prácticamente imposible.

Conocemos muchas de las inquietudes que ha planteado el Sr. Ex Ministro, y las compartimos, pero debemos recordar que somos un país sudamericano y estamos inmersos en un mundo globalizado, de forma que no podemos criticar a los gobiernos anteriores, cuando irremediablemente hacemos exactamente lo mismo que ellos. Se olvidó el Sr. Ex Ministro que muchos de los técnicos que trabajan en la cartera, son los mismos que estaban antes en gobiernos anteriores, y que muchos de los nuevos (aunque viejos conocidos) sólo han defendido posiciones personales y no gobierno.

Hay mucho sobre que discutir el relación al país productivo, pero queremos hacerlo sobre una base de información sería y actualizada, fundamentalmente queremos discutir para no equivocarnos en el futuro sobre que modelos de desarrollo productivo estamos dispuestos a generar.

Entre estos, estuvimos leyendo días pasados un artículo publicado por la ONG REDES Amigos de la Tierra, lo cual nos ha llevado a comenzar a analizar más en profundidad toda la problemática que nos viene en lo inmediato y en el corto plazo.

“La organización ambientalista REDES-Amigos de la Tierra Uruguay difundió un comunicado en el que señala que la ubicación de Uruguay como noveno productor mundial de transgénicos, con poco más de 500 000 hectáreas sembradas el último año, ratifica que las plantaciones de organismos genéticamente modificados son muy resistidas a nivel mundial. También alerta sobre los riesgos ambientales y sociales, y la amenaza a la soberanía alimentaria”.

En nuestro país, un solo producto la soja ha arrasado con la diversidad productiva de los alimentos. (Y esto ha sido cuando el Sr Mujica era Ministro). Leíamos hace unos días en ese artículo que Uruguay se sitúa entre los principales productores de transgénicos a nivel mundial. “Uruguay tiene unas 450 000 hectáreas producidas con soja transgénica y algo más de 50 000 con maíz genéticamente modificado. El trío de transgénicos que se pueden producir y comercializar en Uruguay lo conforman la soja RR, el maíz Mon 810 y el maíz Bt 11”.

Dentro de estos la soja RR es una variedad modificada genéticamente con el propósito de hacerla resistente al herbicida glifosato. Y que es producida por la transnacional de origen estadounidense Monsanto, es utilizada en nuestro país. Casi el 100% de la soja producida en Uruguay es transgénica. En tanto, el maíz Mon 810, también producido por Monsanto, tiene una modificación genética que lo torna resistente a los ataques de insectos plaga. Por su parte, el Bt 11 es resistente también a algunos insectos plaga y la empresa que lo produce es la Suiza Syngenta, otra de las grandes transnacionales de los transgénicos. (no sabemos la consecuencia a largo plazo en la agricultura y en la salud humana).

Sin embargo, estos cultivos, conjuntamente con los plantaciones de Eucaliptus y Pinos son los que mayor auge han tenido en nuestro país, a pesar de que se diga que se ha limitado la forestación.

Ahora bien, cuales son los riesgos cuando en los últimos años se multiplico por 50 las hectáreas cultivadas con soja. A la fiebre de la soja, mañana se sumarán el maíz, la caña de azúcar y el girasol, no como alimentos para 2 o 3 millones de personas, sino como materia prima para el biocombustible de 800 millones de automóviles, que no pueden generarse en el primer mundo, porque el valor de la tierra es varios órdenes de magnitud mayor que en los países latinoamericanos. Y luego que vendrá, la moda del agua, o de los recursos energéticos no contaminantes, o el ecoturismo descontrolado e inescrupuloso como el que se esta desarrollando en nuestro país (especialmente en los balnearios de la costa rochense).

Esto a generado a pesar de que le pese al Sr. Ex Ministro, una concentración de la riqueza y una perdida de la soberanía alimentaria del país. El interés del modelo agroexportador no está en la alimentación del pueblo, sino en generar grandes divisas. En términos energéticos, el sistema alimentario mundial moderno es absurdo: “se gasta cuarenta veces más de energía en llevar un alimento a un plato de comida de lo que contiene el alimento (Harris, 1996). “imaginemos un carnívoro que gasta en capturar a su presa cuarenta veces la energía que puede obtener del consumo de la misma”.

La explicación de esta bonanza del agro es la acumulación de capital a partir de los commodites de turno. Siendo la economía política de nuestros países completamente dependiente de los mercados internacionales, la implementación de acciones que ataquen la causa principal del problema es una utopía de muy difícil alcance, al menos en el mediano plazo.

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Opiniones de Vanguardia, Internet, 6-3-08

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