Agrocombustibles agravan los males de las naciones pobres

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El académico mexicano Emilio Romero afirmó hoy que la producción de agrocombustibles en las naciones tercermundistas agudizan los problemas de la pobreza, la migración, la desnutrición y el narcotráfico

Genera además situaciones peligrosas para la estabilidad social y política de esos países, precisó Romero a Prensa Latina luego de presentar su ponencia Alimentación y agrocombustibles en el contexto de la globalización económica.

Romero, uno de los ponentes de la penúltima jornada del X Encuentro Internacional de Economistas sobre Globalización y Problemas del Desarrollo, precisó que en el caso de México, esos peligros son motivados por el descuido de la autosuficiencia alimentaria.

Actualmente 17 millones de campesinos mexicanos son incapaces de garantizarse los mínimos nutricionales que las autoridades consideran básico para la sobrevivencia humana, señaló el profesor de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Contrario a lo que afirman sus defensores, Romero aseguró que de ninguna manera la producción de agrocombustibles favorecerá a la población rural, porque por sus propias características necesita de grandes extensiones de tierra, con gran concentración de recursos tecnológicos que desmantelarán al campesinado nacional.

Recordó que México cayó en la trampa que le tendieron organismos financieros internacionales y Estados Unidos con el Tratado de Libre Comercio y las propias autoridades nacionales de abandonar el sistema de autosuficiencia alimentaria.

Es decir, se impuso la tesis “para que producir caro en el país, lo que se puede comprar barato en el exterior”, sobre todo, en un contexto de grandes subsidios y de exceso de productos en el mercado mundial, garantizados por Estados Unidos.

Por ello, apuntó, el país cayó en la dependencia de Washington, nación a la que debe comprarle anualmente 10 millones de toneladas de maíz para completar su demanda interna, que es de 30 millones de toneladas.

Entonces, refirió, al adoptar Washington la decisión de destinar buena parte de esos excedentes a la producción de etanol, México cayó en riesgo, porque el maíz constituye un alimento básico en la dieta nacional y es un indicador de la estabilidad social en el campo.

Subrayó que México debe comprar esos 10 millones de toneladas de maíz un 40 por ciento más caro que el año anterior.

Esta situación se une al fracaso del modelo neoliberal en México, que ha generado un déficit alimentario entre un 40 y 50 por ciento de la producción nacional.

A la décima edición de Globalización y Problemas del Desarrollo, que se efectúa en el capitalino Palacio de las Convenciones, asisten más de mil 100 delegados de 55 países y 24 organismos internacionales.

Prensa Latina, Internet, 6-3-08

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